martes, 24 de noviembre de 2015

Alerta en Funvisis por magnitud y extrañas características de las réplicas en Mérida - Vanessa Moreno Losada


La falla de Boconó, que pasa por las entrañas del estado Táchira hasta el estado Lara, es la que hizo temblar a Mérida este año. En tres semanas la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) contabilizó cerca de 400 eventos sísmicos en Los Andes, la mayoría de ellos con epicentro en Lagunillas, municipio Sucre. Esto significa que, en promedio, 25 veces al día la tierra se mueve en la región.
El 7 de noviembre y el 22 de noviembre se registraron dos movimientos telúricos de mayor fuerza: 5,1 en la escala de Magnitud Momento (Mw), en ambos casos. En esos eventos fallecieron Federico Méndez y Edgardo Salas, los dos en accidentes de tránsito que se originaron durante el temblor, según informaron las autoridades locales.

“La tendencia es que ocurra un sismo principal y luego réplicas de menor magnitud. Ahora estamos obteniendo réplicas entre 4,9 y 4,3 Mw. Esa distribución es inesperada”, confesó el ingeniero geofísico Miguel Palma, director encargado de Funvisis.
Explicó que un segmento de la falla, que tiene una longitud de 25 kilómetros aproximadamente, ubicada en Lagunillas es la que está presentando la actividad sísmica. Los expertos buscan especificar la razón por la que se activó.“La distribución de las réplicas en magnitud y en tiempo no es un fenómeno usual, por lo que estamos evaluando eventos con las mismas características en otros países. Sabemos que es esa falla la que está liberando energía, pero no sabemos cuánto va a ser la duración de la actividad sísmica, si es un único segmento el que se mueve ni  cómo se distribuye la actividad a lo largo de la falla”, manifestó.
Para eso, Funvisis desplegó en Mérida a 50 expertos en materia sísmica e instaló tres estaciones sismológicas portátiles en Lagunillas, El Vigía y Chiguara.
“Enviamos un equipo para realizar los recorridos con las autoridades locales por la ciudad para ver las afectaciones que sufrieron las infraestructuras y las inestabilidades en laderas. También enviamos a educadores en prevención para impulsar las charlas y simulacros en las comunidades”, dijo Palma, quien tiene 12 años trabajando en Funvisis.
Mientras Funvisis analiza el comportamiento del subsuelo, las autoridades regionales estuvieron movilizados este lunes por la ciudad. El presidente Nicolás Maduro ordenó que la Misión Barrio Nuevo Tricolor apoya la reparación de las 24 viviendas afectadas por el sismo.
Según el gobernador del estado, Alexis Ramírez, fueron desplegados 200 personas para atender la situación. El sismo generó daños en viviendas de Los Aráques, El Trigal de Campo Elías, San Pablo y Los Caracoles de la Troncal 8, principal vía de comunicación entre las ciudades de Mérida y El Vigía.
Manifestó que la arteria vial es una de las zonas donde están enfocando mayor cantidad de esfuerzos. Ésta permanecerá cerrada hasta que los equipos de bomberos, de Protección Civil, del Ministerio para Transporte Terrestre y del Instituto Merideño de Infraestructura y Vialidad (Inmivi), culminen la remoción de escombros en los tres sectores más afectados.
Escuelas y empresas raspadas en cultura sísmica
No fue el temblor, fue el ruido. Ventanas, estantes de vidrios y copas se escucharon vibrar a las 4:00 de la tarde en el quinto piso, donde vive la familia de Astrid Díaz en El Vigía. Ella veía televisión y su reacción inmediata fue el de saltar hacia el dintel de la puerta.
Ese era el sitio seguro que sus padres le enseñaron a buscar. Ellos tienen más de 26 años viviendo en el estado Mérida y saben que la zona está encima de unas placas tectónicas inestables.
“Teníamos tiempo que no sentíamos éste tipo de temblor tan fuerte y con tantas réplicas, aunque aquí todo el tiempo tiembla”, dijo Díaz.
Explicó que resguardarse debajo de la cama y en el marco de la puerta son conocimientos que aprendieron en el seno familiar, no en el escolar y mucho menos en el laboral. Desde el 7 de noviembre en su casa armaron un bolso con medicinas y toallas.
“Lamentablemente no toda la población merideña tiene la información necesaria sobre la conducta adecuada en estos casos. Aunque la zona del occidente del país es activa sísmicamente, no hay frecuencia en la activación de simulacros para generar una cultura sísmica”, expresó el ingeniero geofísico de Funvisis.
Recordó que en 1610, 1812, 1894 y 1932 se produjeron movimientos telúricos de gran importancia que afectaron con la vida de 31.000 venezolanos. Explicó que para que eventos de este tipo ocurran, las fallas deben acumular una gran energía. La falla de Boconó necesita entre 150 y 300 años para “recargarse”. “Es posible que sismos grandes no sean vividos por dos generaciones continuas, sino por la tercera. A diferencia de países como Chile y Japón en el que el periodo de recurrencia es de 30 aproximadamente”, puntualizó.
“En bachillerato no recuerdo que se realizaran simulacros de terremotos. Ahora que hago pasantías en una empresa en la avenida Los Próceres, tampoco. Supongo que como en la zona no se sienten los temblores y que es un edificio pequeño y trabaja poca gente los dueños no creen necesario realizar esos talleres”, manifestó Astrid Díaz, 26 años de edad.
24 NOVIEMBRE, 2015 Autor: VANESSA MORENO LOSADA



¿Qué hacer en caso de un sismo?
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