Especialistas aseguran que el déficit en el sistema
eléctrico es de operatividad y no de instalación, y estiman que solo el
50% de las máquinas están en funcionamiento
Durante un foro organizado por el Centro de Divulgación del conocimiento
Económico para la Libertad (Cedice), sobre la crisis eléctrica en Venezuela, Nelson
Hernández, profesor del posgrado de economía y políticas
energéticas de la Universidad Metropolitana, aseguró que la falta de un
servicio eléctrico eficiente le ha generado al país costos por el orden de los
510 millardos de dólares.
El
monto incluye gastos operativos, crecimiento frustrado y desarrollo “que se ha
dejado de producir”. Para el año 2013 el Grupo Ricardo
Zuloaga, organización integrada por profesiones especializados en el sector
eléctrico venezolano, estimaba los gastos operativos de la crisis en los 110
millardos.
Entre
los años 2008 y 2014 hubo nueve grandes fallas, mecánicas y eléctricas, en
el Sistema Interconectado Nacional que provee la electrificación de todo el
país. “Con el panorama en que se presenta, ya no sólo estamos sin luz, sino que
parece que en cinco años no la vamos a tener más”, concluyó la economista Sary
Levy, otra de las especialistas invitadas a la mesa de análisis
sobre la crisis eléctrica.
Pero
la inversión en el sistema eléctrico durante los tres decretos de emergencia
eléctrica (firmados en 2010, 2011 y 2013) ha acumulado unos 50 mil millones de
dólares “que es nominalmente lo que se gastó en construir todo el sistema
eléctrico nacional en 45 años”, según cifras de Miguel
Lara, ex-director de la Oficina de Planificación del Sistema
Interconectado.
Desde
el año 2009 las posibilidades de cobertura eléctrica nacional han quedadoinsuficientes
en comparación con la demanda de Megavatios (MW). Pero los expertos
aseguran que el problema no radica en la falta de estructuras del sistema. “No
hay déficit de megavatios instalados, lo que hay es déficit de operatividad de
las máquinas”, explica Hernández.
“Si
ellos dicen que la demanda máxima es de 18.000 MW y hay 33.000 MW instalados,
un 45,5% de las máquinas están inoperativas” añade.
Parte del problema
corresponde a la capacidad termoeléctrica instalada.
Unos 10.000 MW de los 13.000 MW adquiridos durante los decretos de emergencia
están hoy indisponibles.
“La
capacidad termoeléctrica es explicable por carencias de combustibles”, explicaVíctor
Poleo, ex director del Sector Eléctrico del ministerio de
Energía y Minas entre 1999 y 2001, en su estudio Gasto Público en el Sector Eléctrico Venezolanopublicado
en el mes de agosto de 2015.
Nelson
Hernández sostiene que esta es una estrategia del gobierno para aplicar un “frenazo
eléctrico”, con el cual se sacó progresivamente a una serie de
industrias del sistema interconectado.
“A
los usuarios domésticos nos catalogan de derrochadores y también nos comienzan
a imponer multas para
detener el consumo”, asegura.
Factura eléctrica cubre el 20% de los
gastos
En su
estudio de la crisis Poleo señala que existen deudas con proveedores y
contratistas, al igual que con sus trabajadores por el “impagable
convenio colectivo de 2010“.
Para
el exviceministro, estas deudas se fundamentan en la caída de la factura
eléctrica y el aumento del subsidio. Sus cálculos muestran que la energía
facturada disminuyó de
72% en 2005 a 66% en 2013.
“SE LE ESTÁ ENDOSANDO AL USUARIO
DOMÉSTICO EL CONSUMO NO RESIDENCIAL”
Los
ingresos por facturación eléctrica cubren apenas el 20% de los gastos. “Tres de
cada diez unidades de energía no son cobradas”, dice Poleo.
El
volumen de energía neta facturada es tanto como la energía generada por la
hidroélectrica en el Bajo Caroní (81 TWh en 2013) y, por defecto, la energía
neta no facturada es tanto como la generada en centrales termoeléctricas.
Según
el especialista se le está endosando al usuario residencial el consumo no
residencial que no se factura por carencias de medidores y una pobre gestión
comercial, “inconsciente e ineficiente”.
Caracas sentirá el impacto de los
cortes
Nelson
Hernández asegura que en la capital no se sienten los cortes y fallos del
sistema eléctrico porque se ha distribuido en otros estados el déficit que ha generado el crecimiento
urbano de la ciudad.
“Pero
pronto Caracas sentirá el impacto de los cortes de luz”, explica Hernández y
añade que la vulnerabilidad de la ciudad es la misma que la del sistema.
También
el estudio de Gasto Público en el Sector Eléctrico reseña
la constancia de la distribución eléctrica que se ha aplicado sobre
Caracas .
El
informe refleja que la actual demanda inactiva de las industrias de Guayana,
desde 2009 a la fecha, es de 1.750 MW, mucho menor a los 3.400 MW que utilizaba
en 2008. Esta potencia ha sido desactivada por la fuerza en aras de “preservar
el embalse de Guri” y “blindar Caracas”.
“La crisis ya no es eléctrica sino energética”,
dice Nelson Hernández. Pero asegura que en cuatro o cinco años se podrían
resolver los problemas, tiempo que tardaría la construcción de las refinerías y
plantas eléctricas necesarias.
La Razón 29-octubre-2015
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