El
secretario de la UCV, Amalio Belmonte, asegura que el gobierno nacional está al
tanto de los gastos de la universidad y que la asignación de recursos
extraordinarios es una prueba de que el Ejecutivo otorga un presupuesto
insuficiente
Ante
la decisión de la Federación de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv)
de no reiniciar actividades por los bajos sueldos, y el anuncio de los decanos
de la UCV de no contar con presupuesto para
iniciar el nuevo período académico, han surgido opiniones que responsabilizan a
las autoridades universitarias de vicios en el manejo del presupuesto y, en
consecuencia, de la falta de recursos.
Uno de los grupos que ha
manifestado esa postura es el Frente Cultural de
Izquierda (FCI), que emitió un comunicado vía redes sociales en el que afirman que “la comunidad
universitaria en general sabe que NUNCA (sic) se rinden cuentas, ni de los
recursos otorgados por el Estado, ni por los ingresos propios percibidos”.
En respuesta a estas
acusaciones, Amalio
Belmonte, secretario de la UCV, explica que la universidad
cuenta con sistemas de contraloría interna y externa, encargados de evaluar los
movimientos mercantiles de la institución y se los presentan al Ejecutivo
nacional, por lo que si se estuviesen incurriendo en fraude económico y
corrupción, el gobierno sería cómplice.
“Es difícil conseguir una
institución más auditada en el país que la Universidad Central”, comenta el
secretario. Afirma que el Ministerio
de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología ha
reconocido el déficit presupuestario, pero que el gobierno ha negado las cifras
para generar una matriz de opinión adversa a la universidad, para
descalificarla y coaccionarla.
Belmonte además detalla que
la universidad rinde
cuentas trimestralmente ante la Oficina de Planificación del Sector
Universitario (Opsu), que corrobora la información y emite un
informe a la Contraloría General de la República, de tal forma que el Ejecutivo
esté al corriente de los gastos de la institución.
Y afirma que el Ejecutivo,
mediante la Opsu y el sistema de contralorías, está en condiciones de sugerir y
establecer correctivos en caso de que la distribución
presupuestaria no
sea la correcta.“El gobierno está al tanto de los gastos y el Ministerio sabe
en qué se invierte el presupuesto”, comenta.
Si bien organizaciones
oficialistas han señalado que la universidad recibe asignaciones extra por
parte del Ministerio para compensar el déficit presupuestario, para Belmonte
esa es una evidencia de que el
Ejecutivo admite la falta en la asignación. “Si
supiesen que el presupuesto es suficiente no tendrían que asignar montos
adicionales y depósitos extras. El gobierno reconoce que están dando un saldo
deficitario”, asegura.
La UCV vive un “paro
técnico por etapas”.
Paro técnico
Aunque descarta la posibilidad
de que las autoridades universitarias decreten un paro indefinido, el
secretario destaca que la universidad podría estar a las puertas de un cierre
técnico impulsado
por una mezcla entre déficit presupuestario, escasez de materiales y bajo
sueldo profesoral.
Belmonte aclara que si la
universidad detiene sus actividades “no será por nosotros sino por el
deterioro” y puntualiza que la institución ha experimentado un “paro técnico por etapas” que finalmente llevará a esta casa de
estudios a la suspensión de sus funciones.
En opinión del profesor, la
consecuencia inmediata de las actuales carencias es que la UCV se ha vuelto una
instancia dedicada a pagar sueldos y no al desarrollo académico. Detalla que de
losBs 4 millardos asignados como presupuesto para el 2016, el
presupuesto más bajo en la historia de la institución -asegura-, 82% está destinado
al pago de los salarios de aproximadamente 20.000 trabajadores, entre activos y
jubilados.
La Razón, Oct 27, 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario