El sábado 16 de noviembre, el demócrata venezolano
convencido del valor de la democracia expresó de nuevo su voluntad de participación
política contendiente —no obstante el absurdo y sin sentido del 30 de
abril e inmediatamente la solicitud del 16 de mayo— cuando se le solicitó apoyo
de manera absurda a una Fuerza de Tarea de los EEUU, cuya misión es
estratégica-militar y jamás una tarea de orden político doméstico en América
Latina. Lo actuado por un supuesto liderazgo y su irresponsabilidad muestra la
carencia total de un Instrumento Politológico que le acerque a comprender
el Ambiente Político Real del Sistema Político Venezolano, y en
consecuencia, también evidencia la inexistencia de una estrategia de Oposición
Política frente al bestiario militarista-comunista.
El régimen castromadurista es ilegal y así lo confirma la
Ley de Estatuto.
La responsabilidad central del liderazgo democrático es haber
organizado el cuerpo social en conjunto con los diputados de la Asamblea
Nacional, a fin de desalojarlo del Poder Ejecutivo con una acción social
masiva y direccionada. Todo ello para lograr una transformación: la
reinstalación de la democracia y el pleno cumplimiento de la Constitución. Esa
reinstalación tendrá que definir un método, la Resistencia Civil como lucha
política que esta vez tiene que ser colectiva y se fundamentará en la
desobediencia de la mayoría de demócratas.
Desde esa lucha política colectiva se emplea un
instrumento de medición politológico del sistema político venezolano, que
define el Ambiente Político Real ya sea Expectante, Confuso,
Violento-Explosivo o Electoral. Ese conocimiento previo
del Ambiente Político Real impondrá una estrategia, es decir, un
desarrollo sistemático y de crecimiento gradual de la participación
política contendiente según cada región, para garantizar el objetivo-fin:
Desplazar al régimen mediante la acción de toda la ciudadanía que desobedecerá
al gobierno autocrático militarista. Entiéndase, esta acción política como
la dialéctica de la voluntad de todos los demócratas contra la violencia, la
corrupción y la incapacidad del régimen militarista oprobioso, vergüenza de un
país con gentilicio democrático. Son y serán todos los ciudadanos como una masa
humana coordinada, pero antes convencidos, de que sólo así se logrará expulsar
a quienes por veinte años han maltratado, robado y destruido el sistema
político venezolano. No, no es una confrontación porque el régimen es
inhumano, primitivo, descentrado. Es necesario crear un vacío ante y frente a
la locura revolucionaria que hoy dice que hay que dolarizar el país. Es
haciendo política desde el callejón, el cerro, la quebrada, el edificio, donde
los demócratas poseen autonomía y crecerá su coraje, al ser demandantes
mostrarán su decisión, independencia y convicción para expulsar la barbarie con
la gran maniobra: la desobediencia civil.
Los ciudadanos demócratas organizados y convencidos en
grupos con control de su acción en toda la geografía, quienes mostrarán durante
las 24 horas que su decisión es inquebrantable: desobedecer al bestiario. Será
entonces cuando la Acción Colectiva neutralizará la violencia policial y
disfrazada del régimen, se logrará configurar “una desobediencia individual”
que con convicción ética y disposición futura evite la acción violenta del
militarismo y del elemento policial obsecuente que detendrá y derrotará al
comunismo. El objetivo de la resistencia civil es el derrocamiento de un
régimen brutal, que ya casi subyuga la decencia venezolana por veinte años y
mientras ello ocurre, mediante la desobediencia civil… en otros espacios puede
comenzar a crecer la Desobediencia.
Los ciudadanos en vinculación estrecha con el liderazgo
político emergente, que es mucho y valioso, sofocarán las bases del supuesto
Poder Ejecutivo y neutralizarán el empleo de sus múltiples organizaciones
armadas en las cuales en algunos se expresan “un Resquebrajamiento”, con lo
cual crecen la deserción, las ausencias, y sobre todo la murmuración y el
descontento. Hay una “Resistencia Civil Silente” que ni siquiera los Delatores,
Caporales y Comisarios Políticos han podido contener y, mucho meno,s denunciar.
La ciudadanía democrática esta en cuenta de su primerísimo rol como factor de
cambio y si fuese que creciera una Estrategia fundada en Instrumentos Válidos,
se pudiera accionar el desplazamiento del desgobierno por parte de la
oposición.
Estrategia entendida como el empleo del poder ciudadano
mediante la Desobediencia Civil General e Instrumentos Prospectivos, son la
combinación crítica, necesaria y eficiente para que la expresión heroica del
sábado 16 del Noviembre no debe ser evaluada numéricamente sino
cualitativamente, como una Respuesta Ética y “valerosa
ciudadanamente” que está
en búsqueda de la democracia. Deberá crecer y entonces se transformará en un
Vector de Acción Permanente que termine por ahogar la locura de este
marxismo-socialismo-militarista ya fracturado y desnudo por violento y corrupto
que se ve en el precipicio y se quebrará.
La diáspora -dolorosa y amarga- la Sociedad Ahuecada y
la Miseria Exponencial son hoy realidades que acusan a este régimen
depredador que mediante la Desobediencia civil como Vector de Acción logrará
la recomposición democrática de Venezuela. Ello será factible y viable siempre
y cuando termine por entenderse la importancia de los instrumentos de medición
del ambiente político real y la redefinición de estrategia para poder alcanzar
el desplazamiento del bestiario castro chavista madurista.
Es original,
29 de Noviembre del 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario