El viernes 4 de
Abril de 2014, en rueda de prensa, la fiscal general de la república, la
inefable Luisa Ortega Díaz, anunció que el ministerio público le había imputado
a Leopoldo López la comisión de cuatro delitos: “instigación pública, daños a la propiedad en grado de
determinador, incendio en grado de determinador y asociación para
delinquir" Ese día se inició otro sicariato judicial a los que ya
estamos acostumbrados los venezolanos.
El “ministerio público” bajo el régimen chavista ha devenido en una banda de serviles y cobardes sicarios judiciales al servicio de la política represiva del régimen. Así como en las bandas del crimen organizado imponen a los aspirantes a ingresar en ellas como miembros plenos la obligación de cometer un asesinato, en el ministerio público del PSUV se les pone a prueba encargándoles un caso de sicariato político.
El “ministerio público” bajo el régimen chavista ha devenido en una banda de serviles y cobardes sicarios judiciales al servicio de la política represiva del régimen. Así como en las bandas del crimen organizado imponen a los aspirantes a ingresar en ellas como miembros plenos la obligación de cometer un asesinato, en el ministerio público del PSUV se les pone a prueba encargándoles un caso de sicariato político.
Algunos de estos
sicarios judiciales, luego de que comenten sus crímenes y para tratar de
justificar su conducta y ponerse a buen resguardo, simplemente huyen y desertan
como las ratas que presienten el hundimiento del barco. Es así como hace pocos
días, el 23 de octubre de 2015, hemos sido sorprendidos por la declaración del
fiscal Franklin Eduardo Nieves Capace,
quien después de años en la fiscalía, donde pasó con éxito todas las pruebas de
lealtad al “proceso” y las demás que allí se le imponen a los sicarios
judiciales, ahora se nos presenta con voz entrecortada, cara de “yo no fui” y
casi con lágrimas de cocodrilo para denunciar que la condena de Leopoldo López se fundamentó en pruebas
falsas manipuladas por el ejecutivo nacional y la fiscal general Luisa Ortega
Díaz y sus secuaces.
Este triste y
cobarde personaje comienza su declaración identificándose así: “Soy
Franklin Nieves Fiscal 41 del Ministerio Público a nivel nacional con
competencia plena. Fui uno de los fiscales que presentó la acusación contra el
ciudadano Leopoldo López, hoy condenado y recluido en la Cárcel de Ramo Verde…”
El fiscal declara con orgullo que fue “uno de los fiscales” que
presentó la acusación contra Leopoldo López. Confiesa con descaro y hasta con
cierto orgullo que participó en el forjamiento de las pruebas, que activamente colaboró en la
violación de los derechos procesales y humanos de Leopoldo López.
Franklin Eduardo
Nieves Capace fue designado como fiscal para el caso de Leopoldo López por ser
uno de los hombres de mayor confianza de Luisa Ortega Días y sus secuaces
Nelson Mejías y Juan Carlos Sanabria.
Nieves Capace es autor o coautor de la imputación y de la acusación contra
Leopoldo López, participó en el juicio o “FALSA”, como lo llama el ilustrado ex-fiscal en culto
lenguaje, promoviendo y defendiendo con ardor la posición del régimen. Ahora
hace correr la voz de que él consideró su designación para el caso López como “…un
castigo para [él]. Yo estaba tramitando mi jubilación después de casi 20 años
de servicio al Ministerio Público y me echan encima este paquete…”
En su intento de
explicar su conducta y justificar su decisión de irse del país, Nieves dice que
resolvió salir con su familia de Venezuela “…en virtud de la presión que estaba
ejerciendo el ejecutivo nacional y mis superiores jerárquicos para que
continuara defendiendo las pruebas falsas con que se había condenado al
ciudadano Leopoldo López…” es decir él no solamente consignó las
“pruebas falsas” en que fundamentaron la acusación contra López, sino que
confiesa que las defendió a lo largo del proceso y resuelve irse porque el
gobierno lo presionaba para “…que continuara defendiendo las pruebas
falsas con que se había condenado al ciudadano Leopoldo López…en la apelación”
Con gran cinismo
Nieves trata de presentarse como una especie de inocente enano de Blanca Nieves
y con voz de compungido dice “…quienes me conocen, saben la angustia por
las que pasé, que no dormía, por el dolor y la presión que me daba continuar
con una falsa (sic) para continuar con ese juicio violándole los derechos
injustamente a esta persona. A quienes me conocen, a los que me quieren, saben
que a partir de este momento van a escuchar descalificaciones e injurias en mi
contra porque no me presté para continuar con la falsa (sic) que se montó.”
No se presta para continuarla pero se prestó para iniciarla. La angustia, el
insomnio y el dolor no lo invadirían sino luego de su participación activa y
agresiva en la “FALSA” en que Leopoldo López fue condenado a 14 años de
prisión. Pero cuando Nieves Capace preparaba la acusación para dar inicio
formal a la FALSA no sufrió de angustias, ni de insomnio ni de presión.
Posteriormente, a lo largo de la “FALSA” entraba desafiante, altanero y
agresivo a la sala de audiencias. Este chavista, ahora llorón y que se dice angustiado e insomne por los delitos
por él cometidos, no parece ser el mismo que en la sala de audiencia,
exprimiendo su pobre manejo del lenguaje, llegó a acusar a Leopoldo López de ser responsable de
las muertes de Da Costa y de Montoya, y de la muerte de los 43 venezolanos asesinados por las fuerzas del
régimen en las protestas de 2014.
Desde la imputación
del ministerio público contra Leopoldo López el 4 de Abril de 2014 hecha por
Franklin Nieves, hasta el 11 de Septiembre de 2015 cuando Leopoldo López fue
condenado, transcurrieron 525 días. Durante esos 525 días Nieves Capace no
sufrió insomnios ni angustias ni se perturbó o molestó por las presiones del
régimen sino todo lo contrario, era un sicario exitoso y consentido. No denunció
que el juicio era una “FALSA”, ni que las supuestas pruebas contra López eran
falsas, ni nada parecido. La declaración de Nieves pone en evidencia que la
condena de Leopoldo López fue producto de un fraude procesal. A confesión de
parte relevo de pruebas.
En la justificación
de su salida del país, no se arrepiente de su conducta criminal, no es un “mea
culpa“. Por el contrario, su argumento central es que el régimen quería que él continuara
defendiendo las pruebas falsas usadas para condenar a Leopoldo López y
parece que el fiscal Nieves en lugar de defenderlas, encontró en ellas una
excusa para irse de la Venezuela convertida por el chavismo en país-infierno,
tal como han hecho centenares de miles de venezolanos. En efecto, su súbito
cambio y su declaración más bien parecen
destinados a fundamentar su solicitud de asilo en los Estados Unidos. El
imperio atrae con fuerza irresistible a los siervos del Comediante Eterno:
desde la noble Princesa del Arroz de la Casa Real de Sabaneta, María Gabriela
Chávez, hasta el infeliz plebeyo Franklin Nieves, pasando por los pitiyanquis
de closet como la Fosforito, Roy Chaderton, Calixto Ortega y Bernardo
Álvarez. Luisa Ortega no contaba con su
astucia.
Franklin Nieves y
los delincuentes a quienes él llama sus “superiores jerárquicos” tendrán que
enfrentar la justicia cuando la dictadura sea derrocada. Sus golpes de pecho
son extemporáneos y no son atenuantes.
Joaquín F.
Chaffardet
@jchaffardet
Transcripción de la declaración de FRANKLIN EDUARDO
NIEVES CAPACE.
“Soy
Franklin Nieves Fiscal 41 del Ministerio Público a nivel nacional con
competencia plena. Fui uno de los fiscales que presentó la acusación contra el
ciudadano Leopoldo López, hoy condenado y recluido en la Cárcel de Ramo Verde,
ubicada en Los Teques. Decidí salir con mi familia de Venezuela en virtud de la
presión que estaba ejerciendo el ejecutivo nacional y mis superiores
jerárquicos para que continuara defendiendo las pruebas falsas con que se había
condenado al ciudadano Leopoldo López. Esta continuación se tenía que hacer
contestando la apelación y argumentando para defender la condena que había
proferido la juez que llevaba el caso.
A
quienes me conocen, saben la angustia por las que pasé, que no dormía, por el
dolor y la presión que me daba continuar con una falsa (sic) para continuar con
ese juicio violándole los derechos injustamente a esta persona. A quienes me
conocen, a los que me quieren, saben que a partir de este momento van a escuchar
descalificaciones e injurias en mi contra porque no me presté para continuar
con la falsa (sic) que se montó. A mis amigos juez, a mis compañeros fiscales,
yo los invito a decir la verdad, como yo en este momento quiero hacer lo
correcto, perder el miedo y decir la verdad. Quiero que sean valientes,
levanten sus voces y manifiesten su descontento por la presión que ejercen
nuestros superiores amenazándonos con destituirnos, con mandarnos a la cárcel y
esa serie de argumentos absurdos que siempre nos ponen para amenazarnos y que
podamos realizar el capricho de todas esas personas.
Hago
responsable al ejecutivo nacional y a mis superiores jerárquicos si algo me
sucede a mí o a mi familia. Ya me enteré que están iniciando una investigación
a los fines tal vez de sembrar pruebas falsas, no ahora contra Leopoldo López,
sino ahora contra mi persona.
A
los venezolanos les voy a manifestar en este momento que en una próxima
oportunidad estaré diciendo toda la verdad de cuanto aconteció en el juicio
contra Leopoldo López. Y no solamente cuanto aconteció en el juicio contra
Leopoldo López, sino antes, durante y después de ese juicio.”
Nombre: NIEVES CAPACE FRANKLIN EDUARDO
Cédula: 6.871.020
Fecha de Nacimiento: 05/03/1964
Octubre 23 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario