El realismo del Ambiente Político Real Confuso clama
a que el ciudadano demócrata venezolano termine por expresar su compromiso
extremo, para instrumentar un vector de energía política que logre
motorizar con acciones políticas con motivo, dirección y sentido el
desplazamiento de la tiranía socialista marxista militarista que hoy domina con
una minoría armada e instrumentalizada, la realidad política del país.
El
compromiso ciudadano y/o el ciudadano comprometido es el elemento crítico de
mayor valoración, para que como colectivo político reconocido, pueda
iniciar el cambio que agobia a los venezolanos frente a la tiranía. Vale decir,
el actual Ambiente Político Real Confuso demanda del ciudadano un rol
estelar de carácter histórico: el compromiso-ciudadano
El compromiso-ciudadano surge de una educación y
necesidad política mutua, del convencimiento de que Venezuela tiene el derecho
en el siglo XXI a reinstaurar la democracia y que el gran actor debe ser el
ciudadano y su compromiso. Esa educación mutua forma parte del gen democrático
de la cultura política y, sobre todo, de la decencia de una sociedad, que está
asqueada de la usurpación del poder, de las negociaciones turbias, de los
arreglos parciales y sobre todo de la irresponsabilidad de quienes creen que la
política es un negocio y nunca el arte de gobernar y hacer crecer una nación
.
El compromiso-ciudadano es, entonces, la capacidad de
participación, léase movilización, movilización de la colectividad local, que
luego crecerá a colectividad parroquial, municipal y por último nacional.
Movilización que como participación será pacifica y facilitara la creación de
un espacio ciudadano, que entusiasme como proceso a otros sectores del cuerpo
societal.
La sociedad venezolana y sus ciudadanos comprometidos serán
comprometidos en un nuevo ambiente político expresando en un esfuerzo
de transformación, que se acoplará a lo que se conoce como Resistencia Civil.
Resistencia Civil. Método de lucha política colectiva, en la que quedará claro
que desobedecer al gobierno, al poder político, al militarismo, al socialismo y
todo lo que ello encierra es un derecho y una obligación hoy de acción
colectiva.
Acción colectiva del compromiso-ciudadano, que crece de
la acción individual a la acción grupal y que explica el carisma del pueblo
venezolano, que muestra además una definición de acción conjunta: el poder
ciudadano. El compromiso-ciudadano surge de una pre-decisión que habla de la
existencia social, del hombre y mujer dignos que no soportan más esta realidad
confusa a pesar de la tristeza y de las dificultades creadas por el régimen
bochornoso, que se empecina en retardar el cambio de un país que ya sabe lo que
significa y lo que cuesta la democracia.
El compromiso-ciudadano es la nueva identidad de la masa
democrática. Compromiso que de manera crítica y riesgosa decidirá
mediante la movilización y acción colectiva ciudadana re-enrutar con un
esfuerzo transformador la posibilidad de que se vislumbre o se acerque
mediante la política se alcance la construcción y conducción de la polis.
Construcción
y conducción que es política y, ambas, pueden configurar una sociedad
venezolana democrática donde surgirán nuevos referentes como líderes, que
le den espacio central a tres procesos: producir acciones, reproducir eventos y
comunicar a otras masas, acciones con posibilidad de elección para instaurar el
orden social en Venezuela.
El compromiso-ciudadano como acto de construcción es el
fundamento de la participación política urgente en el barrio, en el vecindario,
en la universidad, es decir, en la calle. Ese acto de construcción que hoy
requiere a muchos Príncipes para que grupalmente se conviertan en los
nuevos creadores de un orden social democrático. Orden social democrático que
no se hará por la vía de la elección sino mediante la acción colectiva no
violenta de la Desobediencia, Desobediencia Civil.
El compromiso-ciudadano
no tiene color, no tiene jerarquía, no tiene jefe, lo que si tiene es el coraje
democrático de hombres y mujeres que ante la imposibilidad partidista para la
organización ya comprobada-motorizara a la ciudadanía para lograr un nuevo
orden social democrático como resistencia policía transcendente en el Siglo
XXI.
Transcendente hecho del siglo XXI, que no es otro más que
la reposición del vivir bajo el amparo de la Constitución, la decencia de
las instituciones de la democracia y muy distantes del bochorno del militarismo
y del socialismo marxista, que practicó los últimos 20 años los más diversos
modos y formas para contener el gen democrático de los venezolanos.
Ese
bochorno terminó por crear al compromiso-ciudadano como el actor clave,
crítico y definitivo para lograr el cambio, cambio mediante un aprendizaje
colectivo de educación mutua, que saliendo de un medio ambiente confuso
manipulado por la barbarie militarista logre un Ambiente Político
Real Expectante que nos abrirá la puerta a la democracia representativa.
Es original,
Digalo ahi digital
18 de Noviembre del 2019
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