Es una palabra que a los empleados de la
encuestadora venezolana Datin Corp. les causaba pena al decirla, pero que todos
terminaron utilizando cuando el presidente de la compañía les preguntaba por
teléfono qué estaban recogiendo durante el trabajo de campo realizado para su
informe más reciente, publica El Nuevo Herald. “Jefe, aquí la gente está arrecha [furiosa]”, decían los
empleados, que no se comunicaban entre ellos y que incluso no se conocían,
desde distintos puntos del país, afirmó Jesús Seguías, presidente de Datín
Corp., en una entrevista realizada el miércoles en Miami.
“Todos
coincidieron en usar la palabra para describir lo que estaban viendo […] Hay
mucha molestia, rabia y odio entre los venezolanos”, resaltó el encuestador,
cuyos informes estuvieron entre los más acertados durante las elecciones
presidenciales del 2012 y del 2013.
Pero lo que se
vislumbra para el próximo año es mucho peor, advirtió Seguías, al advertir que
Venezuela está por entrar en un período muy difícil plagado por el riesgo del
descalabro económico y de violencia política.
“El primer
trimestre del año que viene va a ser un primer trimestre muy duro. De no haber
un viraje a partir del 7 de diciembre, el país va a entrar en una situación muy
difícil”, sostuvo Seguías.
“El gobierno
nacional perdió el control de la calle, perdió el control de la economía. […]
El gobierno cree que con represión puede resolverlo, pero no es así, y en este
momento, no se puede percibir un desenlace sereno, limpio, sino un desenlace a
través de un baño de sangre, en caso de que se quiera hacer de manera fáctica”,
advirtió.
El grave
problema para el régimen bolivariano es que su proyecto político ya está
agotado, y debe dar pasos a correctivos económicos radicales, pero su cúpula
parece no haberse percatado de la situación e insiste en seguir aplicando un
modelo que ya no es viable.
Las encuestas continúan demostrando la impopularidad del régimen.
El nivel de aceptación del gobernante Nicolás Maduro, aunque ha dejado de
descender, se mantiene entre solo el 18 y el 20 por ciento, mientras que la
popularidad del chavismo se encuentra entre el 20 y el 22 por ciento.
La rabia
acumulada de los venezolanos, atizada por los graves problemas económicos del
país, por el momento luce se va a volcar en contra del chavismo en las
venideras elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, y que en teoría podría
conducir a una contundente derrota electoral del oficialismo.
La Patilla, octubre 22, 2015 6:55 am .
Antonio Maria Delgado
Más información en El Nuevo Herald
No hay comentarios:
Publicar un comentario