El filósofo
presenta nuevo libro, 'Historia visual de la inteligencia', y habla con
'Vozpópuli' sobre los ataques a la educación concertada y el papel de la
universidad en Cataluña
Son las doce de la mañana y el filósofo José Antonio Marina habla
con una mano posada sobre su cabeza. Algo en su postura remite al viejo, y en
ocasiones olvidado, oficio de pensar, que es a lo que él se dedica. Autor de
más de treinta libros dedicados a la inteligencia y el pensamiento creativo,
Marina acaba de presentar una Historia visual de la inteligencia (Conecta), un libro ilustrado por Marcus Carús donde
explica, a modo de bitácora para un ser de otro mundo, los orígenes de la
inteligencia humana desde la antigüedad hasta la inteligencia artificial.
Toledano, Marina ha dedicado su vida a reflexionar acerca del
pensamiento, desde la neurología hasta la ética. La función principal de la
inteligencia no es conocer, asegura, sino alcanzar la felicidad y la dignidad.
Dentro de este proyecto ha dedicado libros a la creación, los sentimientos, la
voluntad, el lenguaje, la ética, la religión y la política. Ganador de los
premios Anagrama de Ensayo, Giner de los Ríos de la
innovación Educativa y el Nacional de Ensayo, la educación
y el pensamiento son los pilares de su obra. Sobre estos temas, y su relación
con la actualidad política de España y el mundo, habla en esta entrevista
concedida a Vozpopuli.
Su libro aborda el pensamiento desde los orígenes de la humanidad hasta
la inteligencia artificial. ¿Los avances tecnológicos de hoy equivalen a las
desigualdades de mañana
Esa es una de las advertencias que plantea el libro: todavía estamos a
tiempo de tomar previsiones para aprovechar las ventajas de las nuevas
tecnologías y evitar la aparición de nuevos problemas. La biotecnología, los
implantes neuronales o los sistemas de inteligencia artificial son sistemas muy
caros y van a estar a disposición de unos pocos. Si las personas que tienen
mucho dinero pueden, además, ser más inteligentes la brecha se amplía. En el
libro, advierto que los sistemas educativos nacionales van a ser desbordados
por sistemas educativos rápidos, eficaces y que acabarán siendo muy baratos.
Empresas tecnológicas y grandes corporaciones informáticas como Apple,
Microsoft o Google ya están trabajando en ello, porque tienen una visión muy
clara del negocio. Las últimas estadísticas, de 2015, indican que el negocio de
la formación alcanza los 4,5 billones de dólares. Los sistemas educativos
estatales van muy lentos, la gente quiere sistemas rápidos.
Si ya se dio la transformación de los electores en cliente, ¿ahora los
alumnos serán clientes también?
No tiene sentido, pero está
en la lógica de los tiempos. Por eso tenemos que advertirlo. Acaba de
traducirse en España un libro que se titula La transformación de la
mente contemporánea. Es un estudio sobre la universidad americana y que
explica por qué se han excluido los debates sobre temas de actualidad, lo
cual significa una manera de eliminar el pensamiento crítico. Los rectores
consideran que el alumno es un cliente, por tanto: el cliente siempre tiene la
razón. Hay que molestarle poco, inquietarle lo justo. Eso, además de ser un
relajamiento de la capacidad crítica, favorece el auge de los populismos, de
las soluciones fáciles y el debilitamiento democracia. Estamos detectando que
la gente joven universitaria piensa que quizá los regímenes democráticos
liberales no son tan buenos, y que valdría la pena un sistema más autoritario.
José
Antonio Marina en entrevista con Vozpópuli. Clara Rodríguez
¿Las humanidades están acorraladas por la tecnología o la ciudadanía
huye de ellas?
Todos vivimos muy cómodos porque la tecnología nos facilita las cosas a
cambio de nuestros datos. Y se lo damos encantados. Se está generando una
epidemia de comodidad. Que las máquinas piensen por mí y elijan por mí. Google
sabe lo que me interesa y lo que quiero. Así que elija Google. No exagero, está
pasando. Por debajo de todos esos algoritmos hay gente muy lista que sabe
muchas cosas. El escándalo de Cambridge Analitycs y su influencia fue por eso.
Estaban buscando sistemas de persuasión y de cambio de creencias a través de
medios electrónicos. En la actualidad existe la economía de la atención. La
atención es el bien más y por tanto, la competencia es pelear para llamar
nuestra atención antes que otro.
La capacidad de interpretación está cada vez más aplanada. Es una
paradoja y usted la plantea en su libro.
Vamos camino hacia algo incluso más sencillo. El éxito que están
teniendo las carreras de Economía, Ingeniería Informática y Matemáticas excluye
el resto de disciplinas del centro educativo. Saber programar es más útil que
saber de literatura, porque el mundo contemporáneo se comunica en ese lenguaje.
Eso nos plantea un problema serio. En los próximos 50 o 60 años vamos a
configurar cómo será la vida del futuro. No tenemos mucho tiempo para corregir
lo que estamos haciendo mal y este libro plantea esa advertencia.
¿Qué es lo urgente?
Necesitamos comprender, porque ahora se ha presentado una dualidad muy
atractiva y peligrosa: no hace falta que comprendamos las cosas, con tal que
sepamos usarlas. No se trata de saber cómo funciona esto –señala un teléfono-
sino de comprender cómo este teléfono inteligente influye en mi forma de
pensar. Sean Parker, ex presidente de Facebook, dijo en un texto: “Solo Dios
sabe lo que estamos haciendo por el cerebro humano”. Pues ha sido muy honrado
en decírnoslo. Eso nos lleva a entender lo que ocurre. Usamos las
instituciones, la democracia, el sistema judicial, pero convendría comprender
qué es una Constitución, una separación de poderes o por qué a conceptos
abstractos como Naciones o Pueblos se les reconocen derechos. ¿Necesitas
comprender a la personas o usarlas? ¿Podemos llevarnos el modelo de relaciones
económicas a todo? Tenemos que comprender eso.
José
Antonio Marina en entrevista con Vozpópuli. Clara Rodríguez
El cambio real desde la aparición de Internet ha sido muy breve.
Hablamos de 50 años del origen de Internet. Es aún muy poco para plantear un
cambio de ese calibre.
Ahora se habla de la generación I-generation, que se centra
en el 2007, por una razón: porque es la generación que tenía 12 años cuando se
lanza el iPhone. La aparición del teléfono inteligente es lo que ha supuesto la
verdadera revolución. Está basada en otras claro, pero es el quiebro porque la
verdadera llegada de Internet no es al ordenador, cuando Internet entra de
lleno en la vida de la gente es cuando llega a los teléfonos.
Por esa lógica que propone, un mundo pre-seleccionado, no es que falten
ideas. Es que circulan las mismas. Dos o tres.
Estamos en un momento de poca potencia ideológica en política. El
sistema bipartidista, que es muy antiguo, está sumamente estructurado que
cuando aparecen otros partidos, acaban teniendo que posicionarse respecto de
los dos bloques. Eso le ocurrió a Podemos y Ciudadanos, los dos partidos que
querían romper el bipartidismo. ¿Puede existir un partido de centro? Ese es un
tema importante que me interesa. Lo que llamamos centro podría ser un sistema
de moderación entre dos partidos, para no asustar a la gente. Pero si los
nuevos partidos fuertes se van hacia el centro, se fortalecen los extremos de
los nuevos que aparezcan.
¿El bipartidismo, entonces, además de geológico, es invencible?
Así es. La otra interpretación es un partido de centro que mezcle
elementos. Podría existir, pero no puede dar por sentado el bipartidismo,
porque consolidaría el sistema. Estamos en un mundo VICA: Volátil, Incierto,
Complejo y Ambiguo. Para manejarte ahí no sirven dos estructuras ideológicas
tan consolidadas, Izquierdas-Derechas, porque el mundo está cambiando mucho. Se
necesita un partido con una enorme rápida para aprender y para distinguir dónde
está lo relevante. Eso implica un partido mucho más vivo y menos encasillado en
posturas dogmáticas. Todos los partidos políticos, como todas las iglesias,
fingen más certezas de las que tienen.
¿Qué opina del papel de la universidad catalana en el proceso de
secesión en Cataluña?
En Cataluña están pervirtiendo la universidad. No puede
ideologizarse, sino buscar el pensamiento crítico, que es lo contrario del
adoctrinamiento. El posicionamiento de los rectores en Cataluña es una
alteración grave de la libertad de cátedra. Hay que reflexionar sobre el
derecho a la libertad de cátedra, porque está cambiando de sentido. Tanto la
libertad de cátedra como el funcionariado público, que aparecen en el XIX,
tienen como función defender a los científicos de la universidad de las
injerencias de la iglesia. Esa libertad de cátedra se extendió a la enseñanza
secundaria. Sin embargo, el derecho de la libertad de cátedra es para que tenga
libertad de investigar, no de adoctrinar.
José
Antonio Marina en entrevista con Vozpópuli. Clara Rodríguez
Que opina de las declaraciones de la ministra Isabel Celaá? ¿Para
apoyar educación pública hay que ir contra la concertada?
Estos son problemas muy viejos que datan del XIX. Veamos: la ideología
es a la educación lo que la mixomatosis al conejo. La mixomatosis es una
enfermedad que arrasó con los conejos. No dejó uno vivo. Ocurre lo mismo con la
educación y la ideologización. Uno de los temas de la ideologización es cómo
gestionar la educación pública. Todos sabemos que debe existir, pero lo que no
sabemos es si debe por funcionarios públicos o por empresas privadas. La
ley del concierto educativo es socialista y fue un acierto, el problema ha
estado en su aplicación.
¿Es decir, el debate sobre la elección?
Lo único que pueden elegir los padres, y que sí protege la Constitución,
es la posibilidad de elegir la educación moral y religiosa de sus hijos. Celaá
tiene razón, la elección de colegio no está en la constitución, porque está
regulado en unas leyes posteriores.
¿Admite que hubo una cierta beligerancia en la intervención de la
ministra?
Es otro ataque contra la educación centrada y no tiene más que sentido
que llamar la atención. Estoy seguro de que no se quitará la enseñanza
concertada porque es un ahorro para el Estado. Es propagandístico, para
mantener una postura progre muy tonta. Ahí colabora el hecho, hay que decirlo,
de que la educación concertada es muy torpe al momento de explicar en qué
consiste. Su defensa es muy poco sensata, porque no sabemos qué es ni qué se
está atacando.
American nuestra
13 de Diciembre del 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario