El largo camino recorrido para llegar al Mundial de
Atletismo en Doha, Qatar, desde su comienzo, estuvo plagado de hechos poco
transparentes que llevaron a pensar que detrás del “Espíritu Deportivo” de los
solicitantes, estaba presente el “Negocio Fácil” de ponerle la mano a grandes
sumas de dinero que girarían alrededor del evento.
Cuatro siniestros personajes resaltan en esta historia de
corrupción deportiva que, llevada a la realidad del atletismo, pudiéramos decir
que fueron los artífices ganadores de una importante “Medalla de Dólares” en el
Relevo 4x100.
El primero, en tomar la posición de salida fue el
presidente del club francés de fútbol París Saint-Germain.(PSG) Nasser
Al-Khelaïfi, quien ha sido acusado de "corrupción activa"
en la investigación por las sospechas sobre la elección de Doha como sede
de los Campeonatos del Mundo de Atletismo 2019, según han confirmado
las fuentes judiciales francesas.
Se investigan dos pagos realizados en 2011 por un
total de 3,5 millones de dólares a través de la sociedad Oryx Qatar Sports
Investment, propiedad del presidente del PSG y de su hermano Khalid, a
beneficio de una sociedad de marketing deportivo dirigida por el segundo
corredor del Relevo 4x100, Papa Massata Diack.
Este corredor que recibió el testigo de tres millones y
medio de dólares de mano de Al-Khelaifi, es nada más y nada menos, que el
hijo del expresidente de la Federación Internacional de Atletismo
(IAAF), Lamine Diack. Con toda razón, se le vio correr el segundo tramo de la
carrera, tranquilo y sin nervios, estaba protegido por su papá. Las autoridades
francesas lo imputan por corrupción activa y blanqueo en bandas organizadas.
A pesar de sus 86 años de edad, el expresidente
de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) Lamine
Diack, tercer hombre del relevo, se movió como un peso
pluma con el testigo de dólares en los bolsillos. Este corredor está
imputado principalmente por varios cargos: corrupción activa y pasiva, blanqueo
en banda organizada y complicidad con el gobierno ruso para el
ocultamiento de los casos de dopaje. También, tiene un expediente abierto por
los casos de sobornos en la compra de votos para otorgar la sede de los Juegos
Olímpicos en Río 2019 y Tokio …sin lugar a dudas, tiene garantizado su ingreso
al Salón de la Infamia.
El rematador de la prueba, es Sebastian Coe quien no solo
fue vicepresidente y miembro del Consejo con el corrupto Lamine Diack
entre 2007 y 2015, sino que, además formaba parte de la comisión que
evaluaba las candidaturas y avaló otorgar la sede del Mundial a Doha. Habría
que preguntarse si fue ¿Cómplice o Ingenuo?
Sin embargo, hay que destacar que Coe recibió un
abrumador apoyo en el congreso extraordinario de la IAAF celebrado en
diciembre de 2016, a sus planes de reforma encaminados a hacer más
transparente el gobierno de la organización y a recuperar el crédito
perdido en los últimos tiempos con los escándalos de corrupción y dopaje…pero
la realidad nos lleva a pensar que más que un relevo generacional lo que
ocurrió fue un cambio gatopardiano para que todo continuara igual. Su defensa a
ultranza para justificar los errores del mundial de Doha (Altas temperaturas,
horarios, contaminación ambiental, ausencia de público) y pretender
hacer ver que Doha fue algo así como la octava maravilla del mundo en lo que a
atletismo se refiere.
La ceremonia de premiación del Relevo 4x100, no se pudo
realizar, porque las autoridades judiciales francesas sentaron en el banquillo
del Tribunal Correccional de Paris a tres de los corredores
Digalo Ahi Digital
11 de Octubre del 2019
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