Foto principal: Mayo
francés, ¿el fin de la utopía revolucionaria?
Fue una era
de revueltas, protestas y sueños. Algunos lograron mejoras políticas
y sociales; otros fueron aniquilados.
¿Cuánto duró el 68?
Fue
mucho más que doce meses, fue un espíritu de época combinado en espacios
disímiles pero conflictivamente comunes. Fue el epicentro político y cultural
de una década fuera de todo almanaque. Tuvo revolución, rock y arte. Sueños y
también muerte. Y en su ocaso asomaron nubarrones densos que adelantaban el
peor escenario en Praga, los países de la ex URSS, Asia, África y en la muy
golpeada Latinoamérica.
El 68, año clave de la
política de la década del 60, encuentra raíces en varios hechos históricos
repartidos por el mundo. La Argentina no fue la excepción, por el contrario se
convirtió en escenario clave. En el caso argentino, 1958 marca el fin de la
etapa militar autodenominada Revolución Libertadora que con un golpe de Estado
había derribado al gobierno de Juan Perón en 1955.
Las elecciones traían una
democracia débil con la ausencia del peronismo, proscripto por el gobierno
militar. La era frondicista inauguraba el panorama de un país en ebullición que
recuperó los espacios prohibidos y las palabras censuradas. Faltaba muy poco
para que la Revolución Cubana se transformara en el faro que iba a iluminar y a
provocar un ensueño permanente en casi toda América Latina en las juventudes
políticas y en las que buscaban su paraíso perdido. La famosa foto del Che que
Korda le tomó iba a ser mucho más que una bandera y una remera. A ese momento
de énfasis e ímpetu internacional Eric Hobsbawm denominó “Revolución Cultural”
para referirse a cómo la juventud protagonizó en esa década luchas y cambios
sociales, políticos y culturales. Y en ese arco, el historiador incluyó la
Revolución Cubana, el Mayo Francés, la Primavera de Praga y el Cordobazo, las
luchas en Estados Unidos, entre muchas otras por todo el mundo.
En Estados Unidos las
protestas contra la participación en la guerra de Vietnam se multiplican con el
correr de los 60. El 22 de noviembre de 1963 se produce un hecho que parte en
dos la historia de EE.UU. del sigo XX: el asesinato del presidente John
Fitzgerald Kennedy en Dallas. De ese modo, asumió el vicepresidente Lyndon
Johnson y automáticamente aumentó la escalada militar en Vietnam hasta que las
fuerzas estadounidenses fueron derrotadas en 1973.
Las protestas pacifistas
tuvieron uno de sus mayores impactos durante la Convención Nacional Demócrata
de 1968. El Movimiento por los derechos civiles sufrió ese mismo año el
asesinato de dos líderes fundamentales: Martin Luther King y Robert Kennedy.
Tres años antes había sido acribillado el líder negro Malcolm X.
En el 1963 argentino
asume la presidencia Arturo Illia, quien caerá en otro golpe que llevó al
militar Juan Carlos Onganía al poder tres años después. En Buenos Aires se
ensayan cruelmente maniobras represivas como ocurrió con La Noche de los
Bastones largos en 1966 cuando la flamante dictadura de Onganía apaleó
docentes, estudiantes e investigadores. A continuación, miles de ellos
emigraron y la mayoría nunca volvió ya al país. “Los largos sesenta fueron,
así, bisagra del decurso histórico; trastocaron las certezas propias de la
modernidad; golpearon a la puerta del estancado dogmatismo de los grandes
corpus doctrinarios –marxismo, psicoanálisis– que renacieron con ímpetu nuevo”,
escribió Alberto Giudice en el catálogo de la muestra Arte y política en
los 60 que se realizó en el Palais de Glace en el año 2002.
La Primavera de Praga,
con su propuesta de socialismo de rostro humano, suele ser interpretado como
desencadenante o incentivo del movimiento del Mayo Francés. Fue un período de
“liberalización política” en Checoslovaquia, durante la Guerra Fría, entre el 5
de enero y el 20 de agosto de 1968, cuando el país fue invadido por la URSS y
sus aliados del Pacto de Varsovia (salvo Rumania y Albania). La represión
soviética fue un golpe muy duro para la opinión progresista occidental. El
objetivo del movimiento era reformar los aspectos totalitarios y burocráticos
que el régimen soviético tenía en Checoslovaquia y avanzar hacia una forma no
totalitaria de socialismo, legalizando la existencia de múltiples partidos
políticos y sindicatos, promoviendo la libertad de prensa, de expresión, el
derecho a huelga, etc. En síntesis, una vía democrática socialista comandada
por Alexander Dubcek, líder del partido y del movimiento reformador que fuera
remplazado en abril de 1969, expulsado del Partido Comunista y confinado como
guardabosque.
Praga. Un ejército
de 200.000 soldados y 2.300 tanques de los países del Pacto de Varsovia
invadieron Checoslovaquia y pusieron fin a esta primavera de “liberalización
política” .Foto: AP
Un ejército de 200.000
soldados y 2.300 tanques invadieron Checoslovaquia y pusieron fin a esta
Primavera. Casi no hubo críticas desde Occidente; escritores de izquierda, como
Tariq Ali, argumentaron que esto se debía a que los estados de Occidente veían
en el “socialismo humano y democrático” de Checoslovaquia una tercera vía, es
decir, “una amenaza más grande a los intereses capitalistas en Occidente” de lo
que lo era el comunismo soviético, para aquel entonces ya mundialmente
desacreditado.
Por su parte, México se
desangraba en la matanza de la plaza de Tlatelolco que coincidió con el año en
que se celebraron los Juegos Olímpicos. Estudiantes universitarios junto con
profesores, intelectuales, amas de casa, obreros y profesionales en la Ciudad
de México y otros estados como Puebla salieron a luchar por la libertad de
presos políticos y la reducción o eliminación del autoritarismo. De fondo, el
movimiento buscaba un cambio democrático en el país, mayores libertades políticas
y civiles, menor desigualdad y la renuncia del gobierno del Partido
Revolucionario Institucional (PRI) al que consideraban autoritario.
Tlatelolco. Masacre
de casi 300 jóvenes en la capital mexicana que pedían reformas políticas y
sociales. Se perpetró el 2 de octubre de 1968. Foto: EFE
El movimiento fue
reprimido en varios episodios, hasta que el gobierno perpetró el 2 de octubre
de 1968 la “matanza en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco” lo disolvió
en diciembre de ese año. La acción militar fue un ataque conjunto denominado Operación
Galeana en la que participaron el grupo paramilitar Batallón Olimpia y otras
fuerzas de seguridad. Aún se desconoce la cifra exacta de muertos y heridos. El
gobierno mexicano de entonces sostuvo que sólo hubo veinte muertos durante la
represión. Tres años más tarde, Elena Poniatowska, en su libro La noche de
Tlatelolco, publicó la entrevista de una madre que buscó entre los cadáveres a
su hijo y reveló que por lo menos había contado 65 muertos en un solo lugar.
El periodista inglés John Rodda entrevistó a sobrevivientes y testigos en los
hospitales y calculó que los muertos habían sido 325. Años más tarde, en una
segunda investigación, el número se establecería en 250.
En la Argentina el 68 se
extendió un año más –por lo menos– y precisamente el 29 de mayo de 1969 estalló
una de las mayores protestas de origen obrero estudiantil en Córdoba y por eso
se la conoce como Cordobazo. Fue liderada por Elpidio Torres y Atilio López,
secretarios generales de los sindicatos SMATA (mecánicos) y Unión Tranviarios
Automotor, pertenecientes a la Confederación General del Trabajo (CGT), y
Agustín Toscodel sindicato deLuz y Fuerzade laCGT de los Argentinos. El
Cordobazo formó parte de una serie depuebladas ocurridas entre 1969 y
1972contra la dictadura.
Estas revueltas de 1969 y comienzos de 1970
debilitaron al gobierno militar y fueron un factor fundamental (especialmente
la ocurrida en Córdoba) que llevaron al golpe dentro de las fuerzas armadas que
terminaron sacando del poder a Onganíaen junio de 1970. Así se abrió una puerta
electoral que terminó concretándose con laselecciones de 1973 en las que
triunfó Héctor Cámpora. En el Cordobazo hubo cuatro muertos a manos de las
fuerzas de seguridad y 104 personas fueron juzgadas por la justicia militar. El
movimiento se propagó a Rosario (Rosariazo) y Mendoza (Mendozazo) y dos años
después se produjo otra protesta bautizada como elViborazo.
Cordobazo. Una de
las protestas y revueltas más importantes de la historia argentina en el centro
del país. Movilizada por los sindicatos también convocó a estudiantes
universitarios y provocó la caída de Onganía.Foto: Archivo La Razón
La escritora
estadounidense Joan Didion escribió en el libro El álbum blanco que
“en un sentido los sesenta terminaron abruptamente el 9 de agosto de 1969;
terminaron en el momento exacto en que la noticia de los asesinatos en Cielo
Drive viajó como un fuego arrasador por la comunidad”. Se refería a los
crímenes del Clan Manson. En otros escenarios del mundo también se percibía el
fin de una época. Los sueños empezaban a terminarse. Algunos se volvieron
pesadillas.
Clarin
G miradas multiples
11 de Noviembre del 2019
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