miércoles, 10 de julio de 2019

15 años del fallecimiento del Dr. Pedro Rincón Gutíerrez - El Dr. Néstor López Rodríguez rinde homenaje



HOMENAJE AL DR. PEDRO RINCON GUTIERREZ EN EL DECIMO
QUINTO ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO
Palabras pronunciadas por el Dr. Néstor López Rodríguez,
Rector Emérito de la Universidad de Los Andes.
(Mérida 08 de julio de 2.019)

De pie y frente a la estatua del Dr. Pedro Rincón Gutiérrez, nos hemos congregado, los líderes de los partidos políticos, la sociedad civil, los universitarios y el pueblo de Mérida, en unidad, para rendirle homenaje al Rector Magnífico con motivo de cumplirse hoy el décimo quinto aniversario de su fallecimiento. Estoy seguro que un hombre de la amplitud de Perucho, desde la eternidad, mirará complacido al vernos a todos reunidos para realizar este homenaje y lo estará aún más, si continuamos en alianza solidaria en un momento tan importante como el que vivimos, cuando es necesaria la UNIDAD de los venezolanos de todos los sectores.


Pedro Rincón Gutiérrez, Perucho , no era merideño de nacimiento pues llegó a estudiar al Colegio San José procedente de su tierra: La Cañada, en el estado Zulia, pero al igual que para muchos de los aquí presentes, Mérida le abrió sus puertas y él se convirtió en merideño de corazón y se dedicó a trabajar por el lar que lo cobijó, transformándose en un líder merideño, del cual todos nos sentimos orgullosos.

Recién graduado, en 1947, se incorpora como docente a la Facultad de Medicina para dictar las cátedras de Obstetricia, Clínica Obstétrica y Clínica Ginecológica. Sus primeros logros fue la creación de las Cátedras de Farmacología (1947) y de Semiología (l949) y el haber acompañado a su Maestro el Dr. Antonio José Uzcátegui Burguera, en el arduo trabajo de crear la Maternidad “Mérida” y convertirla en institución modelo en la asistencia materno-infantil, formadora de gineco-obstetras de gran calidad profesional y humana.

El 4 de febrero de 1.958, a petición del movimiento estudiantil de la Universidad de Los Andes y fundamentalmente de sus alumnos, quienes cursábamos la carrera de Medicina, y con el apoyo unánime de la comunidad, él es designado por la Junta Revolucionaria de Gobierno, como Rector de la Universidad de Los Andes.

Comienza la épica tarea de transformar a esta institución provinciana, con poco reconocimiento nacional y local, que se reflejaba en la decisión de muchos de sus alumnos, quienes para cursar el último año de carrera, preferían trasladarse a Caracas y obtener su título de la Universidad Central, que tenía mayor aceptación en la comunidad. El Dr Rincón logró convertir a la ULA en una verdadera Universidad con reconocimiento nacional e internacional, de la que todos nos sentimos orgullosos de graduarnos en ella y de haber cumplido nuestra misión de educadores.


Sus planes de transformación de la Universidad se basaron en dos premisas fundamentales: Desarrollo de la planta física y audaces planes de formación del personal docente y de investigación, que le permitieran un crecimiento universitario planificado, en función de la búsqueda del nivel académico que debe tener una universidad de prestigio. Bajo el mandato de Pedro Rincón Gutiérrez, la Universidad de Los Andes crece y se moderniza.

Durante su gestión como Rector, los profesores de la ULA recibimos becas para realizar estudios de postgrado en las mejores universidades del mundo y aun cuando muchos recibían ofertas de trabajo en el exterior, siempre regresábamos a Mérida, pues las condiciones académicas y económicas para cumplir nuestra misión, eran superiores en nuestra institución. Este plan de becas se extendió al personal administrativo y técnico y a músicos, pintores, escultores y otros artistas.

Un personal venezolano bien formado, reforzado con académicos de alto nivel procedentes de otros países, que vienen a Mérida, unos atraídos por las excelentes condiciones académicas y económicas que se le ofrecía y otros perseguidos de las dictaduras que asolaban Sur América, permitió integrar equipos para crear Facultades, Escuelas, Institutos y Centros de Investigación, Laboratorios, Talleres, Bioterios, Herbarios, y Jardines Botánicos. Así nuestra Universidad se extendió con la creación del Núcleo Universitario del Táchira en San Cristóbal, el Núcleo “Rafael Rangel” de Trujillo y las extensiones de Medicina en Barinas, Guanare y Valle de la Pascua, para constituir en efecto la nueva Universidad de Los Andes.

