lunes, 11 de noviembre de 2019

Países latinoamericanos donde más se usan las redes sociales - David Marcial Pérez y Gustavo Belíz





Paraguay, Costa Rica, Uruguay y México: los países de Latinoamérica donde más se usan las redes sociales
La mitad de los latinoamericanos sin agua potable y con dificultades para alimentarse a diario está enganchada a la tecnología 2.0

Sin agua potable, con dificultades para alimentarse a diario, pero enganchados a Facebook y Whatsapp. Más de la mitad de los latinoamericanos que apenas tienen acceso a los bienes básicos, están sin embargo conectados en las redes sociales. Así se desprende de un estudio elaborado para El PAÍS por el Instituto para la Integración de América Latina (INTAL), dependiente del BID, y la Corporación Latinobarómetro. La penetración de las nuevas tecnologías en la región camina más rápido que la inclusión social y la igualdad
.

“Si bien existe una brecha de uso significativa –entre 10 y 15 puntos– entre quienes declaran problemas sociales y quienes no, existe un alto porcentaje de personas que, aún en situación de vulnerabilidad, usa redes sociales”, apunta el informe. El 57% de los participantes en la encuesta –más de 20.000 ciudadanos de 18 países de la región- que reconoció haber carecido durante el último año de suficiente comida para alimentarse “a veces o seguido” dispone de Facebook, Wahtsapp o Youtube. El porcentaje de usuarios de redes sociales sin acceso a agua potable alcanza el 51%.
¿Usted o su familia no han tenido suficiente comida para alimentarse?
     Usa redes sociales         No usa redes sociales
Nunca / Rara vez
67%
33%
A veces / Seguido
57%
43%
¿Usted o algún miembro de su hogar posee agua potable?
     Usa redes sociales         No usa redes sociales
66%
34%
No
51%
49%
Fuente: Latinobarómetro Total muestral. 2016

La última década de bonanza económica y precios altos de las materias primas ha propiciado una ligera reducción de la pobreza en la región. Aun así, el 28% de los latinoamericanos viven en la exclusión según los últimos datos de CEPAL. En ese mismo periodo, el número de usuarios de internet se multiplicó por tres de acuerdo al Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Pasó del 17% en 2005 al 53% en 2015. Aún lejos en todo caso de países desarrollados de la OCDE, donde se registran tasas de alrededor del 82%.
El perfil del usuario latinoamericano coincide con el internauta medio. “Se observa en general una mayor utilización a menor edad, mayor nivel educativo y socioeconómico”, confirma el informe del BID. Por ejemplo, el 81% de los menores de 24 años están conectados a Facebook. Mientras que sólo el 10% de los mayores de 65 es usuario, y aún menos de Twitter (2%) o Instagram (1%).
El 65% usa redes sociales

Facebook y Whatsapp son las más populares. La edad y nivel educativo, los determinantes de la brecha digital.

Facebook

54%

Whatsapp

52%

Youtube

30%

Instagram

14%

Twitter

13%

Snapchat

5%

LinkedIn

2%

Tumblr

1%

Otro

1%

No Responde

1%

No usa

35%

Fuente: Latinobarómetro Total muestral. 2016

Las herramientas más utilizadas son Facebook y Whatsapp, con un seguimiento por encima del 50%. Youtube es usada por 3 de cada 10 latinoamericanos. Le sigue Instragram (14%), Twitter (13%) y Snapchat (5%). El 35% de los latinoamericanos no usa ninguna red social.

Paraguay lidera sorprendentemente la clasificación como el país latinoamericano donde más se usan las redes sociales. En términos relativos –número de usuarios por población total– el acceso a las nuevas tecnologías alcanza el 83%. Paraguay, pese a ser uno de los países que ha registrado un mayor descenso de la pobreza en los últimos años –del 49% al 40%– sigue colocada como una de las naciones más atrasadas de la región. En penetración de redes sociales, los siguientes puestos en la lista son para Costa Rica (78%), Uruguay (74%) y México (73%). Y muy lejos aparecen Chile (69%), Colombia (68%) o Brasil (63%), algunos de los países latinoamericanos más prósperos.







Los latinoamericanos lo tienen claro en lo que a redes sociales se refiere: Facebook es su favorita. De hecho, del último estudio de eMarketer se desprende que la red social de Mark Zuckerberg alcanzará una penetración del 39% de la región este año. Una cifra que supone el 69,5% de los usuarios de Internet y un 93% de los usuarios de redes sociales.
México es el país con mayor penetración de Facebook
Aunque si hablamos en términos de penetración, México se sitúa en lo más alto con un 73,3%.Dentro de la región, el país que presenta una mayor tasa de “seguidores” es Argentina, donde los usuarios de Facebook suponen el 96,3% de usuarios de redes sociales y el 47,6% de la población total.
Según comScore, Facebook contaba en diciembre del año pasado con cerca de 141 millones de visitantes únicos en Latinoamérica. Seguido por Blogger, plataforma que entra en la lista con menos de la mitad de visitantes que Facebook.
LinkedIn se sitúa tercera con 22,8 millones de visitantes únicos en el último mes de 2015

Uso de redes sociales por país

Paraguay registra el mayor niver de uso, seguido por Costa Rica y Uruguay

Paraguay

83%

Costa Rica

78%

Uruguay

74%

México

73%

Ecuador

72%

Argentina

71%

Panamá

69%

Chile

69%

R. Dominicana

69%

Venezuela

68%

Brasil

63%

El Salvador

55%

Honduras

55%

Perú

54%

Bolivia

54%

Guatemala

44%

Nicaragua

38%

Fuente: Latinobarómetro Total muestral. 2016

Otra de las variables que recoge el estudio es la relación entre el uso de redes sociales y una cierta predisposición liberal. “Quienes utilizan redes sociales presentan posturas más favorables a la integración económica. El 81% contra el 70% de aquellos que no las utilizan”, apunta el informe. Integración, detallan desde INTAL, concebida en sentido amplio: “donde a la tradicional cuestión arancelaria se suman otros factores cada vez más presentes en toda negociación comercial, como los estándares laborales y ambientales, la transferencia de tecnología o la cooperación en materia de inversiones y de infraestructura”.

¿Y qué esperan los latinoamericanos de las nuevas tecnologías? El primer deseo –un 48% de los encuestados– es que tengan un impacto positivo en la salud. Con un 45% de menciones le siguen cambio climático y la creación de empleo. En una de las regiones más pobres y desiguales del mundo, la utopía digital también consiste en mejorar el nivel de vida y el bienestar de las sociedades.




La E-Integración de América Latina

Nuestros ciudadanos descubren en la pantalla de su teléfono o en las redes sociales un instrumento casi imprescindible para su vida en comunidad

Casi uno de cada cuatro latinoamericanos que tiene dificultades para obtener dos comidas diarias, posee un smartphone. No se trata de un comportamiento irracional, sino de una creciente demanda de conexión que encierra la esperanza de mejora de la situación social.

El libro “La Fractura. Pasado y presente de la búsqueda de equidad social en América Latina”, publicado recientemente por INTAL-BID y el Fondo de Cultura Económica describe en forma rigurosa esta realidad desangrante de América Latina, donde aún viven 175 millones de personas pobres y persisten desigualdades abismales en materia de ingresos y acceso a servicios.

Efectivamente, con un índice de Gini promedio de 0,49, América Latina es una de las regiones más desiguales del planeta, solo superada por África Subsahariana. En este contexto es válido preguntarse si las nuevas tecnologías representan un refuerzo en la lucha contra la inequidad social o si por el contrario no harán más que acrecentarla.

Y la respuesta en este caso no proviene de grandes teorías, sino de la misma percepción de nuestros ciudadanos, que descubren en la pantalla de su teléfono o en las redes sociales un instrumento casi imprescindible para su vida en comunidad.

El 24% de los ciudadanos cree que la innovación es un tema importante para el desarrollo

Dos factores fueron fundamentales para reducir la inequidad en la región en los últimos 15 años. Por un lado, los programas de transferencias condicionadas, que si bien cuestan menos de 1% del PBI, generaron importantes mejoras en el bienestar. Por otro lado, el incremento de ingresos como consecuencia del boom de los commodities, una factor que siembra dudas sobre la persistencia de los logros alcanzados cuando se revierte el ciclo económico.

Dar un nuevo salto de equidad implica pensar en una E-Integración, profundizando el camino trazado con políticas públicas que capaciten a las nuevas generaciones para el mundo laboral del mañana. Por qué no abrir el debate sobre programas de transferencias condicionadas de ingreso 2.0, que incluyan la educación digital? ¿Estamos preparados para un futuro que ya está entre nosotros? En América Latina, el 24% de los ciudadanos cree que la innovación es un tema importante para el desarrollo. El 48% de los encuestados aseguró que espera para los próximos 15 años un impacto positivo en el área del cuidado personal. Con un 45% de menciones le siguen cambio climático y creación de empleo como las opciones que concentran mayor expectativas.

Las industrias creativas, la economía circular, la telemedicina, la industria publicitaria, las tareas que requieren inteligencia emocional en mayor escala (como el acompañamiento de adultos mayores) y los servicios intensivos en conocimiento plantean un horizonte inclusivo que supera con creces la antigua alternativa de reactivar una economía haciendo pozos para volver a taparlos. Y todas ellas requieren al menos de cierto conocimiento de big data, nuevas tecnologías y comunicación moderna.

La E-Integración supone también diversificar exportaciones en sectores y destinos, con más valor agregado.

Los ciudadanos de países con mayor contenido tecnológico en sus ventas al exterior asignan una mayor importancia a la integración. En tanto que la valoración de la creatividad a nivel personal y la innovación alcanza un promedio regional de 9 puntos sobre un máximo de 10 (ver El ADN de la Integración regional).

Necesitamos generar empleos de calidad y revertir el estado de malestar por el que atraviesan muchas de nuestras sociedades: apenas dos de cada diez latinoamericanos considera que se gobierna para el bien común.
Las nuevas tecnologías pueden contribuir a reducir la brecha de inequidad o amplificarla. La creciente automatización y el uso de robots en los procesos productivos nos plantean un panorama desafiante. Pero entre el escepticismo extremo y la utopía tecnológica los latinoamericanos tenemos frente a nosotros el camino de la oportunidad.

Gustavo Beliz es director del Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL), dependiente del  Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

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11 de Noviembre del 2019







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