Un año sumamente austero, de recortes, crisis económica y presupuestaria,
reducción drástica en la producción, edición e importación de libros y, por
supuesto, costos operativos, inversión, logística y demás limitaciones, llevó a
todo el equipo del Consejo de Publicaciones de la ULA a evaluar, a fondo, todos
los aspectos de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU), en términos de expositores,
actividades, ofertas, artesanos, horarios de funcionamiento, actividades y sede.
“Esta edición de la FILU es la décima novena, y si bien las últimas
ediciones han sido muy difíciles de hacer, está particularmente teníamos
suficientes elementos para suspenderla, pero hemos evaluado todos los aspectos
y hecho un rediseño de esta, garantizando la misma, garantizándole al país, a
Mérida y a la ULA, un evento de calidad, un evento donde si bien tendremos menos
de la mitad de expositores, libreros y editoriales, porque sencillamente no
tienen libros que exponer, no es menos cierto que garantizaremos la presencia
de novedades, de alternativas, de libros en todos sus tipos y géneros en
términos de editoriales públicas y privadas, nacionales, internacionales, universitarias, y en estos momentos diseñamos
y estructuramos todo el programa académico FILU 2016, que está dedicada a los
40 años del Consejo de Publicaciones como editorial universitaria”, manifestó
José Antonio Rivas Leone, coordinador del Consejo de Publicaciones de la ULA.
Así mismo, el profesor Rivas Leone agradeció al ciudadano Gobernador por el
acercamiento que han logrado, particularmente en la persona de Neomar Velásquez,
director del Centro de Convenciones Mucumbarila, que si bien exoneró
prácticamente el costo de los espacios del Centro de Convenciones Mucumbarila,
no es menos cierto que hay una serie de gastos operativos referidos a personal,
planta eléctrica, tabiquería y otros, que hacen imposible hacer la FILU en el mencionado
centro de convenciones, y menos aún con el descenso que tiene la feria por la
falta de patrocinantes y de participantes que no tienen libros que traer a
Mérida. “Hemos recibido un respaldo muy valioso del Hotel La Pedregosa, hemos
evaluado espacios, salones, planta eléctrica, locaciones y demás aspectos, y de
manera particular un tratamiento excepcional hacia la Universidad de Los Andes,
hacia el Consejo de Publicaciones y la FILU al exonerarnos todos los espacios
que ocuparemos y reducir costos operativos, aspecto que demuestra un compromiso
de Mérida, y en este caso del sector privado, en la palabra escrita, en la
cultura y en estos eventos que representan, en los momentos de crisis, un aire,
un alivio y una alternativa. No olvidemos que la FILU es un espacio de
encuentro, plural, amplio, cultural y todas nuestras actividades son gratuitas
en términos de foros, talleres, conferencias, bautizos, espacio y pabellón
infantil, entre otros”, resaltó el profesor Rivas Leone.
Para finalizar el profesor Rivas Leone agradeció a la ULA, a sus autoridades,
a sus dependencias, al IPP Apula, a sus patrocinantes, tales como la Fundación
Polar, Banesco, Banco Mercantil, Hotel La Pedregosa, a Mérida y a tanta gente
que los apoya, muy especialmente a todo el equipo de profesionales, a los
medios de comunicación social que hoy permiten realizar una nueva edición de la
FILU. Golfredo Lobo / Prensa ULA / CNP 14.293
Foto
José Antonio Rivas Leone, coordinador del Consejo de Publicaciones de la
ULA (Foto Ramón Pico)
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