martes, 20 de octubre de 2015

El coco del presidente - Ana Forero. "El que nace escaso ni que lo fajen chiquito - H. García Larralde



En la prensa de hoy la mayoría de los grandes titulares se ocupan del simulacro electoral que realizó ayer el Consejo Nacional Electoral. Este simulacro contó sólo con la participación del Psuv, la MUD se hizo al margen. Y como buena parte de la prensa está manejada con el criterio editorial oficialista, pues tenemos que este simulacro fue todo un éxito.
Sin embargo, hay voces que afirman lo contrario. Por ejemplo, un despacho de la Agencia EFE dice:
Frente a lo que fue el desastre de convocatorias del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), para el simulacro electoral realizado este domingo, que contrarrestó con los recuerdos de aquel PSUV que llenaba los centros de votación en todo el país, a Nicolás Maduro no se le ocurrió otra cosa que arremeter contra el presidente de Empresas Polar, Lorenzo Mendoza.
Nicolás Maduro, pidió este domingo que la justicia venezolana procese a Lorenzo Mendoza, dueño de Empresas Polar, por una admitida negociación para obtener recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Es delito lo que él hizo y está haciendo: hablar en nombre de la patria; es un delito grave contemplado en el ordenamiento jurídico y debe ser procesado, tiene que ser procesado. Espero que los órganos de justicia reaccionen porque ¿qué es eso de que está hablando con el FMI?”
Tal como EFE presenta la noticia, no sabemos si en efecto el Presidente Maduro hizo esa llamada a VTV para tapar el supuesto fracaso del simulacro, pero en todo caso su acusación contra Mendoza trae lo suyo. Como se dice en criollo, Mendoza se ha convertido en el “coco” del presidente Maduro, es su obsesión. Una obsesión vieja, por lo visto insuperable.
¿Qué ocurre?
Recordarán que Diosdado  Cabello presentó una grabación donde conversan Mendoza y el economista venezolano, de la Universidad de Harvard, Ricardo Hausmann. En primer lugar, la grabación es ilegal y la difusión de esa conversación es un delito. Pero, a efectos del régimen, eso pasa a ser algo menor porque es el presidente de la Asamblea Nacional el que la divulga. ¿De qué hablan estas dos personas? De la situación económica del país, de lo mal que estamos. Y evidentemente hablan de una situación hipotética en la que se empezarían a tomar medidas para recuperar la economía nacional. Se habla de cifras como 40 o 50 mil millones de dólares que habría que inyectarle a la economía venezolana. Se menciona que el FMI podría aportar esa cifra. Eso es lo fundamental de la conversación.
Antes, ya había dicho Nicolás Maduro, promocionando el programa de Cabello, “por allí vendrá la prueba de cómo la oposición le pide al Fondo Monetario Internacional 60 mil millones de dólares para dar un golpe de estado”. Se nota que aquí hay una tergiversación por completo de la idea. En ningún momento de la conversación se habla de golpe. ¿Qué es el Fondo Monetario Internacional? ¿Una organización que está allí para financiar golpes? No. El Fondo Monetario Internacional, al cual pertenece nuestro país, porque es firmante de su constitución y tiene su gobernador, es una institución para ayudar a los países. Y su relación es con los gobiernos, no con los particulares. Así que mal puede el Fondo Monetario Internacional reunirse con Lorenzo Mendoza o cualquier otro particular. De hecho, Mendoza lo dicho, jamás se ha reunido con el Fondo Monetario Internacional.
¿Dónde está el delito? ¿Dónde está el delito que busca el presidente Maduro?
El detalle es que antes de que se divulgase todo esto el gobierno de Venezuela se había reunido con el Fondo Monetario Internacional a través de su gobernador en la institución. El Almirante (r) Diego Molero Bellavia, de ingrata recordación en su paso por el Ministerio de la Defensa. Además de ser el gobernador de Venezuela ante el FMI, el Almirante Molero es también el Embajador de Venezuela en Perú. Pues bien, entre el 5 y el 11 de octubre de este año, se dio la reunión anual de la Junta de Gobernadores del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional en la ciudad de Lima. Y en esos días Molero sostuvo encuentros tanto con el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, como con la directora del FMI Christine Lagarde. Esa información la divulgó el semanario La Razón con foto donde vemos al señor Molero reunido con estas personalidades y la ha dado a conocer el portal Runrunes.com. informando que Venezuela está en negociaciones con el FMI.
¿Entonces?

Escuchar el programa de Cesar Miguel Rondón



“El que nace escaso ni que lo fajen chiquito”


Humberto García Larralde, economista, profesor de la UCV, humgarl@gmail.com



La verdad es que ya no hay límites a nuestra capacidad de asombro. Me acabo de enterar, este jueves por la noche, que Maduro en cadena televisa nacional está utilizando el audio de una conversación telefónica entre Lorenzo Mendoza y Ricardo Hausemann ilegalmente “pinchada” para su divulgación pública por Diosdado Cabello, para arremeter contra ambos por haber intercambiado ideas sobre la solución de los problemas económicos del país (¡¡!!). Parece mentira que, quien ejerce la presidencia todavía no tenga ni idea de dónde está parado:

1)      Que está convalidando un crimen, cual es la grabación sin orden judicial de una conversación privada;

2)      Que, en vez de aprovechar constructivamente que dos personas sumamente calificadas opinen sobre la solución de los problemas económicos nacionales, los denuncia (¡¡!!);

3)    Que a estas alturas no haya captado la necesidad imprescindible, insoslayable, ineludible, imperiosa y todas las demás “ibles”, de negociar un importante financiamiento internacional para atajar la caída hacia el abismo de la economía nacional, cosa en la que se centra el intercambio de la conversación interceptada; y

4)      Que Maduro crea que tal “revelación” lo beneficia políticamente (¡¡!!).

Para colmo, parece que la arremetida contra ambos ciudadanos se quiso “justificar” esgrimiendo -¡a estas alturas!- la idiotez sempiterna de una guerra económica. Pero el fascismo no se distingue precisamente por su disposición a usar el raciocinio para imponer su causa. Apela a los temores más primitivos, a perjuicios atávicos, al fomento de resentimientos larvados por una retórica de odios, para provocar las pasiones de sus seguidores contra quienes los enemigos necesarios. Criminalizar la opinión inteligente se convierte en obligación, pues ésta desenmascara las contraposiciones maniqueas simplistas con que se alimenta el poder fascista. Y es que tanto odio, tanto resentimiento, no puede sino envenenar las pocas neuronas que les concedió la naturaleza. Está comprobado que el fanatismo embrutece.


En el fondo está el pavor que sienten los que tanto se han aprovechado de su usufructo discrecional del poder, ante la perspectiva cierta de perder todos sus privilegios. No entender la naturaleza mafiosa, fascista, de quienes han destruido el país en nombre de una “revolución”, es no saber a quienes nos enfrentamos. 

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