Durante mucho tiempo hemos escuchado hablar del fulano
“bloqueo” de los EEUU contra la isla de Cuba. Para unos, la causa de todos los
males del pueblo cubano, para otros, una excusa de los Castro para justificar
el estrepitoso fracaso de su modelo comunista. Lo que no imaginamos es que años
más tarde seríamos nosotros quienes estaríamos escuchando, de boca de la mafia
que controla momentáneamente el poder, que también somos víctimas de un
“bloqueo del imperialismo yankee”. Un discurso que no tiene ningún tipo de
credibilidad a lo interno, pero que internacionalmente pudiera generar algunas
solidaridades, sobre todo en gente mal informada y predispuesta a todo lo que
involucre a los EEUU.
He leído en redes sociales a europeos que hablan de un
supuesto “bloqueo” a Venezuela desde el año 2000. La ignorancia sobre la
situación venezolana no tiene límites y hay quienes hasta dictan conferencias y
escriben artículos sin tener la mínima idea sobre lo que aquí se pasa. Incluso
hoy, cuando la administración del presidente, Donald Trump, ha aprobado medidas
destinadas a la protección de activos de la República por solicitud del
presidente, Juan Guaidó, Venezuela continua vendiendo petróleo a los EEUU y en
boca del propio usurpador recibiendo “dinero cash”. Si, los americanos son uno
de los pocos que pagan por la cada vez deprimida producción de petróleo
venezolana, pero aún así hay quienes se atreven de hablar de un tal “bloqueo”.
Este discurso no solo uno lo encuentra en algunos
ciudadanos del mundo, sino que también se refleja en ciertos medios de
comunicación y agencias de noticias que producto de su animadversión contra
Trump, han asumido una cobertura tendenciosa y poco ética de la crisis
venezolana. Estos medios deben entender que no se tratan ni de Trump, ni de
derechas ni de izquierdas, sino de una nación que tiene veinte largos años
luchando por su libertad y que nunca antes había estado más cerca de alcanzarla.
Se trata de una lucha del mundo libre contra una dictadura que asesina cada día
miles de venezolanos.
Las calamidades del venezolano no tienen tres o cuatro
años, vienen del propio momento en el que el chavismo se le pasó por la mente
abrazar el moribundo modelo socialista y comenzó los ataques contra la
propiedad privada, a través las expropiaciones, la nacionalización de empresas
y los controles que hicieron cada vez más difícil producir en Venezuela,
incentivando así la creación de la más grande red de corrupción en la historia
de nuestro país. Una mafia que se enriqueció producto del negocio de los
dólares y las importaciones, mientras el pueblo se hundía cada vez más en la
más profunda miseria. Ya durante los años 2006-2007 se manifestaban los primeros
signos de la escasez, cuando la obtención de productos como la azúcar y la
leche se hizo cada vez más cuesta arriba. Escasez en plena bonanza económica,
con un petróleo que superaba los cien dólares. Habría que ser bien incompetente
para quebrar un país en la época donde recibió sus mayores ingresos. Eso solo
lo logró el socialismo.
El verdadero bloqueo ha sido el que ha impuesto
durante años el régimen chavista contra los venezolanos, ese que tiene su
origen en el momento donde empezaron a elegir por nosotros cuándo y qué
debíamos comer y que hoy en su ocaso se manifiesta en una imagen que le ha dado
la vuelta al mundo: unos containers que atravesados en plena frontera impiden
el ingreso de la ayuda humanitaria. Este bloqueo criminal se ha traducido en
miles de muertos, pero hoy gracias a la comunidad internacional y a la decisión
de un pueblo de levantarse tras tanta humillación asistimos a su fin. Vamos
bien Venezuela porque vamos a triunfar.
Brian Fincheltub
Fincheltubbrian@gmail.com
@Brianfincheltub
Fincheltubbrian@gmail.com
@Brianfincheltub
8 febrero 2019
www.runrunes.com
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