Investigar
y hacer ciencia en nuestro país no están en consonancia con las políticas que
las sustentan ni con el cumplimiento de las mismas por el estado venezolano,
algunos las mencionan en ocasión de reconocimiento a sus genuinos
representantes sin valorar con justeza la importancia del trabajo que ellos
realizan.
Recordemos momentos estelares de la ciencia en nuestro país:
fundación de la Asociación Venezolana para el avance de la Ciencia-Asovac
(1950) y de las Facultades de Ciencia de la Universidad Central de Venezuela
(UCV) 1958, de la Universidad de Los Andes (ULA) 1970 y de la Universidad del
Zulia (LUZ) 1973. En 1959 el Instituto de Investigaciones Científicas y
Tecnológicas (IVIC) inició actividades con 30 investigadores de reconocido
prestigio; en 1969 fue creado el Consejo Venezolano de Investigaciones
Científicas y Tecnológicas (CONICIT); a partir de la década del sesenta se
impulsaron programas destinados a formar recursos humanos para el sector y en
años siguientes en las universidades
nacionales autónomas comenzaron a funcionar los Consejos de Desarrollo
Científico y Humanístico (CDCH) privilegiando en ellas bibliotecas y
laboratorios de investigación; se fundaron sociedades científicas y se
comenzaron a editar libros y revistas especializadas junto con otras
importantes iniciativas; fue un florecer de la cultura en todas sus
manifestaciones y de la ciencia en particular. Sin embargo, sólo las
universidades nacionales autónomas junto con la Universidad Simón Bolívar (USB)
y la Católica Andrés Bellos (UCAB) mantuvieron un ritmo progresivo en el camino
de la ciencia y la investigación teniendo como meta la excelencia. Son logros
que ahora se ven amenazados por la rigidez de pensamiento y de las ideas
buscando condenarlos al olvido. A pesar de que la ciencia es consubstancial a
la comprensión de la complejidad del mundo que nos rodea y con el bienestar de
la humanidad, es lamentable que en nuestro país haya experimentado en las dos
últimas décadas un retroceso jamás imaginado a sabiendas que ciencia y
conocimiento científico son esenciales para nuestro crecimiento en lo social y
en lo económico.
Sobre
ciencia e investigación es oportuno comentar lo que acontece en América Latina
y en nuestro país: el pasado año 2017 las Universidades Simón Bolívar (USB)
Universidad de Los Andes (ULA) y Universidad Central de Venezuela (UCV) fueron
clasificadas por sus méritos según Times
Higher Education (2017) entre las mejores universidades de América Latina.
La USB empató con 4 universidades ubicadas en los puestos del 26 al 30 grupo
que incluye a 81 instituciones de educación superior de la región. La ULA y UCV
estaban entre las 5 instituciones que comparten los lugares 46 al 50. Brasil
que destina más en investigación que otros países de la región tenía 32 centros
del total de la lista del mencionado clasificador en el cual sobresalen Chile,
México y Colombia, países con mayor rendimiento de la producción en investigación,
lo cual está relacionado con los salarios e incentivos que disfrutan los
investigadores, mucho mejores que los de otros profesionales de la región,
estímulos poderosos para atraer talentos de países vecinos y de otras
latitudes.
La ciencia es
factor esencial para el progreso de la humanidad y el desarrollo de la sociedad
en general, junto con la investigación científica como instrumento para hacer
efectiva sus contribuciones; no obstante ocurre en nuestro país la paradoja de
ocupar lugar secundario en los planes y programas de desarrollo de la nación.
Antes señalé la poca valoración para el desarrollo científico y el escaso
aprecio que se tiene para quienes hacen ciencia en nuestro país; sin embargo,
nuestros investigadores se sobreponen a factores adversos al constante hacer de
su valioso trabajo, eso explica el reconocimiento por méritos de nuestras
universidades, de sus mujeres y hombres de ciencia, en particular de la
Universidad de Los Andes: es así como en junio de 2017 en la XVIII edición de
la Fundación Empresas Polar recibieron el Premio “Lorenzo Mendoza Fleury” cinco
científicos: por Química Rafael Antonio Almeida Mata ULA; Gloria Buendía por
Física y Yamilet Quintana por Matemáticas USB; Pedro Rada Rincón ULA y Wilmer
Tezara UCV por Biología; y en diciembre de 2017 Nestor Oswaldo Añez Reverol
(ULA) fue galardonado con el Premio Nacional de Ciencia y Tecnología.
“Los avances científicos son ahora más lentos,
pero no hay que ceder” palabras del Doctor Pedro Rada Rincón (ULA) quien en ocasión
de recibir el galardón no ocultó que puede mantener sus investigaciones por
aportes de colegas del exterior quienes le envían costosos repuestos para sus
instrumentos de trabajo, pues el presupuesto 2017 asignado al Laboratorio de
Fisiología de la ULA donde él trabaja fue de Bs. 9.000 para todo el año “con
eso no se puede comprar ni media pizza” expresó el investigador. Egresado de la
Escuela de Medicina ULA, Posdoctorado Universidad de Princeton (USA) 1990-95;
estudia la enfermedad de Parkinson y la adicción al azúcar; sus experimentos
han demostrado que el consumo excesivo de azúcar activa los circuitos nerviosos
del placer y es semejante a la adicción a las drogas, estudios que contribuyen
a explicar la causa de la obesidad y del sobrepeso. Como neurólogo realiza
consultas médicas en el Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes
(IAHULA). Otras líneas de sus investigaciones son la enfermedad de Alzheimer y
epilepsia. Con entusiasmo continúa luchando como otros para mantener viva la investigación
en la ULA. La suya es muestra de voluntad a toda prueba pues su Laboratorio
sufre los efectos devastadores de la migración de talentos.
El Profesor
Rafael Antonio Almeida Mata es el otro investigador de la ULA galardonado con
el Premio “Lorenzo Mendoza Fleury” edición 2017; egresado como Licenciado en
química de la UCV. Doctorado en LUZ 2009, PhD UCLA, Santa Bárbara, California,
USA. Postdoctorado del Instituto de Tecnología de California (CALTECH) y del
Instituto de Cuántica de la Universidad de California (UCLA). El Profesor
Rafaél Almeida es Docente-Investigador de la ULA desde 1978, Profesor Titular a
partir de 1994; “es un físicoquímico teórico que emplea el lenguaje de las dos
disciplinas, la física y la química, con contribuciones originales para
entender dos elementos esenciales de las ciencias químicas: la naturaleza del
enlace químico y de la reacción química”. Muchas de sus investigaciones puede
realizarlas con aportes que recibe de investigadores amigos del exterior. Es
riguroso y exigente en sus investigaciones para mantener estándares de calidad
a nivel de primer mundo. Continúa en la docencia contribuyendo con la formación
de generación de relevo. “Hacer investigación no es prioridad del Estado” dice
el Profesor Almeida Mata a pesar de que algunas de las líneas de investigación
de su grupo de trabajo guardan relación con el área de la salud.
En
diciembre de 2017 el Profesor Nestor Oswaldo Añez Reverol, egresado de la
Facultad de Ciencias Veterinarias LUZ; Maestría en Ciencias, Parasitología,
Facultad de Ciencias ULA. Doctorado
en Parasitología, Faculty of Science, University of London, Inglaterra.
Posdoctorado en Parasitología, Imperial College of Science, Technology and
Medicine, University of London, Inglaterra. Investigador y docente del
Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias, Director Laboratorio de
Investigaciones Parasitológicas “José Vicente Torrealba” (ULA) fue galardonado
con el Premio Nacional de Ciencia y Tecnología, Feria Internacional de Ciencia
y Tecnología “Jacinto Convit” diciembre 2017 Mención Amplia Trayectoria por 43
años continuos como investigador activo. Con reconocida experiencia en la
formación de recursos humanos en el área de su competencia. El Profesor Añez
realiza importantes investigaciones en Enfermedades Parasitarias transmitidas
por insectos vectores, con contribuciones originales sobre Tripanosomiasis,
Enfermedad de Chagas, Leishmaniasis y Malaria, endemias que durante varios años
mediante programas especiales se mantenían controladas, pero en años recientes
han reaparecido con mayor agresividad y en regiones hasta hace poco libres de
ellas. El reconocimiento al Profesor Nestor Añez Reverol guarda relación con la
importancia de las investigaciones que ha conducido con su grupo de trabajo a lo
largo de cuatro décadas.
Los
científicos mencionados son ejemplo de mística, perseverancia, voluntad y
fortaleza de convicciones ¿Podrán mantener ellos y los de otras universidades
con tan preciados atributos su ritmo de trabajo y productividad frente a la
indiferencia de quienes conducen la ciencia en nuestro país?... corresponde en
nuestro caso a las autoridades de la Universidad de Los Andes y a quienes
coordinan políticas científicas institucionales, crear incentivos para mantener
la ciencia en lugar privilegiado para que no perdamos niveles de excelencia en
educación universitaria.
Recordemos
las palabras de Don Miguel de Unamuno cuando el 12 de octubre de 1936 -
comenzando la guerra civil española - en discurso pronunciado en el Paraninfo
de la Universidad de Salamanca para responder al General Millán Astray cuando
éste insolentemente grito “Abajo la inteligencia ¡Viva la muerte!”…la respuesta
de Unamuno fué “Vencereis porque teneis sobrada fuerza bruta, pero no
convenceréis”…
En Mérida,
celebrando 233 años de la semilla que sembró Fray Juan Ramos de Lora, origen de
la Universidad de Los Andes.
Profesor Jesús Alfonso Osuna Ceballos.
ExVicerrector Académico de la Universidad de Los Andes
(1980-1984).
Mérida, 23 de abril de 2018.
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