En
cualquier ámbito por el cual uno se pasee, ya sea el magisterial, obrero,
universitario, u otro, nos encontramos con lugares comunes como la desesperante
pérdida del poder adquisitivo que ha llevado a miles de trabajadores, padres y
madres de familia a tomar el camino de la lucha en defensa de sus
reivindicaciones. Por ello hemos visto a maestros y petroleros exigiendo de
manera sostenida mejoras salariales, así como obreros protestando contra los
despidos y violaciones de contratos a lo largo y ancho de nuestra patria.
El
conflicto universitario que hoy tiene epicentro fundamentalmente en las
universidades autónomas responde a una crisis profunda que atraviesa Venezuela
y de la cual no escapan las universidades controladas por el gobierno. El mismo
salario miserable que le toca a un profesor de una universidad autónoma es el
que le toca a uno de la Bolivariana. No hace falta que el gobierno de Maduro
revele los índices inflacionarios que hoy esconde como secreto de Estado para
que cualquier profesor sienta la crisis al confrontar su salario contra el
grosero costo de la vida. No necesitamos sacar numeritos para saber que desde
el Ministerio de Educación se sigue fraguando la burla contra las justas y
dignas demandas de los trabajadores universitarios: obreros, empleados y
profesores, pues el Ministro Fernández está más ocupado con su cargo de jefe de
campaña que con la responsabilidad para la cual los venezolanos le pagamos su
sueldo con lo que el SENIAT nos quita en impuestos.
Pero el
gobierno y sus esbirros no se han contentado con que el Ministro eche carro y
no responda a las exigencias de los universitarios. Ahora la infame política de
este régimen contra todo lo que huela a huelga por salarios ha pasado a las
grandes ligas cuando, a través del PSUV y el Gran Polo Patriótico articula la
arremetida anti-universitaria utilizando a sus operadores enquistados en la
Asamblea Nacional para imponer una declaración contra la lucha los
universitarios, escalada que ha venido preparándose desde julio del 2015 con
las amenazas de Fernández de descontar salarios a quien vaya a huelga.
Como
vulgares esquiroles, los diputados del Psuv y del Gran Polo Patriótico -muchos
de ellos promotores y participantes de paros universitarios en la época de la
llamada IV República-, hoy salen cual fieras heridas a atentar contra el libre
derecho a la protesta, y a intentar derrotar la digna lucha de miles de
profesores, empleados y trabajadores que se oponen a la felonía que significó
la negociación de la II Convención Colectiva Única (CCU) del sector
universitario.
Esos que
hoy invocan al Tribunal Supremo de Justicia y al Ministerio del Trabajo para
que tomen “medidas” contra quien esté en paro, son los mismos que han dado
cobijo y justificado la masacre laboral que se ha producido con miles de
despidos en el sector obrero, así como las innumerables violaciones de
contratos colectivos. Esos diputados del chavismo están inscritos en el PSUV,
en el PCV y en el Gran Polo Patriótico al igual que los burócratas sindicales
de la Central Socialista Bolivariana de Trabajadores, los de la federación
fantasma de sindicatos universitarios y tantas otras federaciones sindicales de
maletín arrodillas al gobierno.
El Gobierno Nacional y los Diputados del Gran Polo Patriótico son
enemigos de la clase trabajadora y los profesores universitarios
Este
gobierno muy lejos de ser “obrerista” y mucho menos “socialista”, es el
gobierno de la burocracia del Psuv-GPP, de los nuevos ricos conocidos como
boliburgueses, pero también de los “viejos y tradicionales” empresarios y las
multinacionales que siguen amasando grandes fortunas a costa de la
súper-explotación de la mano de obra barata y con la especulación de los
precios de los artículos de consumo popular. Son los mismos que están pagando
la deuda externa fraudulenta a costa de nuestros bolsillos y para el 2016
pretenden subir el costo de la gasolina para que al pueblo y a los trabajadores
se nos siga endosando una crisis que no generamos.
Diosdado
Cabello y su combo, como buenos boliburgueses desde sus cómodas sillas en la
Asamblea Nacional acusan a la FAPUV de una paralización de 10 universidades
autónomas, cuando es el gobierno que ellos defienden el que tiene a los
profesores sin marcadores, sin papel para fotocopias, sin reactivos y con un
salario que semana a semana se vuelve sal y agua.
Han sido
las asambleas soberanas las que han dicho basta y tomado la decisión de no
retornar a clases hasta que se nos respeten nuestras reivindicaciones y como
rechazo a la desvergonzada y rastrera actuación de los títeres pertenecientes a
la cúpula de la Federación de Trabajadores Universitarios de Venezuela que
firmaron lo que su amo el gobierno les ordenó.
El descaro
de la declaración de la Asamblea Nacional es que se pretenda argumentar que el
gobierno actual desarrolla una política “soberana” cuando en la realidad ha
ocurrido la entrega y arrodillamiento a las trasnacionales rusas, chinas y
norteamericanas como la Chevron. Un régimen inmoral que ha apoyado a genocidas
como Saddam Hussein en Irak y Al Assad en Siria, no puede venir con la
desfachatez de decir que las universidades están bajo un “Estado de Sitio” por
los gobiernos de las autónomas, cuando es el mismo gobierno el que prefiere
seguir comprando aviones de guerra en lugar de dotar como debe ser las
bibliotecas, comedores y laboratorios universitarios.
Es
necesario que rechacemos esta arremetida desde las directivas de las
Asociaciones y las asambleas implementando planes de lucha que contemplen
concentraciones y movilizaciones de calle. Más allá del salario, hoy levantamos
las banderas de la dignidad universitaria procurando la unidad de acción junto
con obreros y empleados que comienzan a alzarse en contra de las direcciones
sindicales traidoras, como está ocurriendo en la Universidad de Carabobo.
La complicidad de las directivas universitarias
Pero no
sólo queda en evidencia la política anti-obrera y anti-sindical del gobierno
del presidente Maduro, sino también el compromiso de las directivas de las
universidades “autónomas”, controladas por las facciones políticas inscritas en
la MUD.
Esas
directivas, como ocurre en la Universidad de Carabobo que hoy anda en completo
maridaje con el gobernador Francisco Ameliach, viene desarrollando un plan
sistemático de estigmatización en contra de los profesores, empleados y
trabajadores que nos oponemos al miserable aumento
salarial impuesto en la II CCU del sector universitario.
Esas
directivas son las que le dan oxígeno a los estudiantes esquiroles de la
juventud del Psuv y de la oposición, para que presionen a los profesores a
reintegrarse a clases, sin importarles que los profesores tengan un salario de
hambre que ni alcanza para atender a sus familias. Bajo el glamoroso discurso
de mantener la universidad abierta, los jóvenes esquiroles quieren romper la
honorable resistencia de los que se oponen a la II CCU. Y como las directivas
de la universidad, ni la burocracia sindical que pactó la II CCU, ni los
estudiantes esquiroles del Psuv-GPP y de la MUD han podido quebrantar la
disposición de lucha de los profesores, entonces ahora el gobierno recurre a la
Asamblea Nacional, por cierto con poca credibilidad, catalogada de corrupta y
con pocos días de vida, para que mueva todas las correas de la represión
institucional y jurídica para aplastar la lucha de las universidades.
Unidad para derrotar al gobierno y la MUD
Los
profesores debemos tener claro que de ahora en adelante debemos disponernos a
enfrentar la violenta ofensiva que han desatado el gobierno y sus aliados.
Tenemos el
desafío de concientizar y convencer a la base profesoral para dar un salto de
calidad en la lucha, pasando de la resistencia pasiva a la lucha directa y la
movilización para impedir que el gobierno desconozca nuestros derechos. Más que
nunca debemos estar unidos para generar un debate nacional que le permita al
pueblo venezolano conocer la realidad universitaria nacional.
Debemos
hacer causa común con los trabajadores del sector eléctrico, del magisterio,
los petroleros, los trabajadores y empleados de la salud, que están pasando por
la misma situación. Es tarea urgente convocar a una reunión con las
organizaciones que quieren luchar para coordinar acciones y movilizarnos a
nivel nacional.
También es
procedente la convocatoria y preparación de un gran Congreso Nacional de Profesores
Universitarios que responda en forma global al gobierno. Un Congreso autónomo
respecto al gobierno, el Psuv y la MUD que sea el punto de partida para activar
un movimiento pedagógico, político y sindical, que agite las banderas en
defensa de una universidad verdaderamente autónoma y democrática, con
presupuesto adecuado, que promocione la investigación y cualifique la educación
universitaria y que se comprometa a ser promotor de iniciativas y proyectos que
contribuyan a enfrentar y resolver los graves problemas económicos, sociales y
políticos que afectan al país.
Estos son
los grandes desafíos y sólo los podemos encarar y superar si nos unimos en la
lucha y sin retroceder frente a la acción de los esquiroles.
Rolando Gaitan*
*Profesor
de la Universidad de Carabobo, militante del Partido Socialismo y Libertad
(PSL) y la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-cura).
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