lunes, 15 de febrero de 2016

El Lady Gaga de las matemáticas - Carlos Marcos

El francés Cédric Villani es el matemático joven más influyente del mundo. Excéntrico y pop, es capaz de relacionar el sexo con las ecuaciones


Se muestra divertido cuando le preguntamos cómo encaja que le llamen “el Lady Gaga de las matemáticas”, sin duda por lo llamativo de su indumentaria y por lo excéntrico de su personalidad. “Lo encuentro simpático. Por qué no. Además, ella canta muy bien. Su disco de jazz es maravilloso”, comenta.
Sin duda, somos seres prejuiciosos. De otra forma no se entiende que llame tanto la atención el aspecto de Cédric Villani, con su lazo de seda decorándole el cuello, el broche de araña, esa melena de poeta del siglo XIX… O sí se entiende: somos, definitivamente, prejuiciosos. “Es que las matemáticas son la poesía de la ciencia, como decía el escritor africano Senghor”, señala para subrayar su halo romántico.
La imagen de Villani llenaría por sí sola una artículo completo, pero estamos ante uno de los matemáticos más importantes del momento, probablemente el más joven entre los influyentes (nació hace 42 años en Brive-la-Gaillarde, Francia). En 2010 ganó la Fields Medal, considerado el equivalente en su negociado al Premio Nobel, y damos fe de que es difícil cuadrar su agenda para una entrevista. “No, ahora estoy en África con unas conferencias”; “¿Podría ser la semana que viene? Es que me voy a Chile a una reunión de matemáticos”… Estas y otras muchas disculpas se producen durante nuestros intentos por encontrarnos. Un día, Cédric y sus arañas aparecen: “Voy a estar un par de días en mi casa, en París, ¿os va bien?”.

La iluminación matemática es comparable al acto sexual. Pero el placer es incluso más largo

¿Cómo es posible, pues, que un sesudo estudioso se haya convertido en un icono de la modernidad pop? No siempre fue así. Villani pasó los primeros años de su vida refugiado en sí mismo, temeroso por lo que le rodeaba y ajeno al exhibicionismo por el que se desliza, desinhibido y juguetón, en la actualidad. “Era tremendamente tímido en el colegio. En clase, los profesores no escucharon nunca el sonido de mi voz. Es curioso, porque ahora es difícil que pasen dos días sin que hable en público”. Ha sido su pasión por los números la que ha obrado este milagro, su ansia por transmitir el poder curativo de las raíces cuadradas y los algoritmos “Las matemáticas no son sólo números. Son lógica y verdad. Tratan sobre cómo ordenar el mundo, entenderlo y profundizar por medio de los sentimientos. Además de ser, claro, el máximo impulsor de los avances tecnológicos”.
Ya, ya, pero cómo se motiva a un chaval con las rocosas ecuaciones. Responde rápidamente el experto: “A los niños hay que explicarles que ellos están utilizando las matemáticas por medio de la tecnología. Los ordenadores, los mapas de Internet o las búsquedas de Google. Todo eso son matemáticas; las ecuaciones lo explican. Son instrumentos que estamos utilizando todo el tiempo. Eso les va a motivar definitivamente”.
A los niños hay que explicarles que ellos están utilizando las matemáticas por medio de la tecnología: los mapas de Internet, las búsquedas de Google... Todo eso son matemáticas. Eso les va a motivar definitivamente

Cédric es académico de la Universidad de Lyon y dirige desde 2009 el principal centro matemático francés, el Institut Henri Poincaré de París. Además, acaba de publicar Birth of a theorem (traducido a 12 idiomas, aunque no al español, de momento), que no para de recibir espléndidas reseñas. “Más que un libro es una aventura. He estado buscando respuestas, preguntando a gente, cometiendo errores, pasando obstáculos… Sinceramente, creo que no hay un libro tan emocional sobre las matemáticas como este”.

Hay que hablar de los últimos acontecimientos que han sacudido su país. De los atentados del pasado mes de noviembre: “Yo estaba en Lisboa. Al día siguiente fui, junto a muchos portugueses, a poner velas a las plazas para recordar a las víctimas y para decir que estamos unidos y nadie nos va a derribar”. O sobre el incesante ascenso del Frente Nacional de Marine Le Pen: “Hay motivos para preocuparse. Existe un movimiento radical antieuropeísta en algunos países. Ahí tenemos un desafío y debemos unirnos. Yo soy un europeísta federalista. Creo que Europa sólo puede sobrevivir si estamos unidos. Eso nos dará fuerza. Tenemos un enorme reto”. El profesor confía en que el futuro es de la ciencia: “Vivimos en un mundo cada vez más fascinantemente complicado. Y lo va a seguir siendo en el futuro. Las matemáticas nos van a ayudar a entenderlo, porque es una ciencia con una gran capacidad para simplificar la realidad”.

Es el momento de pararnos a diseccionar su estilismo. A pesar de estar tan ocupado con sus números, Villani (casado con una bióloga y con dos hijos; todos viven en París) invierte bastante tiempo en su vestuario. Compra los trajes enHackett, los zapatos en Church’s, los gemelos en una tienda californiana, los lazos en una de París y el broche de araña está realizado por un artista tuareg de Níger. “Tengo más de 30 objetos en forma de araña. Me aficioné a ellas hace diez años, después de algo que me pasó que nunca contaré”, señala, misterioso.

De lo que sí habla es de la relación entre el sexo y las matemáticas. Sí, existe, querido lector. “Un amigo matemático comparó una vez el caso de la iluminación matemática [o sea, la comprensión súbita después de un largo periodo de estudio y búsqueda] con el acto sexual. Y añadió que en la iluminación el placer era más largo. Y es verdad”. Ya que estamos, le interrogamos sobre sus mitos sexuales favoritos. Después de decir que en un escalón superior está Audrey Hepburn, relata una larga lista que abarca todas las épocas: Scarlett Johansson, Rita Hayworth, Elle McPherson o Irina Shayk. “Y no me olvido de la heroínas manga Paprika o Taarna”. Ya lo ven: el matemático pop.

Cédric Villani, su lazo de seda y su broche de araña posan para ICON en su casa de los suburbios de París. Audoin Desforges

No hay comentarios:

Publicar un comentario