Durante su mandato se realizan importantes cambios en materia de estructura académica universitaria, y son relevantes entre otros, la obtención del rango de Facultad de la Escuela de Humanidades, la creación de las Facultades de
Economía, Ciencias y Arquitectura; de las Escuelas de Educación en Mérida y
San Cristóbal, las Escuelas de Ingeniería Eléctrica, Química, Mecánica y de
Sistemas en la Facultad de Ingeniería, las escuelas de Enfermería, Nutrición y Dietética de la Facultad de Medicina y las de Geografía y Empresas. Se fundaron además numerosos Institutos que luego adquirieron gran renombre por su elevado nivel académico.

Con visión futurista, Perucho adquiere grandes áreas de terreno en la ciudad, que permitieron el desarrollo posterior de la planta física de la Institución. Así en el marco del convenio ULA-BID, se construyen los edificios del Complejo de Ciencia y Tecnología de La Hechicera y se planifica el crecimiento físico universitario en tres grandes áreas: Ciencia y Tecnología concentrado en La Hechicera; Ciencias Sociales y Humanísticas en la Hacienda La Liria y Ciencias de la Salud en el sector Campo de Oro, adyacente al HULA.

De igual modo, en terrenos de la antigua Hacienda de Campo de Oro, se desarrolla el complejo deportivo universitario con piscina olímpica, estadio de béisbol y de fútbol.

La preocupación de Perucho le dio importancia primordial al bienestar de los miembros de la comunidad universitaria. Para cumplir este  objetivo adquirió terrenos donde se construyeron, las Urbanizaciones Santa María, Los Sauzales, Humboldt, Santa Mónica, Ramos de Lora, Campo de Oro en Santa Juana y el Conjunto Residencial Los Caciques en la avenida Universidad. Así resolvió los problemas de vivienda de profesores, empleados y obreros universitarios. También construyó Residencias estudiantiles en los terrenos de Campo de Oro y en la avenida Tulio Febres.

Muchos de los terrenos adquiridos en su mandato fueron donados para proyectos importantes de la ciudad, tales como los que ocupan el Hospital Universitario de Los Andes y una obra importante para el turismo regional, la Plaza de Toros Román Eduardo Sandia.

Un Perucho conservacionista lo llevó también a adquirir terrenos para la preservación de nuestros recursos bióticos y el desarrollo de la ganadería de altura con el proyecto de El Joque. Por su labor, la Universidad de Los Andes ha preservado de la destrucción masiva, grandes extensiones de bosques y selvas nubladas ubicadas en La Carbonera, San Eusebio y la Sierra de Santo Domingo.

Podríamos continuar durante mucho mas tiempo, enumerando obras y avances académicos que se logaron durante el rectorado del Dr. Pedro Rincón Gutiérrez, como he tenido el honor de hacerlo, por diferentes motivos, a lo largo de mi vida universitaria. Hoy me limitaré a señalar aspectos de su obra que tienen relación con los momentos que vivimos en nuestra ciudad.

Analicemos brevemente algunas facetas de su vida por su importante contribución en las áreas deportiva, gremialista y política en la Universidad, en Mérida y en el país.

PERUCHO EL DEPORTISTA:

En los años 70, un grupo de antiguos alumnos del Colegio San José, encabezados por los ingenieros Ramón Chiarelli y Guillermo Soto Rosa, grandes amigos de Perucho, se asociaron con comerciantes y con otros integrantes de la comunidad merideña para fundar el Estudiantes de Merida Futbol Club. Ellos decidieron adoptar las camisetas a rayas rojo y blanco, emblemas tradicionales del equipo del Colegio, que había concluido su excelente función educativa en la ciudad.

A mediados de la década de los 80 surge la idea de crear el equipo profesional de futbol de la ULA, pues un equipo integrado por sus alumnos había logrado cosechar grandes triunfos en segunda división y en los Juvines, juegos nacionales interuniversitarios. Esta idea, de otro equipo de futbol profesional, generó desagrado y oposición en muchos de los seguidores del Estudiantes, pues ya en tres lustros tenia fanáticos con la conducta que habían aprendido del Padre Rector del San José, un sacerdote jesuita vasco que se subía la sotana a la cintura y encabezaba a sus estudiantes para enfrentarse a golpes con los fanáticos de los equipos de la ULA y del Liceo Libertador. Ya habían nacido las barras bravas del Estudiantes de Mérida.

El enfrentamiento por la creación del equipo profesional llegó al Consejo Universitario que se dividió en dos grupos iguales y el voto decisivo lo tenía un miembro del Equipo Rectoral, fanático del Estudiantes. El Dr. Rincón, con su poder de persuasión y con argumentos deportivos, me convenció para que mi voto fuese afirmativo y así surgió el ULA. Pocos años mas tarde, ya ocupando quien les habla, el cargo de Rector, me correspondía presidir el equipo, pero siendo yo del Estudiantes, delegue ese honor en el Secretario de la Universidad, el Profesor Felipe Pachano. Pero, en ese periodo, igual que todos los ulandinos amantes del futbol, compartí la euforia que vivimos cuando el Equipo profesional que llevaba el nombre de nuestra Universidad fue el campeón de Venezuela, para el beneplácito de Mérida y de los universitarios.

