Nadie te vigila. ¿Verdad que no?
Al fin y al cabo no has hecho nada malo. Tampoco tienes
secretos ni nada que ocultar. Nadie está interesado en los sitios que navegas
en internet. Y menos que menos en tus comunicaciones telefónicas o en tus
mensajes de texto o en los archivos que guardas en tu ordenador.
¿A quién podría interesarle el detrás de escena de tu
vida política, profesional, empresarial o personal?
Pues a nadie, claro está.
¿A nadie?
¿De verdad lo crees?
Edward Snowden es ingeniero de sistemas y fue parte de la
comunidad de inteligencia de los Estados Unidos de América. Trabajó 7 años para
la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y para la Agencia de Seguridad
Nacional (NSA). Sus actividades de espionaje se realizaron tanto en territorio
estadounidense como en el exterior de su país.
En el año 2013 Snowden reveló al mundo algunos de los
mayores secretos de los organismos de inteligencia.
Sus revelaciones crearon un poderoso impacto que aún
perdura y provocaron grandes cambios en los hábitos online y en las
herramientas de comunicación de políticos, periodistas, activistas sociales,
gobernantes, empresarios, profesionales y un creciente número de ciudadanos de
todo el mundo.
Esas mismas revelaciones convirtieron a Edward Snowden en
un fugitivo que huyó de Estados Unidos y que está en busca y captura
internacional.
Actualmente está refugiado en Rusia y vive junto con su
esposa Lindsay en un apartamento de dos habitaciones en Moscú. Cuando sale a la
calle cambia ligeramente su apariencia para no ser reconocido y evita
disciplinadamente las cámaras de vigilancia de la ciudad.
Desde ese apartamento moscovita dirige la Fundación
Freedom of the Press, concede algunas entrevistas de prensa, se comunica a
través de su cuenta de Twitter y brinda conferencias para universidades e
instituciones defensoras de la privacidad y de los derechos humanos.
Allí escribió Vigilancia permanente.
El libro de Snowden (Vigilancia permanente | Edward
Snowden | Editorial Planeta | Septiembre 2019 | 448 páginas)
Vigilancia permanente es un libro que en general se lee
fácil, casi como una novela. A lo largo de sus páginas Snowden cuenta su vida,
narrando los hechos pero también explicando los contextos y mostrando sus
motivaciones psicológicas.
Algunas zonas del libro me resultaron especialmente
atractivas, ya sea porque estimulan la reflexión, porque le dan contexto a
hechos conocidos, porque revelan aspectos hasta ahora desconocidos del
espionaje o porque nos hacen revisar nuestros propios comportamientos en
internet. Y en todos los casos porque la privacidad es un asunto de inmensa
importancia para la vida política, profesional y personal.
El libro de Snowden es enteramente disfrutable (aún
tratándose de temas preocupantes) pero de mi lectura rescato varios pasajes que
permanecen en mi memoria. Por ejemplo:
El recuerdo de la primera etapa de internet, el de la
adolescencia de Snowden. Aquel internet de fines de los años 90 en el cual no
vivíamos sino que nos conectábamos para propósitos definidos y deliberados. Un
internet descentralizado que todavía no estaba dominado por gobiernos y grandes
corporaciones.
El relato que hace Snowden sobre lo que vio, vivió y
escuchó el 11 de septiembre de 2001 durante el atentado de Al Qaeda contra las
torres del World Trade Center en Nueva York y contra las instalaciones del
Pentágono en Washington.
La crónica realista de su vida como espía, sus
actividades, sus misiones, sus rondas nocturnas como sereno en instalaciones
secretas, sus inicios y su entrenamiento en la CIA, su acercamiento a una
persona para extraerle información en Ginebra, su trabajo técnico en Tokio para
conectar la infraestructura de la NSA con la de la CIA, o su descubrimiento del
gigantesco sistema de vigilancia masiva. Todo contado desde la experiencia
concreta, desde la vida real, desde lo cotidiano.
La descripción detallada de sus contactos con los
periodistas a quienes reveló la información secreta, incluyendo tanto las
medidas de seguridad adoptadas para evitar ser descubierto como lo ocurrido
antes, durante y después de su encuentro con ellos en Hong Kong (documentado
con mucha precisión por una de las protagonistas en la película Citizenfour).
La explicación clara y rotunda respecto a los programas
que espían todas las comunicaciones de todas las personas por todos los medios
y almacenando esos datos para siempre. Donde dice todo debe decir justamente
eso: todo. O sea llamadas telefónicas, correos electrónicos, mensajes, datos
personales, historial de navegación, búsquedas en internet, archivos guardados
en el ordenador, activación de cámaras y micrófonos, detección de la ubicación
geográfica exacta, hábitos de consumo, desplazamientos, compras y un largo
etcétera.
El retrato de la vida actual de Snowden como refugiado en
Rusia, los detalles familiares, algunos aspectos de su vida cotidiana y muy
especialmente los recuerdos de su esposa Lindsay acerca del momento más duro de
la pareja, el momento en el cual Edward desapareció por completo sin ningún
aviso previo para aparecer recién semanas después con su rostro en las portadas
de todos los periódicos y en todos los canales de televisión del mundo.
Más allá de estos pasajes que subrayo, el libro de
Snowden está repleto de historias que son muy políticas pero que al mismo
tiempo son muy humanas y que vale la pena conocer.
¿Vigilancia o paranoia?
Muchas personas consideran que toda esta temática de la
vigilancia es pura paranoia, puro sentimiento de persecución sin apenas bases
reales. Lo consideran algo interesante en el cine o en la televisión, pero no
algo a lo cual atender en la vida real.
A propósito de este tema en el cine y la televisión, bien
vale recordar dos magníficos ejemplos:
La conversación, película de 1974 dirigida por Francis
Ford Coppola y protagonizada por Gene Hackman.
Vigilados: Person of Interest, serie de televisión
emitida entre 2011 y 2016, basada en un guión de J. J. Abrams y Jonathan Nolan
y protagonizada por Jim Caviezel y Michael Emerson.
Es verdad que se trata de una temática excelente para el
cine y la televisión, pero…¿se restringe solo a ese ámbito? ¿Es solo paranoia
en la vida real de las personas comunes y corrientes?
Existen evidencias contundentes acerca de lo que está
ocurriendo hoy en día. No se trata de paranoia ni de teorías conspirativas. El
libro de Snowden es un testimonio serio al respecto. A su vez se suceden las
investigaciones periodísticas documentadas que apuntan en la misma dirección.
Y algo tan importante o más: las propias agencias de
inteligencia de los Estados Unidos cuestionan a Snowden por divulgar sus
secretos, con lo cual aceptan que son reales.
A todo esto hay que sumar que procedimientos similares de
vigilancia utilizan todos los demás organismos de inteligencia del mundo. Con
mayor o menor nivel de sofisticación y con mayor o menor poder tecnológico,
pero todos lo hacen.
Y tenemos que seguir sumando, porque también lo hacen las
grandes compañías que dominan la economía mundial. ¿O acaso nunca te llamó la
atención que busques algo en Google y que después te persiga la publicidad
sobre ese algo en todas las páginas de internet que navegues?
Esto sin hablar de los hackers que alguien puede
contratar para hacer espionaje político, empresarial o personal.
Todos los caminos conducen a Roma: internet ya no es ni
tan seguro ni tan privado.
La privacidad en entredicho
Los políticos, los gobernantes, los equipos de campaña
electoral, los periodistas, los académicos, los empresarios, los asesores, los
consultores y los profesionales tenemos dos grandes cosas en común:
Todos usamos internet de manera intensiva, tanto para
trabajar como para comunicarnos.
Todos debemos proteger la confidencialidad de nuestros
datos.
¿Por qué proteger la confidencialidad de nuestros datos?
Porque así protegemos nuestras carreras, nuestra vida y
la de las personas que se vinculan con nosotros.
Proteger tu privacidad es proteger a tus fuentes si eres
periodista. A tus clientes si eres empresario o profesional. A tu producción
intelectual si eres académico. A tus votantes y a tus ideas si eres político.
El libro de Snowden refuerza lo denunciado por él mismo
en 2013. Leerlo es muy importante para quienes nos movemos en el ámbito
político o en su entorno.
Porque ahora mismo hay alguien que quisiera vigilarte.
O que tal vez ya te esté vigilando.
PD: cuida tu privacidad, usa Signal.
Maquiavelo&Freud
Digalo ahi digital
30 de Noviembre del 2019
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