Los resultados de un estudio muestran que la información no puede ser
la única estrategia efectiva para reducir el abandono escolar
Es un hecho que los jóvenes que concluyen
el bachillerato ganan mejores sueldos que los que no lo terminan. Entonces,
¿cómo se explica que, aun sabiendo las ventajas que tiene el terminar la
secundaria, los que quieren abandonar los estudios lo hacen sin pensarlo dos
veces?
Esta pregunta fue el centro de un
experimento realizado recientemente en México. Pero primero, una pequeña
radiografía:
De cada diez estudiantes mexicanos que
entran a la escuela media superior (el paso previo a la universidad,
equivalente al bachillerato en España) solamente seis la terminan. La mayoría
de los jóvenes que abandonan lo hace durante el primer año. Las niñas que
tienen el mismo desempeño en matemáticas que los niños en primaria y
secundaria, comienzan a rezagarse en media superior, para terminar con niveles
de aprovechamiento significativamente inferior en el grado 12.
Parte del problema es que los estudiantes
no tienen verdadera información, o tienen información distorsionada, sobre la
potencial retribución monetaria de la educación, según afirma Rafael de Hoyos,
economista del Banco Mundial, y coautor del estudio (i) que
arrojó estos resultados.
Según los datos recabados, cuando les
preguntaron cuanto creían que ganaría con un título de educación media
superior, los niños subestimaron los ingresos en un 25% y las niñas en un 35%.
El experimento
A un determinado número de estudiantes de
décimo grado seleccionados aleatoriamente en diferentes escuelas de México, les
dieron la siguiente información, específica para hombres y mujeres: una mujer
que termina la escuela media superior gana, en promedio, casi $100 dólares más
por mes que una mujer que solo cursó hasta noveno grado. Esta diferencia
equivale a casi $48 mil dólares durante su vida productiva (de 25 a 65 años).
Tres años después se analizó la tasa de
graduación y el desempeño académico de los estudiantes. La información no tuvo
gran impacto en las tasas de graduación de la escuela media superior, que se
mantuvieron más o menos iguales entre el grupo de tratamiento y el de control,
pero sí hubo una mejora significativa en el desempeño académico, sobre todo de
las niñas en matemáticas.
“Ambos, niños y niñas en el grupo de
tratamiento incrementaron sus expectativas sobre los salarios de los graduados
de la escuela media superior, sin embargo, solamente las niñas aumentaron su
esfuerzo como resultado de la información”, afirma Ciro Avitabile, experto en
educación del Banco Mundial, otro de los autores del estudio.
Una posible explicación es que “cuando se
decide el nivel de esfuerzo, las niñas valoran más que los niños los futuros
beneficios asociados a este esfuerzo”, dice Avitabile. De hecho, como resultado
de la información, una gran parte de las niñas se cambiaron a áreas de
especialización de la media superior con mayor énfasis en matemáticas.
Otro punto a resaltar del experimento es
que la información tuvo más impacto entre los jóvenes que pertenecían a hogares
de ingresos relativamente altos. “Los jóvenes de familias con ingresos tanto
bajos como altos incrementaron sus esfuerzos (sobre todo las niñas), pero
parece que solamente aquellos con buenas condiciones iniciales pueden
transformar el mayor esfuerzo en mejores resultados”, dice de Hoyos.
No basta con la información
De acuerdo con los expertos, los resultados
muestran que la información no puede ser la única estrategia efectiva para reducir
el abandono escolar en educación media superior en México, “y no es suficiente
para mejorar el desempeño de los jóvenes de familias desfavorecidas”, explica
de Hoyos.
Sin embargo, sí tiene efecto en el
desempeño de algunos estudiantes, particularmente las mujeres, y el costo de
implementación es cercano a cero.
“La información sobre los beneficios de la
educación puede ayudar a muchas adolescentes en México a visualizar un futuro
diferente de los estereotipos tradicionales”, afirma Avitabile, “y dar más peso
a las implicaciones que sus decisiones educativas presentan para su futuro
laboral”.
Contar con más mujeres estudiando materias
de matemáticas y una mejora en su rendimiento escolar podría tener impactos de
largo plazo, e incluso contribuir a cerrar la brecha salarial entre hombres y
mujeres. En México ésta es, en promedio, de 15.43%, según la OCDE.Es
decir que las mujeres mexicanas, en promedio, ganan 15.43% menos que los
hombres. Este porcentaje se encuentra arriba de España, pero debajo de Suiza o
Alemania, según el organismo.
El efecto de la información depende del
contexto: el estudio del Banco Mundial cita a ejemplos en República Dominicana
o Madagascar, en donde la información sobre los retornos a la educación tuvo
impactos significativos en la retención escolar, lo que contrasta con Estados
Unidos, China y México, en donde casi no hubo ningún impacto en retención.
En países de ingreso bajo, proveer
información sobre los retornos de la educación puede ser suficiente para
incentivar a los estudiantes en riesgo de abandonar a quedarse en la escuela,
según de Hoyos.
“Pero en países de ingreso mediano o alto,
la mayor probabilidad de encontrar un trabajo remunerado puede incentivar a los
estudiantes a dejar la escuela, independientemente de la información que
tengan”, concluye el experto.
* Isabelle Schaefer es productora online del Banco Mundial
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