Inditex como modelo
El primer puesto de
Amancio Ortega entre los más ricos del mundo avala la innovación y la gestión
de sus empresas
El ascenso del español Amancio Ortega, dueño de
Inditex (el grupo de Zara), a la categoría de “hombre más rico del mundo” de la
revista Forbes es uno de esos hechos anecdóticos que, paradójicamente,
encierran una notable significación. Poco importa si la fortuna de Ortega
(valorada en 71.700 millones de euros) es la mayor del planeta, si Bill Gates
tiene más patrimonio o si en el plazo de pocas horas las acciones de Gates
subirán como la espuma y vuelve a superar a Ortega. Lo relevante es que el
empresario español se mantiene tenazmente entre los tres o cuatro más valorados
del mundo; no hay casualidad ni suerte en ese hecho.
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El caso de Ortega e Inditex tiene que interpretarse
como la demostración de que la innovación es factible y rentable en cualquier
mercado. No es necesario operar en sofisticados sistemas de telecomunicaciones
o con especulación financiera para conseguir rentabilidad de gran valor para
los accionistas y para el empleo (Inditex cuenta con 6.700 tiendas y ocupa a
140.000 personas). La innovación implica sobre todo aplicar soluciones
sencillas a procesos complejos. A veces basta con resolver un problema
logístico para encontrar la llave de la rentabilidad.
Tampoco hay que olvidar que Inditex se beneficia de una buena gestión.
Sin ella no sería posible entender una cotización bursátil sistemáticamente en
alza ni una evolución sostenida de los ingresos. Pero, eso sí, constituye una
excepción en el parque empresarial español. Es una compañía grande en un
entorno caracterizado (salvo, lógicamente, la presencia de los bancos y las
empresas de servicios del Ibex, como las eléctricas, Repsol y Telefónica) por
el minifundio; en España hay demasiadas empresas pequeñas que tienen
dificultades para competir en su entorno próximo, que es Europa. El modelo de
Inditex indica por contraste que este paisaje necesita de una reforma, lenta,
pero inexorable, para ganar tamaño
Amancio Ortega, cofundador del grupo Inditex (Zara). / CABALAR (EFE)
Amancio Ortega, el hombre que juró que nunca
volvería a pasar hambre
Hablamos con David Martínez, autor de la biografía
no autorizada, en la que ahonda en la personalidad del artífice del imperio
Inditex y su ambición por liderar la moda global.
NOELIA RAMÍREZ
06 DE NOVIEMBRE DE 2012
Con 76 años, Amancio
Ortega ha amasado una fortuna que supera los 40.000 millones de euros. Foto:
Gtresonline
El 15 de mayo de 1975 Amancio Ortega (León, 1936) inauguraba la primera tienda Zara en A Coruña. Lo
hacía a tan sólo 200 metros de la camisería Gala, el comercio en el que trabajó
como 'chico de los recados' cuando apenas tenía 14 años. ¿Casualidad o
golpe de efecto? La simbología que esconde el nacimiento del imperio Inditex no
es una cuestión baladí. Ortega, hijo de un ferroviario
vallisoletano afincado en León, dejó los estudios con apenas 12 años y
se juró, a lo Scarlett O'Hara, que su familia nunca volvería a
pasar hambre. Una promesa nacida de la impotencia que le provocó saber que a su
madre ya no le fiaban en el ultramarinos.
Desde que entonó esa máxima, Ortega pasó de chico de los recados, a comercial de la empresa de confección La Maja, donde conoció a su ex mujer, Rosalía Mera, y empezó el germen de Zara. El éxito de las batas acolchadas de guata que la pareja cosía mano a mano por las noches, en sus ratos libres, permitió que junto a sus hermanos, una cuñada y el empresario fundador de Caramelo (José Antonio Caramelo) hiciesen despegar en 1972 a Goa Confecciones (las iniciales de Amancio Ortega Gaona al revés). Cuarenta años después, Ortega ha conseguido amasar una fortuna de 79.600 millones de dólares, unos 71.700 millones de euros, –sin contar un divorcio de coste estratosférico–, tener a más de 100.000 empleados en nómina y haber erigido más de 5.000 tiendas de sus marcas a lo ancho del planeta.
Con antecedentes dignos de un 'biopic' made in Hollywood, diseccionar qué esconde la personalidad del hombre más rico de España –y del mundo, según Forbes– es una aventura a la que pocos tienen acceso. El secretismo hermético que acompaña al ideólogo de Inditex es una constante desde que empezó su carrera. Jamás ha concedido una entrevista y es tan celoso de su intimidad que hasta el día de la boda de su hija Marta intentó por todos los medios no aparecer en la celebérrima foto del coche nupcial.
