El día de
ayer se cumplió un mes del cierre fronterizo entre Colombia y Venezuela,
cierre que ha traído consigo una serie de situaciones e implicaciones
para ambas naciones en materia económica, política y social; se produjo la
deportación de colombianos indocumentados hacia el hermano país, se habló sobre
supuestas destrucciones de viviendas, prostíbulos, y en líneas generales, se
buscó fortalecer la soberanía nacional, acabar con el paramilitarismo que
presuntamente opera en los municipios fronterizos y luchar contra el
contrabando, para lo que fue decretado un estado de excepción en primera
instancia en 4 municipios, siendo ahora un total de 10 en el Táchira.
Francis L. Pérez Rivero.-
Diario Los Andes, 21-09-2015
De igual
modo Venezuela instó a Colombia a seguir una serie de lineamientos que
mejorarán las relaciones bilaterales y propiciarán las condiciones para
restablecer el flujo regular de la dinámica fronteriza; entre ellos, se pidió
la revisión de la Ley Anticontrabando, la repatriación de los alimentos
incautados, una mayor atención al tema del paramilitarismo y las bandas
criminales en la zona; al igual que al contrabando de extracción de combustible
y la derogación de la Resolución 8 del año 2000, que agrede a la moneda
venezolana.
El
presidente Nicolás Maduro, anunció el pasado 10 de septiembre la creación de un
nuevo plan social, llamado “Misión Nueva Frontera de Paz”, con el que se
buscaría proteger a las comunidades que viven en las zonas fronterizas con el
hermano país de flagelos como el paramilitarismo, narcotráfico, secuestro
y contrabando.
Puntualmente,
el Jefe de Estado dijo, “va a ser una misión especial, una misión
cívico-militar y va a recorrer toda la frontera con Colombia”; explicó que
dentro de los múltiples objetivos está limpiar la frontera para garantizar la
paz y la seguridad en estas zonas.
Con la
misión, se buscaría además hacer de la frontera una zona productiva en lo
económico, “con un comercio sano, justo, con una vida económica sana,
productiva, socialmente estable, donde estén todas las misiones desplegadas”;
por lo que se inició un debate sobre las propuestas para mejorar la dinámica
fronteriza que garanticen la educación, la salud, la vivienda y la calidad de
vida del pueblo.
En este
sentido, políticos que hacen vida en el estado Táchira; tanto del oficialismo
como de la oposición, se refirieron al tema, coincidiendo en que la realidad
fronteriza debe ser tratada de un modo distinto al resto del país y que es
necesaria la integración binacional.
Leomagno
Flores, diputado de la MUD al Parlamento nacional por el circuito de frontera,
explicó que es necesario dar celeridad a la Ley Orgánica de Frontera, como una
de las propuestas para lograr que esta zona crezca; mientras Jonathan
García, diputado por el Psuv al Consejo Legislativo, aseveró que hay una serie
de mecanismos e ideas que se comenzarán a ejecutar para impulsar y cambiar la
frontera hacia lo que será una “Frontera de Paz”. Se espera que el día de
hoy, con la reunión que se realizará entre los presidentes Santos y Maduro en
Ecuador, inicie una nueva etapa y se comience a solucionar la crisis.
Jonathan
García:
“Deben
mejorarse las políticas migratorias”
El
diputado al parlamento regional, Jonathan García, explicó que dentro del
concepto de “Frontera de Paz”, se han convocado seminarios en todo el país y
especialmente en frontera para recoger propuestas de todos los sectores,
identificando elementos transversales en al menos 5 puntos, partiendo de una
nueva política migratoria que dé un control de los flujos que se mueven a
través de la misma.
“Los
últimos años ha habido un proceso de anarquización de los flujos migratorios de
Colombia a Venezuela, que impiden que el Estado tenga una identificación y un
control real de esos flujos que ocurren a lo largo de la extensa frontera. Así
como se permite que venga al país un importante número de colombianos que
vienen a trabajar y construir y ser parte del aparato económico productivo
venezolano, también vienen factores que son parte de los grupos generadores de
violencia en Colombia y que están vinculados al paramilitarismo y es necesario
diferenciarlos”.
Aseveró
que es fundamental el tema cambiario; explicó que deben existir políticas
claras del lado neogranadino para respetar la economía y moneda nacional. “No
puede ser que dentro del Gobierno de Colombia haya quienes promueven la
devaluación artificial y exagerada del bolívar para beneficiar a las mafias del
contrabando y grupos de contrabando; así como sectores que se han beneficiado
de ello”.
Detalló,
de igual modo, es necesario que el Gobierno colombiano combata a los grupos
paramilitares y que generan violencia en la frontera; así como la
implementación en territorio colombiano de políticas que permitan atender la
alta demanda social que existe en la frontera, “evidentemente si se fijan en
los niveles de pobreza, acceso a la educación, salud y demás del lado
colombiano, es muy atractivo, venir a abastecerse y recibir del Gobierno
venezolano lo que no otorga el colombiano”.
Refirió
que dentro de los elementos estructurales de la nueva frontera de paz, el
Gobierno nacional debe apoyar al aparato productivo y trabajador que existe en
frontera, que se promueve a través de los censos y el Estado de Excepción con
los industriales y comerciantes. “La zona económica especial nos va a permitir
que podamos generar espacios de empleo digno que nos permita arrancarlos del
negocio del bachaqueo, reventa y contrabando de combustible que hoy ocupa a
mucha gente que debe dedicarse a actividades lícitas”.
Leomagno
Flores:
“El
problema de frontera se soluciona con la integración”
El
parlamentario a la Asamblea Nacional Leomagno Flores, refirió que tras años del
problema de frontera el Gobierno decide tomar acciones; por lo que consideran y
esperan que detrás del cierre fronterizo esté solo la premisa de eliminar los
grupos armados que operan en el eje. Sostuvo Flores que desde la
oposición, están dispuestos a proponer ideas para fomentar la nueva frontera
que se quiere; alegó, existen obstáculos referidos a los diferentes modelos
políticos de ambas naciones que hacen utópica pero no imposible una solución.
“Hay un
obstáculo para definir políticas de integración con Colombia, es la diferencia
de modelos políticos; aquí hay una economía estatizada, bajo un modelo de
distribución de alimentos y bienes y servicios administrados; del otro lado hay
un modelo abierto, economía libre, que hace difícil que se puedan tomar medidas
para armar el rompecabezas en la frontera”.
Señaló que
la frontera es una zona que responde a una creación artificial del hombre con
una autonomía propia; por lo que es necesario asimilarlas para generar
soluciones efectivas que tienen su principio en la integración, “Venezuela y
Colombia están condenados eternamente a estar juntos por la geografía, historia
y destino común de ambos pueblos, hay que entender esa sinergia para tomar
decisiones acertadas”.
Indicó que
ha impulsado la aprobación de la Ley Orgánica de Frontera; a su juicio, esta
normativa debe dar instrumentos con grados de autonomía, generando espacios de
zonas económicas que se manejen de una manera distinta.
Propone
que se establezca una bolsa energética binacional donde se puedan comercializar
hidrocarburos y electricidad desde ambas naciones, “deben estar incluidos
gasolineros y otros para solucionar todo el tema del contrabando de extracción,
estamos hablando de precios internacionales que pagaría sus impuestos
requeridos”.
Precisó
que ha coincidido con factores del oficialismo en crear una cédula de
ciudadanía fronteriza para que no exista el problema migratorio, “se debe crear
una cédula fronteriza que los identifique y no los clasifiquemos entre
colombianos, venezolanos y paramilitares. Lo más importante es que entendamos
que Cúcuta y San Antonio son un eje equidistante de las capitales, y aprovechar
eso para el eje transversal de toda la integración colombo- venezolana”.
Indicó que
es necesario que se resuelvan los problemas con los grupos irregulares que
ocupan parte de la geografía regional, pero sin atacar a quienes no lo
son.
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