En un artículo anterior defendí la idea `de “Crear
un lugar común de encuentro, reflexión y acción de la sociedad civil organizada
de Venezuela. Un lugar de encuentro presencial o virtual para coordinar o
articular posiciones sobre sus problemas comunes y sus necesidades generales”
. Ahora toca argumentar en dos direcciones. La primera, y quizás la más
urgente, crear mecanismos de defensa frente al poder político actual y, la
segunda, en un plano más estratégico sobre los beneficios de articular un
acuerdo y un programa de acción para atender sus problemas comunes y sus
necesidades generales.
Mecanismos de defensa frente al poder político actual.
No hay que ir muy lejos para identificar los daños que le
ha causado la “revolución bolivariana” a la sociedad civil venezolana,
comenzando por su efecto destructivo en todos los frentes, cuya mejor expresión
es el masivo éxodo de nuestra población, la ruina de una economía que se había
construido con grandes esfuerzos y sacrificios, la generalización de la pobreza
y la corrupción como sus aportes mas relevantes. Frente a ellos la sociedad
civil organizada tiene que desarrollar un plan de defensa, una barrera de
contención que no puede esperar mucho más, antes de ser definitivamente
arrasada, como ha sucedido en otros países.
Sobre problemas comunes y necesidades generales,
En la concepción de la necesidad de una Plataforma Civil
o Cívica de cualquier sociedad está muy clara la diferencia entre los intereses
legítimos[1] de cada
una de sus organizaciones, como hemos indicado anteriormente, y sus problemas
comunes y necesidades generales. Por ejemplo, más allá de la coyuntura actual
un problema común a toda la sociedad es la marginalización de una parte
importante de ella. Otro puede ser la ausencia de servicios públicos
apropiados, incluyendo la seguridad social, de manera que ellos deberían unirla
y articularla en una dirección convenida.
Mas allá de ellos podemos identificar como una necesidad
general el hecho de restaurar plenamente en Venezuela el ordenamiento
institucional y democrático que permita una real y transparente expresión de la
voluntad popular, sin que este sea solo tema de los particos políticos. Una
segunda es inmiscuirse totalmente en la creación de un marco de prosperidad
para todos, con particular énfasis en el tema de la pobreza para darle a la
democracia un amplio piso de sustento. Hay otras, pero estas podrían dar pie
para el inicio y un encuentro.
[1] Los
de los empresarios, de los trabajadores, los docentes, los profesionales, los
artistas, etc., etc.
Digalo Ahi Digital
15 de Enero del 2020
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