Es joven, blanca y nació en uno de los países más
desarrollados del mundo, Suecia.
La joven activista Greta Thunberg, de 16
años, no es más que "una niña rica", dicen sus
críticos. Muchos la insultan estos días y la califican de "marioneta
de otros".
Muchas de las críticas vienen de sectores de derecha.
Su discurso descarnado y acusatorio sobre cambio
climático sorprende e inspira a millones de personas en todo el mundo,
especialmente a los jóvenes. Pero a otros les molesta. Y mucho.
Y más con el enorme reconocimiento internacional que le
ha valido el impulso de un movimiento global de huelgas escolares en protesta
contra la falta de acción de los líderes mundiales para frenar el calentamiento
global.
"¿Cómo se atreven?": el desafiante discurso de
Greta Thunberg ante los líderes mundiales en la cumbre del clima de la ONU
"Como habrán notado, los 'haters' están más activos
que nunca: me persiguen, critican mi aspecto, mi ropa, mi comportamiento y mis
diferencias. Se les ocurren todas las mentiras imaginables y teorías de la
conspiración", escribió a sus 2,3 millones de seguidores en Twitter.
Escuchen a Greta" dice una de las pancartas de la
"huelga general por el clima" que se celebró en más de 100
países el pasado viernes.
Como ejemplo, señalan, Thunberg llegó a la reunión de
Naciones Unidas contra el cambio climático que estos días se celebra en Nueva
York en un barco que produce cero emisiones de carbono
.
Pero el velero en cuestión que la transportó es
extraordinariamente caro y, para mayor enfado de quienes la señalan, el barco
se lo prestó Pierre Casiraghi, hijo de la princesa Carolina de Mónaco y
propietario de una empresa de construcción.
Hasta su cabello rubio y sus trenzas ha sido asociado por
algunos con la estética "nazi".
LA RESPUESTA A TRUMP
Su caso se volvió viral y su discurso en la apertura de
la cumbre del clima de la ONU no ha dejado indiferente a nadie.
De hecho, las redes sociales destilan admiración,
pero también odio contra la activista.
Por qué puede ser contraproducente depositar las
esperanzas en la lucha contra el cambio climático en la joven Greta Thunberg
"Me han robado mis sueños y mi infancia con sus
palabras vacías", dijo la joven activista en la apertura de la cumbre del
clima en las Naciones Unidas en Nueva York.
El primero en burlarse de ella fue el presidente de
Estados Unidos, Donald Trump.
Un tuit con tintes irónicos decía: "Parece una joven
muy feliz con un futuro brillante y maravilloso por delante. ¡Ha sido muy
agradable verla!".
(Greta Thunberg usó la frase en su biografía de Twiter
durante algunos días).
El discurso de la adolescente no tuvo precisamente un
tono feliz ni agradable.
Su brutal honestidad es otra de las cosas que
molesta.
¿Cómo se atreven?". Ese fue una de las frases claves
de Thunberg en la ONU y ya está en los carteles en la calle.
Pero Thunberg, no se quedó corta en su respuesta.
"Sinceramente, no entiendo por qué los adultos
eligen pasar su tiempo burlándose y amenazando a adolescentes y niños por
destacar los argumentos de la ciencia, cuando podrían hacer algo bueno en su
lugar. Supongo que simplemente deben sentirse muy amenazados por
nosotros".
LOS PODERES EN LA SOMBRA
Otra de las críticas más habituales que recibe la
activista estos días se refiere al grupo mediático y económico que la lanzó a
la fama mundial.
"Si no empezamos a cuidar la Tierra, morimos":
los jóvenes indignados que asumieron la lucha contra el cambio climático
Una investigación del diario británico The Times develó
que detrás de Thunberg hay una variedad de empresas, principalmente de lobby,
académicos y hasta un think tank fundado por un exministro de Suecia
"ligado a las empresas de energía del país".
"Estas compañías se están preparando para la
mayor bonanza de contratos gubernamentales de la historia: la ecologización de
las economías occidentales. Greta, lo sepa ella y sus padres o no, es la cara
de su estrategia política", escribió el diario.
Mas de un millón de niños y adolescentes en más de 100
países se han unido a las huelgas escolares de los viernes por el cambio
climático.
La investigación del periódico reveló que Thunberg no es
solo una adolescente preocupada por el mundo que le dejan los adultos y la
inacción de los gobiernos.
Según esa investigación, detrás hay unos potentes
intereses económicos y ciertas empresas cuyo modelo de negocio es producir
energía sin combustibles fósiles, recogiendo por el camino millones de
subvenciones de los gobiernos.
"Greta es un producto fabricado", se puede leer
repetidamente en las redes sociales. Un instrumento.
¿Sirven de algo nuestras acciones individuales para
frenar el calentamiento global?
La idea de la huelga escolar cada viernes, que millones
de adolescentes siguen en todo el mundo, podría no haber sido suya siquiera y
varias fuentes citadas por The Times se la atribuyen a Ingmar
Rentzhog, el fundador de la plataforma social We Don't Have Time ("No
tenemos tiempo").
Un lema que precisamente Thunberg ha usado
incansablemente.
Precisamente esa plataforma detrás ha servido también
para avivar el debate sobre por qué la voz de la activista ha resonado en todo
el mundo, mientras las de los indígenas en diversas partes del mundo ha sido
sistemáticamente silenciada.
LO QUE NO CONSIGUIERON LOS INDÍGENAS
Sólo en México, 30 activistas ambientales han sido
asesinados entre 2018 y lo que va 2019, según datos de Infobae.
Alberto Curamil es un "lonko" o autoridad
tradicional mapuche. Recibió el Premio Ambiental Goldman por su campaña
contra la construcción de dos centrales hidroeléctricas en el río Cautín.
"Hay que tener claro que a la derecha le molesta
este discurso por la amenaza de sus negocios. Pero, también, lo que dice
Greta no es nuevo", dice el diputado chileno Diego Ibáñez.
En sus declaraciones a un diario local, el político
recordó que el fenómeno Greta tiene relevancia en los medios de comunicación
"porque viene del mundo europeo y cumple con ciertos cánones que son
procesables por los medios".
Pero "lo que dice Greta es lo que ha dicho
también el pueblo mapuche y los pueblos indígenas en Latinoamérica desde
hace más de 200 años".
MUY APOCALÍPTICA
Además, no son pocas voces las que acusan a la activista
de promover un discurso extremadamente catastrofista.
"No quiero que tengas esperanza, quiero que entres
en pánico", dijo la activista en el Foro Económico de Davos
.
"¡No me escuchen a mí, escuchen a los
científicos!", repite incansable
Las emisiones de CO2 deben caer en 45% para 2030 para
evitar los efectos más catastróficos del cambio climático, según el IPCC.
Y lo que dijo en su discurso en la sesión inaugural de la
cumbre en la ONU es que nos acercamos a una "extinción masiva" y que
casi no queda margen para revertir las consecuencias de la crisis climática.
"Nos estamos enfrentando a la sexta extinción masiva
y el ritmo de extinción es 10.000 veces más rápido de lo normal", dijo la
activista en la ONU.
Pero algunos, como el columnista David Aaronovitch,
del The Times, cree que sus afirmaciones son desmedidas.
"Cuando examinamos lo que dice Thunberg y lo
comparamos con lo que dice la ciencia, tenemos que concluir que ella
exagera", dice.
"Incluso el último sombrío informe del Panel
Intergubernamental sobre Cambio Climático sobre el impacto del cambio climático
en los niveles del mar no sugiere nada como la destrucción".
Sin embargo, muchos de los últimos informes científicos
sí reflejan alarma por los niveles que está alcanzando el cambio climático
provocado por el hombre.
"El cambio climático se está acelerando y en una
dirección muy peligrosa": el informe científico que alerta de cifras
récord en el calentamiento global
El mismo panel intergubernamental dijo que julio que
"para evitar que el aumento en la temperatura del planeta supere 1,5
grados centígrados respecto a la era preindustrial, será necesario reducir las
emisiones globales de dióxido de carbono en un 45% para 2030". Y los pasos
decisivos deberán tomarse en los próximos 18 meses.
Por qué los próximos 18 meses son cruciales para el
planeta y para todos nosotros
La adolescente acusó a los líderes mundiales de omisión y
traición frente al cambio climático.
Cuando el periodista David Wallace-Wells del magazín New
York le preguntó de qué se sentía optimista, la joven respondió: "De lo
que he visto durante el último año, durante el último mes. Nunca habría soñado
que algo así ocurriría. Creo que nadie lo habría predicho. Entonces pienso: hay
esperanza".
Y pese a todo, Greta Thunberg tiene claro que ser o no
ser popular no le importa.
"Me preocupo de la justicia climática y del planeta
vivo"
La Tierra en Rotacion
08 de octube del 2019
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