“Es un hombre de costumbres simples: le gusta la buena mesa, tomarse el café en el bar del pueblo y, a excepción de la hípica o una pequeña pasión por los coches, no tiene ninguna extravagancia especial”, cuenta el periodista David Martínez, que ha pasado el último año y medio investigando sobre “cómo un hombre desconfiado de la fama y de origen humilde consigue levantar una empresa de éxito de la misma nada”. Un trabajo que ha supuesto visitar y acercarse a los conocidos de todos los rincones en los que Ortega vivió (desde su infancia en León a su establecimiento en Galicia), entrevistar a miembros del consejo de Inditex, visitar las instalaciones de Arteixo y hasta tener dos conversaciones “informales” con el mismísimo “Don Ortega”. Un trabajo que se ha materializado en la biografía no autorizada “Zara, visión y estrategia de Amancio Ortega”, editada por Conecta.
Desde que entonó esa máxima, Ortega pasó de chico de los recados, a comercial de la empresa de confección La Maja, donde conoció a su ex mujer, Rosalía Mera, y empezó el germen de Zara. El éxito de las batas acolchadas de guata que la pareja cosía mano a mano por las noches, en sus ratos libres, permitió que junto a sus hermanos, una cuñada y el empresario fundador de Caramelo (José Antonio Caramelo) hiciesen despegar en 1972 a Goa Confecciones (las iniciales de Amancio Ortega Gaona al revés). Cuarenta años después, Ortega ha conseguido amasar una fortuna de 79.600 millones de dólares, unos 71.700 millones de euros, –sin contar un divorcio de coste estratosférico–, tener a más de 100.000 empleados en nómina y haber erigido más de 5.000 tiendas de sus marcas a lo ancho del planeta.
Con antecedentes dignos de un 'biopic' made in Hollywood, diseccionar qué esconde la personalidad del hombre más rico de España –y del mundo, según Forbes– es una aventura a la que pocos tienen acceso. El secretismo hermético que acompaña al ideólogo de Inditex es una constante desde que empezó su carrera. Jamás ha concedido una entrevista y es tan celoso de su intimidad que hasta el día de la boda de su hija Marta intentó por todos los medios no aparecer en la celebérrima foto del coche nupcial.
“Es un hombre de costumbres simples: le gusta la buena mesa, tomarse el café en el bar del pueblo y, a excepción de la hípica o una pequeña pasión por los coches, no tiene ninguna extravagancia especial”, cuenta el periodista David Martínez, que ha pasado el último año y medio investigando sobre “cómo un hombre desconfiado de la fama y de origen humilde consigue levantar una empresa de éxito de la misma nada”. Un trabajo que ha supuesto visitar y acercarse a los conocidos de todos los rincones en los que Ortega vivió (desde su infancia en León a su establecimiento en Galicia), entrevistar a miembros del consejo de Inditex, visitar las instalaciones de Arteixo y hasta tener dos conversaciones “informales” con el mismísimo “Don Ortega”. Un trabajo que se ha materializado en la biografía no autorizada “Zara, visión y estrategia de Amancio Ortega”, editada por Conecta.
A finales de julio,
había 1.671 tiendas de Zara repartidas por el mundo.Foto:
Getty Images
Martínez, al que le habían negado por
activa y por pasiva la posibilidad de entrevistar directamente a Ortega,
topó con él de casualidad en la zona de diseñadores de Arteixo. A pesar de que
cedió el timón de Inditex a Pablo Isla en 2011,Ortega visita
con regularidad el “corazón” de Zara en el polígono de Sabón. “Apareció con
varios retales en la mano. Me acerqué a él, le dije que era periodista y que
estaba escribiendo un libro sobre él y Zara, e inmediatamente me invitó a
acompañarle a la cantina para que tomásemos un café”. De esta conversación
informal y otro encuentro más, Martínez asegura que Ortega es un hombre
“ambicioso y extremadamente observador. Esto no implica que tenga una visión
fría, simplemente conoce cómo es empezar desde abajo y lucha por mantener su
éxito; hasta se enorgullece de que sus propias marcas compitan entre ellas”.
Un observador “obsesivo”, que “llegó a fabricar en serie una chaqueta motera
de los 80 que había visto en un peatón mientras iba en su
coche de camino al trabajo”.
El periodista defiende que la cabeza pensante de Inditex es un “idealista vanguardista”.“Cuando empezó, era capaz de conducir hasta París para ojear las tendencias de la Alta Costura y después trasladarlas en moda al mejor precio”. Un trabajo del que después se harían cargo los polémicos “ojeadores” que la empresa tiene repartidos por todos los desfiles, festivales de música o espacios dignos de recoger los 'musts' del momento. Una actitud que se ha ganado más de una crítica por sus competidores (hasta Isabel Marant hizo un guiño irónico a Zara en su último desfile), pero más que rentable para sus cifras de negocio. “En Inditex niegan la copia. La empresa asegura que se dedica a recoger las 'tendencias globales', ya sea en las pasarelas o en encuentros sociales”, explica.
