martes, 18 de febrero de 2020

CÓMO ANALIZAN DIOSDADO CABELLO Y NICOLÁS MADURO EL CASO DE DELCY RODRÍGUEZ EN MADRID- Por Juan Carlos Zapata




Eso que dijo este lunes Diosdado Cabello en su programa de televisión de que son libres, que Venezuela es libre, que ellos son libres, y que “no nos importa lo que diga Estados Unidos”, está en línea con lo que dijo hace unos días en una reunión que celebró en la ciudad de Maracay con un grupo de confianza. Un cara a cara reducido. En el que analizaron el entorno. Lo que había que hacer. Y la necesidad de resistir.


Por algún lado siempre ocurre la filtración. Y la fuente reveló que el encuentro no tenía el propósito de analizar lo que le ocurrió en Madrid a la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, pero el hecho sirvió para colocarlo en la bandeja de los argumentos. La conclusión es que las sanciones son reales, y en tal sentido, no cabe otra opción que aguantar y resistir porque el poder no se entrega. La posición de Cabello no es televisiva. Es el mensaje que transmite puertas adentro.

En esa dirección se mueve también Nicolás Maduro. Diosdado Cabello y Maduro destacan el problema de las sanciones en tres vías. El impacto sobre la economía. El impacto en lo personal, para cada uno de los sancionados y sus familiares. Y el impacto político interno. Y en esta última consideración es donde cabe el caso de Delcy Rodríguez en España. Se transforma en referencia para argumentar que el riesgo existe, que no puede ser subestimado, y hay que extremar las medidas de seguridad y protección. Ya en el diario ALnavío se adelantó que con Delcy Rodríguez se sentó un precedente en Europa y que puede ser copiado por otros países.

Hacen el análisis porque hay malestar interno. Hay comentarios internos. Entienden que el gobierno se quedó sin plata, que en el Banco Central de Venezuela no hay reservas operativas, la producción petrolera no levanta, las operaciones de venta de oro se hacen más complicadas, igual que el tráfico de euros en efectivo. Los ministros, a pesar del convencimiento que expresan de seguir adelante, se quejan. Maduro ordena que se les grabe. Que se les espíe. Hacían lo mismo cuando el ministro de Educación Elías Jaua comenzó a hacer críticas. Hizo tantas, y al hacerlas públicas fue apartado del anillo del poder. Pero ya estaba en el punto de mira. Y en las escuchas. Pero Jaua no está sancionado. Y sigue siendo crítico.

Una fuente de inteligencia dice que los sancionados son vistos como rehenes, pero no de Estados Unidos o la Unión Europea, o Canadá, sino de Maduro. Es un elemento que aparece en los debates internos. Las sanciones son como un recordatorio. ¿Para dónde te vas a ir? ¿Para dónde se van a ir? Ahora dirán: Miren lo que le pasó a Delcy. Y Delcy Rodríguez rumia su orgullo y suelta la sonrisa que no es sonrisa; tiene rabia Delcy Rodríguez de que la hayan herido como la hirieron. Pero hasta ahora no la han visto flaquear. Por el contrario. Y Maduro tal vez la consuele. Y al mismo tiempo enfatiza en su caso, y el rol que debe seguir jugando en la revolución, manteniéndose firme, leal y decidida. Que este elogio es una forma de decirle: No tienes para dónde ir. Y esta insinuación hay que traducirla de otra manera: Eres rehén de la revolución.

Este es un mensaje extendido. Más desde que el 30 de abril quedaron en evidencia aquellos que se inclinan por negociar y también por la conspiración. Quieren irse. Hay peces gordos que quieren abandonar. Los presionan las esposas. Los presionan los hijos. Pero esos peces gordos no encuentran vía de escape. Aunque siempre están comentando que se van. Señalan que son técnicos, o jueces, o magistrados, y que no son políticos, ni del ala militar ni del ala civil. Quisieran vivir en Italia, o que los envíen a Rusia, a Turquía, al menos.

Mientras, la lucha por el poder no se detiene. En estos procesos, el movimiento es lo constante. Lo peor es quedarse quieto. Por eso se inventó la Asamblea Nacional Constituyente que estuvo primero en manos de Delcy Rodríguez y ahora de Diosdado Cabello. Y Cabello no la va a soltar así Maduro se haya inventado la Asamblea Nacional paralela con un grupo de diputados mercenarios que se prestaron para la operación contra Juan Guaidó.

Para Cabello esa Asamblea Nacional no existe. Por eso las materias importantes siguen pasando por la Constituyente que preside. Por eso Maduro rinde la memoria y cuenta ante ella y dice que está subordinado a este poder. Y lo dice con tanto énfasis que pocos se lo creen. Y el que menos se lo cree es Cabello, lo cual explica que se atrinchere en ese poder que para el chavismo es legítimo aunque no lo sea para el mundo. Y se atrinchera porque ambos, Maduro y Cabello, juegan a quién es rehén de cada quién, o juegan a ver quién se rinde primero, quién afloja primero.


Entonces, se vuelve al principio. En la reunión de Maracay -ciudad militar ubicada a una hora de Caracas- la línea expresada era la de la resistencia. Hay que dar por sentado que es Cabello reunido con un grupo que le es afín. Que lo sigue. Y que saben de antemano que la expresión de Cabello de no entregar el poder ni por las buenas ni por las malas no es un mensaje dirigido sólo a la oposición y a Washington sino también hacia Maduro y el grupo más cercano de Maduro. Por lo pronto, Maduro cree que Cabello es su rehén. Y Cabello que Maduro es el suyo. Pierde el que sufra el síndrome de Estocolmo.


Digalo ahi Digital

http://www.digaloahidigital.com/articulo/c%C3%B3mo-analizan-diosdado-cabello-y-nicol%C3%A1s-maduro-el-caso-de-delcy-rodr%C3%ADguez-en-madrid

18 de Febrero del 2020

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