El Perucho deportista le cumplió a Mérida y a su Universidad, como jugador de beisbol, de futbol y de tenis y como motor del deporte regional. Por esa razón, en momentos tan difíciles que vive el país, el Pueblo Merideño ha tenido la inmensa satisfacción que nuestro equipo el Estudiantes de Mérida, se coronara campeón y una multitud de mas de 35.000 fanáticos disfrutó de sus triunfos en el Metropolitano, lo acompañó a otros estadios del país y lo recibió con los brazos abiertos en el Parque Glorias Patrias, al retornar de su último partido cargado de trofeos. El Estudiantes demostró un poder de convocatoria en Mérida, que ya quisiéramos tener los políticos aquí presentes.
PERUCHO EL GREMIALISTA:

Inicia su actividad en el Colegio de Médicos del Estado Mérida donde ocupó el cargo de Presidente por más de una década. Durante su mandato no solo le construye su actual sede, sino que se convierte en un impulso para que otros gremios, como el de ingenieros y el de abogados, siguieran su ejemplo.
Junto con un grupo de merideños, en 1.958, recién expulsada la dictadura; Perucho se dedica a estimular el gremialismo, dentro y fuera de la Universidad.

El espíritu democrático y plural que le caracterizó, fue un elemento primordial en el proceso de fortalecimiento de los gremios universitarios y el nacimiento y consolidación de la APULA, la AEULA, la Federación de Centros Universitarios, el SOULA y el Sindicato de Artes Gráficas, garantizándoles las sedes para sus funcionamiento.

Finalizó su actividad gremial como Presidente de la Federación Médica Venezolana. En esa posición realiza una lucha a favor de los médicos agremiados, quienes sufrían los efectos de bajos salarios en relación con el costo de la vida. Desde esa posición luchó fundamentalmente por el bienestar de los médicos rurales y los de los hospitales públicos, para que el Gobierno les garantizará condiciones aceptables de trabajo y de remuneración.

PERUCHO EL POLITICO:

La ideología de la solidaridad no fue para Perucho un mero concepto formal, ni un artificio ideado para el ejercicio especulativo o la contemplación de la virtud, sin mayores compromisos. Perucho es ejemplo del armonioso acoplamiento entre la prédica y la actuación; ejercitó en la práctica las verdades y los principios que pregonó y defendió porque los mismos eran inherentes a su sólida formación moral, a su gran amor y respeto por el prójimo, por el débil jurídico, por el minusválido y por los seres más humildes.

En Mérida, siempre le vimos proteger de cualquier exceso policial, la vida y la libertad de los estudiantes, quienes a través de la protesta manifiestan su descontento, así como mediador y moderador en los conflictos, entre las autoridades públicas y los líderes del movimiento estudiantil. Su acción oportuna, en muchas ocasiones impidió que las protestas afectaran la integridad física, los bienes públicos y privados y el normal desarrollo de las actividades cotidianas de la comunidad merideña.

Perucho, un hombre de izquierda, fue muy amplio con sus adversarios y por esta razón a lo largo de su vida recibió apoyo de todos los sectores. Ya fuera de la Universidad, realizó actividad sobresaliente en la administración pública como Ministro de Sanidad y Asistencia Social, Diputado al Congreso Nacional, Concejal, Presidente de la Corporación Merideña de Turismo y Embajador en Rumanía.

Tuvimos el honor de compartir con Perucho como Concejales en el Concejo Municipal de la ciudad de Mérida, que en esa íntima relación de Mérida con su Universidad, estaba integrado también por otros profesores quienes simultáneamente fuimos Consejeros del Consejo Universitario. Los Profesores Manuel Padilla, Alirio Liscano, Luis Velásquez Alvaray y el Representante Estudiantil Sirit. Además la líder de los empleados universitarios Doña Olga de Atencio junto con sindicalistas, políticos y comerciantes de la ciudad. En ese Concejo Municipal, bajo la presidencia del Dr. Jesús Rondón Nucete, todos nos liberamos de la disciplina partidista para trabajar por Mérida y esa fue una de las razones para que ese Concejo Municipal pudiese realizar obras emblemáticas, como el Mercado Principal y el Terminal de Pasajeros, para que hoy, los merideños podamos apreciar los frutos de una verdadera unidad de objetivos. Es un ejemplo que deberían seguir quienes buscan el apoyo de todos los venezolanos, pero solo atienden lineamientos y ordenes de su propio partido.

