La falla de Boconó, que pasa por las entrañas del
estado Táchira hasta el estado Lara, es la que hizo temblar a Mérida este
año. En tres semanas la Fundación Venezolana de Investigaciones
Sismológicas (Funvisis) contabilizó cerca de 400 eventos sísmicos en
Los Andes, la mayoría de ellos con epicentro en Lagunillas, municipio Sucre.
Esto significa que, en promedio, 25 veces al día la tierra se mueve en la
región.
El 7 de noviembre y el 22 de noviembre se
registraron dos movimientos telúricos de mayor fuerza: 5,1 en la escala de
Magnitud Momento (Mw), en ambos casos. En esos eventos fallecieron Federico
Méndez y Edgardo Salas, los dos en accidentes de tránsito que se originaron
durante el temblor, según informaron las autoridades locales.
“La tendencia es que ocurra un
sismo principal y luego réplicas de menor magnitud. Ahora estamos
obteniendo réplicas entre 4,9 y 4,3 Mw. Esa distribución es inesperada”,
confesó el ingeniero geofísico Miguel Palma, director encargado de Funvisis.
Explicó que un segmento de la falla, que tiene una
longitud de 25 kilómetros aproximadamente, ubicada en Lagunillas es la que está
presentando la actividad sísmica. Los expertos buscan especificar la razón por
la que se activó.“La distribución de las réplicas en magnitud y en tiempo no
es un fenómeno usual, por lo que estamos evaluando eventos con las mismas
características en otros países. Sabemos que es esa falla la que está
liberando energía, pero no sabemos cuánto va a ser la duración de la actividad
sísmica, si es un único segmento el que se mueve ni cómo se distribuye la
actividad a lo largo de la falla”, manifestó.
Para eso, Funvisis desplegó en Mérida a 50 expertos
en materia sísmica e instaló tres estaciones sismológicas portátiles en
Lagunillas, El Vigía y Chiguara.
“Enviamos un equipo para realizar los recorridos
con las autoridades locales por la ciudad para ver las afectaciones que
sufrieron las infraestructuras y las inestabilidades en laderas. También
enviamos a educadores en prevención para impulsar las charlas y simulacros en
las comunidades”, dijo Palma, quien tiene 12 años trabajando en Funvisis.
Mientras Funvisis analiza el comportamiento del
subsuelo, las autoridades regionales estuvieron movilizados este lunes por la
ciudad. El presidente Nicolás Maduro ordenó que la Misión Barrio Nuevo Tricolor
apoya la reparación de las 24 viviendas afectadas por el sismo.
Según el gobernador del estado, Alexis Ramírez,
fueron desplegados 200 personas para atender la situación. El sismo generó
daños en viviendas de Los Aráques, El Trigal de Campo Elías, San Pablo y Los
Caracoles de la Troncal 8, principal vía de comunicación entre las ciudades de
Mérida y El Vigía.
Manifestó que la arteria vial es una de las zonas
donde están enfocando mayor cantidad de esfuerzos. Ésta permanecerá cerrada hasta
que los equipos de bomberos, de Protección Civil, del Ministerio para
Transporte Terrestre y del Instituto Merideño de Infraestructura y Vialidad
(Inmivi), culminen la remoción de escombros en los tres sectores más afectados.
Escuelas y empresas raspadas en cultura
sísmica
No fue el temblor, fue el ruido. Ventanas, estantes
de vidrios y copas se escucharon vibrar a las 4:00 de la tarde en el quinto
piso, donde vive la familia de Astrid Díaz en El Vigía. Ella veía televisión y
su reacción inmediata fue el de saltar hacia el dintel de la puerta.
Ese era el sitio seguro que sus padres le enseñaron
a buscar. Ellos tienen más de 26 años viviendo en el estado Mérida y saben que
la zona está encima de unas placas tectónicas inestables.
“Teníamos tiempo que no sentíamos éste tipo de
temblor tan fuerte y con tantas réplicas, aunque aquí todo el tiempo tiembla”,
dijo Díaz.
Explicó que resguardarse debajo de la cama y en el
marco de la puerta son conocimientos que aprendieron en el seno familiar, no en
el escolar y mucho menos en el laboral. Desde el 7 de noviembre en su
casa armaron un bolso con medicinas y toallas.
“Lamentablemente no toda la población merideña
tiene la información necesaria sobre la conducta adecuada en estos casos.
Aunque la zona del occidente del país es activa sísmicamente, no hay
frecuencia en la activación de simulacros para generar una cultura
sísmica”, expresó el ingeniero geofísico de Funvisis.
Recordó que en 1610, 1812, 1894 y 1932 se
produjeron movimientos telúricos de gran importancia que afectaron con la vida
de 31.000 venezolanos. Explicó que para que eventos de este tipo ocurran, las
fallas deben acumular una gran energía. La falla de Boconó necesita entre 150 y
300 años para “recargarse”. “Es posible que sismos grandes no sean
vividos por dos generaciones continuas, sino por la tercera. A
diferencia de países como Chile y Japón en el que el periodo de recurrencia es
de 30 aproximadamente”, puntualizó.
“En bachillerato no recuerdo que se realizaran
simulacros de terremotos. Ahora que hago pasantías en una empresa en la avenida
Los Próceres, tampoco. Supongo que como en la zona no se sienten los temblores
y que es un edificio pequeño y trabaja poca gente los dueños no creen necesario
realizar esos talleres”, manifestó Astrid Díaz, 26 años de edad.
¿Qué hacer en caso de un sismo?
Ver este video:
No hay comentarios:
Publicar un comentario