Este lunes 19 de
febrero de 2018 el Consejo Universitario discutió todo lo que tiene que ver con
la deserción en la Universidad de Los Andes (ULA), razón por la cual la Oficina
de Admisión Estudiantil (Ofae) y la Dirección de Asuntos Estudiantiles (Daes)
presentaron, para su análisis, una serie de elementos, entre los que destacan,
principalmente, aquellos que tienen que ver con los estudiantes que se retiran
formalmente de la universidad por diversos motivos, bien sea porque se van de
la ciudad o del país, o simplemente la abandonan para ponerse hacer otra
actividad o por no poder cubrir su permanencia en esta, y otro grupo que
también abandonan la universidad por las mismas razones pero que no hacen su
retiro formal de la institución.
Con respecto a este
último grupo, el doctor Marcos Pino, director de Asuntos Estudiantiles (Daes)
de la ULA señaló que “Esa cifra me parece bastante alta y supera la realidad, ya
que esa ausencia o deserción se percibe cuando asistimos a las clases, cuando
asistimos a las actividades de orientación estudiantil o cuando los estudiantes
acuden a solicitar una beca, pues antes el número que las solicitaba era
bastante alto y hoy día casi no asisten los estudiantes a solicitarla. Otro
ejemplo que manejamos en el que puede observarse esa deserción estudiantil no
formal tiene que ver con la residencia estudiantil femenina, en donde de 130 estudiantes
registradas sólo 68 han regresado y estamos en el mes de febrero. Estas cifras,
que podemos llamar ausentismo estudiantil, no sabemos a cuanto se refiere
realmente, por ejemplo también hay profesores que dicen que de 70 estudiantes inscritos
hoy solo tienen o asisten 18, a lo mejor no es la mayoría de los profesores que
presentan esta situación, pero esa es otra realidad en nuestras aulas”.
En cuanto a estas cifras
de ausentismo, resaltó el profesor Pino que las obtuvo de un profesor de
Trujillo, quien destacó que hay una deserción registrada de un 35 por ciento,
pero en realidad esa cifra es mayor, equivalente a un 65 por ciento más o
menos, si se toma en cuenta el ausentismo estudiantil en ese núcleo, ya que tienen
una gran cantidad de estudiantes que no asisten a las actividades. “No sabemos
si se han retirado, si acuden a presentar una sola materia para beneficiarse
del comedor, eso tenemos que estudiarlo, pero no es fácil. Esta deserción y
ausentismo estudiantil puede explicarse mejor con un ejemplo de salud. Por
ejemplo cuando se produce una epidemia se registra sólo a las personas que
asisten a un centro de salud, pero hay otras que presentaron los síntomas, se
curaron o trataron por su cuenta y no asistieron a los centros de salud y por
lo tanto no quedaron registrados, algo así más o menos pasa con los registro de
deserción estudiantil, en el que hay una deserción formal que se registra y
otra cifra mayor, producto de un claro ausentismo estudiantil que puede
palparse pero que no se registra”.
Durante el año 2017
Daes realizó una encuesta para hacer estos estudios de deserción y ya están
planificando una nueva para el año 2018, tomando en cuenta que hoy día la
crisis es peor, de manera de poder analizar la verdadera situación de la
universidad en este sentido. Golfredo Lobo / Prensa ULA / CNP 14.293
Foto
Marcos Pino, director de
Asuntos Estudiantiles (Daes) (Foto Ramón Pico)
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