“Aquí
no hay explosiones populares por dos razones: una, porque esta es una
dictadura. Dos, porque aquí la antipolítica se encargó de acabar con los
partidos”, dice Alcides Villalba Villalba en conversación con “La Razón”
El economista Alcides
Villalba considera que la parte más crítica del proyecto de
Presupuesto 2016, que se ha venido anunciando a cuentagotas, es la relativa al
cálculo del barril de petróleo, que se mantiene en 40 dólares.
“Eso a mí me parece que, además de un
sueño, es una irresponsabilidad, pero una irresponsabilidad que te dice a ti
que este gobierno no es capaz de plantearse su relación con su base electoral
en términos diferentes al dinero”, afirma el exdirector del Banco Central de
Venezuela.
¿A primera vista qué impresión tiene
usted de los anuncios que se han hecho en materia presupuestaria?
En primer término, los anuncios que
se han hecho en materia presupuestaria carecen de base, en el sentido de que no
hay datos suficientes para sustentarlos y pareciera que los datos que se dan
son simples reposiciones de presupuestos pasados.
Para mí lo más crítico de ese
presupuesto es que ellos mantienen el cálculo del barril de petróleo a 40
dólares. Eso me parece que, además de un sueño, es una irresponsabilidad, pero
una irresponsabilidad que te dice a ti que este gobierno no es capaz de
plantearse su relación con su base electoral en términos diferentes al dinero.
Ellos hacen ese planteamiento, porque
saben que con menos de eso no pueden continuar financiando su política
populista de reparto, de regalo y entonces calculan el barril a 40 dólares.
Estimo que en el 2016 el precio del barril nunca va a llegar a los 40 dólares.
Mi impresión personal es que se va a ubicar entre 20 y 40 dólares.
Por supuesto, de acuerdo con el
comportamiento del mercado internacional, eso está sujeto a contingencias, pero
manteniéndose las condiciones en los mismos términos en los que estamos, yo
creo que ese precio petrolero nunca va a estar por encima de los 40 dólares en
promedio. De manera que ahora a mí me parece un precio sobreestimado.
Creo que el ministro de Finanzas
habló de una inflación de 60%. No obstante, hay economistas que aseguran que
está hoy en el orden del 157%. ¿Qué piensa usted?
Ellos calcularon este año una
inflación de 30%, y ahora para este año dan una cifra de 60%, que es algo que
está absolutamente fuera de la realidad. La inflación de 2015, para antes
incluso de este incremento electorero de salarios, se ubicaba en el entorno del
200%. Ahora, probablemente, se ubica en el entorno del 230%.
¿Por qué se puede decir esto, a pesar
de que el BCV no publica cifras? Hay una manera muy sencilla de verla, pues
nuestra propensión a importar es del orden del 48%, es decir, lo que consumimos
en bienes y servicios, y que es lo que pagamos en dólares. De modo que si esta
propensión se encuentra en el entorno del 50%, y por otro lado, tú puedes ver
cómo el dólar libre, que es al que tenemos acceso, fundamentalmente, los no
enchufados, pasa de 150 bolívares, a principios de 2015, a casi 800 bolívares
al día de hoy. Eso significa que ha habido un incremento de casi 400% en el
dólar. Si tú tienes que el 50% de lo que tú consumes es importado al dólar
paralelo, y si ese dólar ha aumentado 400%, entonces tú lo que tienes que hacer
es una proyección lineal ahí.
No te estoy diciendo que eso sea lo
correcto desde el punto de vista de los cálculos económicos, por decirlo así,
pero dado que no hay cifras, es legítimo hacer este tipo de proyecciones. De
modo que si el dólar se te depreció en un 400%, y la mitad de lo que consumes
se ubica en 50%, eso quiere decir que la inflación no puede estar por debajo de
la mitad del incremento del dólar. De manera que la inflación mínima en el país
es de 200%.
También ha sido lanzada al voleo la
cifra de 1 billón 500 mil bolívares como el monto total del presupuesto, que se
supone va a ser rebasado al final, gracias al mecanismo de los créditos
adicionales. ¿No le parece?
Sí, eso es lo más probable que
suceda. Pero ellos hacen ese tipo de ajuste para poder pasar el presupuesto por
la Asamblea Nacional, aunque esta institución la manejan ellos; cuentan con la
mayoría y la aplican a rajatabla, y en su momento lo doblarán con los créditos
adicionales. Ellos no tienen contención en el gasto. Para ellos el presupuesto
es un ejercicio exclusivamente político, más nada.
Hay algunos economistas que disienten
de Ricardo Hausmann, cuando éste dice que Venezuela va a necesitar una
asistencia financiera del Fondo Monetario Internacional. ¿Cree que Venezuela
tiene el potencial suficiente para salir de la crisis sin solicitar asistencia
financiera?
Esa es una discusión bizantina, pues
eso depende de la política que apliques y el problema nuestro no es económico.
El problema nuestro es esencialmente político. Si ganan ellos las elecciones,
bueno, van a hacer lo imposible para no ir al FMI.
¿Por qué?
Porque ellos tienen un complejo
ideológico, heredado de una izquierda miope, que la emprendió contra las
políticas del FMI. Es verdad, el FMI está para asistir a los países
financieramente y cuando te presta, te pone unas condiciones: usted tiene que
reorientar el gasto público, tiene que dejar de imprimir dinero, tiene que
eliminarme los controles de cambio y de precios, en fin, una serie de
exigencias.
Lo que pasa es que estos traidores a
la patria, y aquí si quiero afincarme, traidores a la patria, porque ni
Hausmann ni Lorenzo Mendoza son traidores a la patria, los traidores son ello,
que llevaron una deuda pública que estaba en 36 mil millones de dólares en el
año 1999 a más de 200 mil millones de dólares. Esos son los traidores al país,
puesto que se lo entregaron a los chinos y a los cubanos.
Permíteme una digresión: lo de
Hausmann y Mendoza no es más que una provocación, porque lo de ellos fue una
simple conversación, como la que tú y yo estamos sosteniendo en este momento,
estando de por medio un grabador. Ellos están nerviosos, porque saben que
tienen perdidas las elecciones de calle a calle. El oficialismo lo que quiere
es “encaratar” el ambiente, para suspender ese proceso comicial.
Precisamente, en esa conversación
Hausmann dice que se necesitaría una asistencia por el orden de los 60 mil
millones de dólares, una cifra superior a la que le dieron a los griegos. ¿Está
nuestro país, por consiguiente, en peores condiciones que los griegos?
Para responderte esa pregunta yo
tendría que contar con una documentación que me reportara la situación
económica hoy en día de los griegos, pero la verdad es que nosotros nunca
estaríamos en una situación peor que los griegos, ya que contamos con una
factura petrolera que nos permite darnos una serie de lujos, para hablarlo de
alguna manera, que los griegos no se pueden permitir.
Los griegos se permitieron durante
muchos años una seguridad social de primer mundo, sin tener los ingresos de
país de primer mundo; nosotros no tenemos la seguridad social de los griegos,
pero sí tenemos los ingresos de primer mundo. De modo que no serían comparables
ambos casos, y para que tú veas: a los griegos los asistieron, pero también le
impusieron una serie de condiciones.
Según el informe del FMI de este mes
de octubre, el PIB de Venezuela decrecerá este año en -10%. ¿Está de acuerdo
con esa estimación?
Si a una institución yo la considero
seria en materia de manejo de cifras, es al FMI. Para que el FMI ofrezca la
cifra de una variable macroeconómica de esa magnitud, es porque tiene una
información muy minuciosa de primera mano y, además, recogida in situ. Mi
impresión es que la caída del PIB es mayor que esa.
Pero lo más grave es que ese 10% es
lo que llevamos acumulado este año, y entonces si le agregamos la caída de los
años anteriores, llegamos a la conclusión de que nuestra economía se ha
reducido a la mitad, con respecto a 1999. Eso es gravísimo para cualquier país.
Aquí no hay explosiones populares por
dos razones: una, porque esta es una dictadura. Dos, porque aquí la antipolítica
se encargó de acabar con los partidos políticos, con los políticos y con la
política. Aquí nadie quiere ser político frente a una sociedadque siente un
profundo escepticismo por la dirigencia de los partidos políticos, en especial
su clase media.
Lo otro, por añadidura, es que
estamos frente a un gobierno que no ha hecho más que espantar al capital
inversionista, no sólo con el verbo fácil y simple del señor Maduro, sino con
las expropiaciones llevadas a cabo sin un ordenamiento legal, y en estas condiciones
nadie invierte: al no haber inversión cae la producción.
Nicolás Maduro, entre los anuncios
que hizo esta semana, habló de un precio máximo justo para todos los productos
que se ofertan en el mercado nacional, y lo cual ha sido considerado como anticonstitucional.
¿Cuál es su visión al respecto?
Él está haciendo eso para ver si
logra enredar a la gente de la OPEP. Él no hace eso con relación a los precios
de los productos que consumimos, pues, es cierto que cuando habla de un precio
máximo justo, no hace sino demagogia populista. Todos sabemos que eso no
funciona, porque el Estado no tiene forma de controlar los precios y, como tú
dices, aquí peca de inconstitucional.
Pero, además, la insistencia de
Maduro en este tema del precio máximo constituye una pildorita que él quiere
venderle a los productores de petróleo, para ver si los enreda en una
estrategia dirigida a elevar el precio del petróleo, que es el otro problema
grave que padece la gente de este gobierno.
Pues, como ellos no tienen ningún
economista serio que los oriente, que les dijera que cuando los precios del
petróleo llegaban al tope de los 140 dólares era por el comportamiento propio
de la volatilidad del comercio petrolero, que todo eso era circunstancial,
ellos pensaban que aquello era para toda la vida.
Para el momento se había incrementado
la demanda de petróleo, unido a ciertos problemas de producción que se habían
presentado en algunos países productores. Eso era lo que ellos no veían y
pensaban que aquello era eterno. Al cambiar esta situación, los precios
comenzaron a bajar al nivel que están hoy en día. Te repito, dudo mucho que en
2016 lleguen a 40 dólares.
Ellos no previeron esta situación, y
entonces están tratando de convencer a los otros países miembros de la OPEP a
que lleven a cabo una estrategia hacia el alza, y los otros países no son
pendejos, saben que esa no es la mejor estrategia, como ellos mismos lo han
declarado, y de eso no se da cuenta Maduro.
Las nuevas tecnologías que se fueron
diseñando y perfeccionando a medida que las materias primas, en especial el
petróleo, se transformaban en activos financieros, y sus respectivos precios se
disparaban a ese nivel de los 140 dólares, simplificaron el proceso de
refinación de los crudos, abarataron sus costos y la nueva producción se lanzó
al mercado impactando sobre los precios, que descendieron a esa velocidad, te
repito, por debajo de los 40 dólares.
Dakazo alimentario
¿Va a poder crear el gobierno la
sensación de un dakazo, ahora alimentario, con la estrategia del abastecimiento
de las bodegas populares o patrióticas, sobre todo en los sectores populares,
con vistas a las elecciones?
Sí, esa es la idea, y como están muy
asustados, con razón, por los resultados del próximo 6 de diciembre, ellos
están haciendo todas esas marramucias: repartiendo bolsas de comida a través de
esas bodegas. Esa es una manera de controlar a la gente. La obsesión del
totalitario es controlar todo, y eso es lo que ellos quieren.
Por Enrique Meléndez -
La Razón, Oct 29, 2015
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