El deprimente y horrendo espectáculo organizado y
ejecutado por el régimen con motivo de la instalación de la Asamblea Nacional
para el periodo de sesiones 2020-2021, es vergonzoso, bochornoso, preocupante y
al margen del respeto y la convivencia civilizada. Recurrieron a la fuerza
armada para evitar el acceso de los parlamentarios de oposición al hemiciclo de
la cámara donde debían reunirse para elegir la directiva del nuevo periodo. En
la noche anterior fueron acosados y constreñidos los diputados en el hotel
donde se alojaban y mucho antes desconocieron el fuero parlamentario, la
inmunidad y pretendieron iniciar juicios contra una veintena de ellos, lo que
les provocó la huida del país en resguardo de su integridad física.
Que desde la Presidencia usurpada y desde el partido de
gobierno se proceda brutalmente contra la democracia, la constitución y la
convivencia pacífica no nos extraña, han dado suficientes muestras de su
comportamiento anti democrático e incivilizado, pero es inconcebible que el
alto mando militar, obedeciendo incondicionalmente órdenes integralmente
inconstitucionales y contrarias a la paz y a la ciudadanía y que a su vez
las transmitieran para su ejecución a jóvenes armados, entiendo que de la
Guardia Nacional, para que consumaran el hecho de fuerza, haya accedido a
tan ilegitima solicitud.
Sobre ellos, el alto mando, recaerá el juicio de la
historia que será implacable y condenatorio por desconocimiento a la
Constitución que juraron cumplir y hacer cumplir y por atropellar y constreñir
a los representantes y depositarios de la soberanía popular. Quienes cumplieron
estas nefastas órdenes; por disciplina a rajatabla y amenazante propia de
nuestra institución militar, tienen también su dosis de responsabilidad, pues
no es obligatorio cumplir órdenes contrarias a la Constitución y a las leyes o
que atenten contra la dignidad de la persona humana. Son responsables quienes
impartieron esas deplorables órdenes y también quienes las ejecutaron.
El género humano se diferencia del animal entre otras
cosas por el raciocinio, es decir por la capacidad de discernir, de diferenciar
lo bueno de lo malo. Cuando ello no ocurre nos separamos de la humanidad y nos
acercamos a la selva donde vale la fuerza bruta y todo se resuelve en función
de ella. Lo ocurrido el pasado domingo 5 de este mes los coloca en la selva,
actuaron como salvajes valiéndose de la fuerza y el atropello para lograr sus
objetivos. Para ellos el logro del fin justifica cualquier medio bueno, malo o
peor y todo lo que hagan o dejen de hacer es válido en la consecución de sus
perversos fines.
A pesar de la arremetida despótica y feroz; la inmensa
mayoría de parlamentarios, con la dolorosa y lamentable excepción de 18 de
ellos que entregaron su dignidad y traicionaron la voluntad de sus electores y
del pueblo en general a cambio de tres platos de lentejas, no hay racionalmente
otra explicación, decidieron sucumbir a las tinieblas, Dios quiera reflexionen,
tengan tiempo para el arrepentimiento, la corrección y apelen a la capacidad de
perdonar del país. Esa mayoría decidió elegir como sede provisoria y momentánea
las instalaciones del periódico "El Nacional", que patrióticamente
cedieron y allí sesionaron constitucionalmente y en atención al Reglamento
Interior y de Debates de la Cámara, eligieron la directiva y declararon formal,
legítima y constitucionalmente instalada la legislatura para el presente
periodo, fue reelecto el Diputado Juan Guaidó en la presidencia en sintonía con
lo acordado y previamente estudiado y recomendable.
Si alguna incertidumbre existía, queda claramente al
descubierto la voluntad totalitaria y como tal inconstitucional y anti
democrática del régimen, se le terminaron de caer las máscaras que las tenían
en la barbilla a 18 parlamentarios que traicionaron brutalmente, con excusa de
la redundancia, la voluntad del país y también queda claro la necesidad de
revisar nuestra estrategia. El régimen no escucha y no entiende de palabras, no
respeta ninguna norma de convivencia social, cuando ha asistido a un diálogo lo
ha hecho para cuidar apariencias y ganar tiempo, es necesario y urgente pasar a
las acciones que deben ser definitivas.
Debemos pensar seriamente en la aplicación de los
artículos 333 y 350 constitucionales y tomar multitudinariamente las calles del
país sin retorno hasta que cese la usurpación y con ella el totalitarismo. El
que lanza piedras no debe esperas que le devuelvan rosas. Si el régimen actúa
como animales, no sugiero hacer lo mismo, pero si diseñar una conducta y
comportamiento para enfrentarlo con éxito.
Poco falta para que la casa de las leyes y del control
del Estado, la casa donde se trata, estudia y analiza el presente y porvenir
del país, el único órgano del Poder Público nacional legítimo y fiel expresión
de la totalidad de la voluntad nacional, sea tomada por la fuerza armada y
montoneras delictivas del régimen y clausurada quién sabe hasta cuando.
Si con esto último ocurrido seguimos desunidos es porque
definitivamente poco nos importa el interés nacional. Espero y deseo con
profunda devoción que logremos la UNIDAD que es la llave que abre la puerta a
la felicidad y a la reconstrucción nacional. Entreguemos a nuestros hijos y
nietos un país distinto y mejor y ellos se sentirán orgullosos de sus
antecesores.
A todos, como país, nos da una inmensa vergüenza lo
ocurrido. Nuestro continente, incluso Argentina y México, el concierto de las
naciones europeas y otros países del mundo han manifestado alarma, preocupación
y alerta, lo califican como inconcebible e inaceptable en este tiempo.
Con Dios señalando el camino que es de UNIDAD
FRATERNA y nuestra indeclinable voluntad de cambio lograremos cuanto antes
llegar a la tierra prometida.
Digalo Ahi Digital
17 de Enero del 2020
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