El periodista defiende que la cabeza pensante de Inditex es un “idealista vanguardista”.“Cuando empezó, era capaz de conducir hasta París para ojear las tendencias de la Alta Costura y después trasladarlas en moda al mejor precio”. Un trabajo del que después se harían cargo los polémicos “ojeadores” que la empresa tiene repartidos por todos los desfiles, festivales de música o espacios dignos de recoger los 'musts' del momento. Una actitud que se ha ganado más de una crítica por sus competidores (hasta Isabel Marant hizo un guiño irónico a Zara en su último desfile), pero más que rentable para sus cifras de negocio. “En Inditex niegan la copia. La empresa asegura que se dedica a recoger las 'tendencias globales', ya sea en las pasarelas o en encuentros sociales”, explica.
La empresa, además, cuenta con un equipo de
unos 90 diseñadores que trabajan diariamente en Arteixo. Un crisol
cultural con creadores venidos de casi todos los puntos del planeta –hay
incluso dos diseñadores de las dos costas estadounidenses para interpretar los
diseños que funcionarán en Los Angeles o Nueva York–, y que se complementa con
la sobredosis de información que reciben diariamente de las tiendas de
todo el planeta. Consejos de clientes, prendas que funcionan (o no) y
preferencias de los usuarios. Nada escapa al engranaje de Inditex.“En el
fondo, su fuente de información es la propia tienda y el escaparate es su
reclamo publicitario”. Tal es la obsesión por el detalle, que en
Arteixo hay una planta específica con réplicas de las 40 tiendas más
importantes para que nada falle a la hora de vestir sus locales.
Tras conseguir producir más de 900 millones de prendas al año, ¿le queda algún objetivo por cumplir a Amancio Ortega? “Quiere ser el protagonista de la moda global. Su sueño es que las clientas de Dior o Chanel también compren en Zara y que no se sientan avergonzadas por ello”.
Tras conseguir producir más de 900 millones de prendas al año, ¿le queda algún objetivo por cumplir a Amancio Ortega? “Quiere ser el protagonista de la moda global. Su sueño es que las clientas de Dior o Chanel también compren en Zara y que no se sientan avergonzadas por ello”.
Quizá le deje esa labor a su hija menor, Marta, a quien “ha ido educando en la sombra” para que tome el timón de la empresa. Licenciada en Ciencias Empresariales, trabajó como dependienta en una de las tiendas de Londres, después se trasladó a las oficinas del grupo en París y Asia. La última fase de su formación antes de su traslado a Arteixo la desarrolló en Tordera (Barcelona). Actualmente es vicepresidenta de las patrimoniales y trabaja mano a mano con su padre, encaminada, dicen, a tomar las riendas de un imperio de moda global.
(Este artículo se actualizó el 23 de octubre de
2015 con los datos económicos a propósito de la fortuna de Ortega publicados en
la revista 'Forbes')
Marta Ortega, la menor
de sus hijos, está llamada a ser la futura heredera del imperio Inditex. Foto:
Gtresonline
Amancio
Ortega desplazó a Bill Gates como el más rico del mundo
Amancio Ortega,
propietario de las tiendas Zara | Foto: Refencia
La
revista Forbes publicó por primera vez en su ranking de fortunas al cofundador
de las tiendas Zara
EL NACIONAL WEB23
DE OCTUBRE 2015 - 10:38 AM
La revista Forbes, especializada
en el mundo de los negocios y las finanzas en Estados Unidos, modificó este
viernes la cifra de Amancio Ortega, propietario de las tiendas Zara, a 19.600
millones de dólares. Ahora está por encima de Bill Gates con 1.500 millones
menos, reseñó Infobae.
Ortega ha utilizado su capital para construir un
gigantesco imperio inmobiliario.
Amancio Ortega es un hombre extremadamente
discreto. Solo algunas fotos robadas abordo de su yate permiten conocer el
gusto que tiene por la navegación.
Otras de sus características es que jamás ha
concedido una entrevista, no asiste a celebraciones ni eventos de empresarios y
nunca ha participado en foros de líderes mundiales.
El tercero es el magnate de los medios de
comunicación Warren Buffett, con 64.400 millones de dólares, luego el
mexicano Carlos Slim, con 62.500 millones.
Les
siguen en la lista de las mayores fortunas del mundo el fundador
de Amazon, Jeff Bezos, con 49.900 millones de dólares, y el creador
de Oracle Larry Ellison con 47.600 millones de dólares.
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