Estamos llegando al final de nuestro esbozo de la vida del Dr. Pedro Rincón Gutierrez y no nos hemos preguntado: ¿Qué pensaría él, de los momentos que vive el país y nuestra Universidad?

Perucho fue un hombre cristiano, formado en la convivencia durante más de 10 años con los padres jesuitas del Colegio San José, desde niño y de adolescente como alumno interno y de estudiante universitario, viviendo como residente. Eso lo convirtió en un hombre de izquierda, no comunista, a diferencia de su hermano Gonzalo, quien era uno de los máximos líderes del Partido Comunista en Mérida.

Con esa formación estamos seguros que hoy, él estaría adversando a este régimen que llegó al poder enarbolando banderas de revolución y de izquierda, que convenció a numerosos venezolanos, pero que a lo largo de los años se ha convertido en una dictadura de las más criminales que han azotado a la América Latina. La gran mayoría de los que se sintieron atraídos por su oferta electoral, hoy sufren las consecuencias de un gobierno minado por el narcotráfico y la corrupción, que ha permitido que países y grupos guerrilleros controlen nuestro país. El más grave daño político lo ha sufrido la izquierda democrática que hoy recibe indirectamente el desprestigio de un régimen que ella apoyó en su fase inicial.

Lamentablemente vivimos momentos difíciles donde juega papel importante el enfrentamiento público y notorio, aunque se afirme lo contrario, que existe entre los partidos políticos de la oposición y entre estos y la sociedad civil. No es posible que no seamos capaces de unir ese 90% de venezolanos que adversamos a Maduro, para salir de él y del grupo invasor que lo rodea y por el contrario, los partidos políticos no se hacen conscientes de que son minoría, que de acuerdo a las últimas encuestas, la gran mayoría de quienes se oponen a este régimen son independientes, que no militan en partidos políticos pero que constituyen casi el 60% de los venezolanos.

Estamos seguros que Perucho nos haría un llamado a todos, a los políticos y a los independientes, para señalarnos que por encima de nuestros intereses personales, político partidista e ideológicos, está nuestra obligación con el país, que debemos unirnos para lograr un cambio para el cual es indispensable expulsar del poder a ese grupo de pseudogobernantes que no solo atienden instrucciones desde el extranjero, sino que además responden a las influencias del narcotráfico y la corrupción.

Y SOBRE LA UNIVERSIDAD. Perucho estaría muy preocupado y nos reclamaría el no haber actuado con contundencia en defensa de nuestra Institución.

Nos hemos dejado atropellar con presupuestos injustos, gastos de funcionamiento irrisorios y lo mas grave aún que nos han despojado, a través de la OPSU, de nuestra función de administrar, convirtiéndonos en pagadores de sueldos y salarios, en fechas cuando el funcionario de turno le dé la gana y después de asignarle la culpa de sus propias fallas a las autoridades universitarias de las Universidades Autónomas.

El Tribunal Supremo de Justicia y Tribunales regionales también se han confabulado contra la Universidad Autónoma en diferentes juicios, entre otros, impidiendo la renovación de las Autoridades Universitarias y Decanos, al extremo que en algunas Facultades tenemos Decanos suplentes del suplente. Perucho llamaría la atención a las actuales Autoridades Universitarias, para que se unan y lideren la defensa de la Institución, dejando a un lado diferencias personales y trabajando unidos con gremios, sindicatos, profesores, estudiantes, empleados, obreros y el pueblo de Mérida logremos la fortaleza necesaria para el rescate de nuestra Institución y como lo contempla la Constitución de la Republica, como Universidad Autónoma, nos demos nuestro propio gobierno universitario, sin interferencias extrañas.

Igual a como lo escribí el 08 de julio de 2.004, en palabras pronunciadas frente a su féretro en el Aula Magna, diré: Hoy Mérida y su Universidad rinden homenaje póstumo a quien realizó extraordinaria labor universitaria y ciudadana, que sin parangón alguno, ha ocupado un prolongado período en la historia de la Mérida Universitaria. Este homenaje constituye la ratificación y el reconocimiento, a su irrevocable pasión universitaria y a su imponderable obra, que de hecho, desde hace largo tiempo pertenece al espíritu y al corazón de nuestra ilustre institución. Sus prédicas y las huellas de sus ejecutorias se encuentran adosadas a la perpetuidad de la historia y a cada muro, cada espacio, cada rincón de esta su Universidad de Los Andes.
Sigamos su ejemplo.

Muchas gracias.

Mérida 08 de julio de 2019.
Dr. Néstor López Rodríguez.
Rector Emérito de la Universidad de Los Andes.
nestorllr@gmail.com.

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