Datos duros1: En octubre se registraron 1739 protestas en
todo el país, lo que promedia casi 58 diarias. El 90% de ellas por reclamos
laborales, servicios públicos, educación, salud y alimentos. Sólo el 10% fue
por derechos civiles y políticos (las hubo opositoras y oficialistas) y por
justicia y seguridad.
La interpretación más generalizada es que estas cifras
confirman el gigantesco rechazo a Maduro, pero me parece una conclusión
precipitada porque no se pormenorizan las exigencias ni el destinatario de cada
protesta.
Protestar ante la empresa responsable del suministro de
electricidad o agua potable para pedir que se modifiquen los horarios de
racionamiento, no es lo mismo que protestar ante el déspota para reclamarle que
se robaron todos los recursos que se debieron invertir en la modernización de
los sistemas de generación y distribución y que, por el latrocinio y la
incompetencia, se le exige abandonar el poder.
"En el primer caso el manifestante se somete, pide
piedad; en el segundo, se rebela porque sabe que nada cambiará mientras no
cambie el aparato de gobierno."
Protestar ante un organismo público pidiendo aumento de
sueldo u otras reivindicaciones laborales, no es lo mismo que espetarle 20 años
de catastróficas políticas públicas para repartir una riqueza que no generó
jamás y que -habiendo agotado la heredada- ahora solo distribuye hambre, por lo
que se le exige que abandone el poder.
En el primer caso el manifestante se somete, pide piedad;
en el segundo, se rebela porque sabe que nada cambiará mientras no cambie el
aparato de gobierno.
Protestar porque no encuentra sus medicinas o lo hace a
un precio que no puede pagar, no es lo mismo que condenar a quien tomó las
decisiones que dieron al traste con la atención médica y farmacéutica de
calidad que tuvimos, haciendo pender nuestras vidas de un hilo.
En el primer caso el manifestante se somete, pide piedad;
en el segundo, se rebela porque sabe que nada cambiará mientras no cambie el
aparato de gobierno.
No, no es lo mismo protestar por un sistema que destruyó
la educación de calidad y conminar al usurpador a abandonar el poder, que
pedirle un poco de alivio para este o aquel sufrimiento. Ni es lo mismo exigir
su renuncia porque destruyó el agro que pedirle algo de comida para poder
conciliar el sueño. Esta es la diferencia entre someterse y rebelarse, entre
conformarse con sobrevivir y reclamar el derecho a vivir en libertad.
1739 protestas de octubre equivocadas. Un enorme esfuerzo
malbaratado, perdido porque no se enfocó en el cambio real. 1739 protestas de
venezolanos que -no sé si se dan cuenta- lucen dispuestos a conformarse con el
alivio caprichoso que les pueda ofrecer quien los esclaviza.
Sigo esperando que las protestas desistan de
reivindicaciones puntuales, que se olviden de requerimientos parciales que
supongan la permanencia en el poder de quien nos ciñó este yugo.
Espero las protestas que exijan lo único que representa
una solución real: ¡un cambio de Gobierno por otro de distinto signo! Uno que
emprenda la larga y dolorosa reparación de las políticas de destrucción que nos
trajeron a esta miseria.
[1] Observatorio Venezolano de Conflictividad
Social, Conflictividad social en
Venezuela en octubre de 2019.
Tal cual digital
https://talcualdigital.com/la-protesta-equivocada-por-carolina-gomez-avila/
Digalo ahi digital
http://www.digaloahidigital.com/articulo/la-protesta-equivocada
29 de Noviembre del 2019
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