Proponer
abiertamente las vías de solución no es delito, pero sí lo es ocultar con
cinismo, disimular con el silencio y agravar con la inacción.
La
situación es tan grave y la crisis se acelera tanto cada día que ya no se puede
hablar con eufemismos y en susurros para que el enfermo no se alarme. Es
necesario que civiles y militares hablemos y discutamos abiertamente sobre la
necesaria y rápida intervención quirúrgica si no queremos que el enfermo se
muera; es decir, que nos quedemos sin país.
Proponer
abiertamente las vías de solución no es delito, pero sí lo es ocultar con
cinismo, disimular con el silencio y agravar con la inacción. La GRAN UNIDAD
NACIONAL está constituida y crece con
todos los que defienden que Maduro está deslegitimado por su desempeño
(violación sistemática del art. 2 de la Constitución) y por la fraudulenta
votación del 20M, que la dramática realidad humana económico-social no debe
prolongarse y que es imprescindible el pronto restablecimiento de la
Constitución democrática y elecciones
libres.
Esta es
la unidad que el país reclama para salvar la vida del enfermo. Ante la dura
realidad que nos oprime, hay que buscar
la cirugía mayor para evitar la muerte
y definir la ruta de salida y reconstrucción.
La
realidad sin eufemismos
1-Maduro
el 20 de mayo no fue elegido democráticamente, sino que impuso dictatorialmente
una votación para continuar hasta el
2025.
2-La
actual realidad de muerte (con votaciones o sin ellas) es causada por la
insensata política impuesta por el Gobierno que ha fracasado en todas las
áreas. Frente a la tiranía, todos, civiles y militares, estamos obligados (art.
333) a actuar para restablecer la Constitución y los derechos humanos.
3-Esta
tragedia humana tiene que ser el factor decisivo y más urgente para la unidad.
Sería terrible que los demócratas no entendieran ni supieran comunicar que la
respuesta es para hoy y no para empezarla a pensar dentro de 8 meses, luego de
realizar procesos electorales que están bloqueados por la dictadura.
La ruta
más razonable y democrática hacia la que todos unidos debemos empujar nacional
e internacionalmente es:
A-
Renuncia de Maduro y su gobierno, con
salida negociada.
B-
Gobierno de transición presidido por el Presidente de la legítima AN.
C-
Junta de Gobierno civil con participación militar para de inmediato tomar las medidas de ayuda humanitaria,
frenar la hiperinflación y establecer las condiciones y garantías jurídicas
para la reactivación económica y la inversión. En la Junta debe haber una
representación empresarial-trabajadora
capaz de elaborar una propuesta económica-social productiva y generadora
de trabajo e ingresos dignos, consciente de que si no trae solución para los
pobres no la habrá para nadie.
D-
Restablecimiento de la legalidad constitucional con separación de poderes,
liberación de presos políticos, exiliados y perseguidos. Habilitación de
políticos y partidos arbitrariamente inhabilitados. Restauración de la plena
libertad de expresión y de comunicación.
E-
Eliminación de la dictatorial Asamblea Nacional Constituyente y nombramiento
del nuevo CNE.
F-
Preparación de las condiciones indispensables para la elección presidencial
libre, democrática y transparente; que seguramente sólo serán posibles dentro de nueve meses o más.
Renuncia
y transición. Todo este proceso empieza con la renuncia de Maduro (porque su
régimen desde hace tiempo es tiránico y su reelección fraudulenta), con mucha
urgencia y al menor costo político. El nuevo gobierno de transición necesita el
mayor apoyo y unidad nacional e internacional; en primer lugar de la inmensa
mayoría de los 30 millones que se animará, movilizará y organizará, si ve que
por fin el cambio va en serio.
La
transición requiere negociación, tanto para la salida de este gobierno como
para la respuesta a la emergencia económico-social y la movilización para la
reconstrucción.
Necesitamos
nacer de nuevo, ciertamente los partidos pero también los empresarios,
trabajadores, líderes espirituales, universidades, academias, gremios, vecinos, variadas organizaciones sociales…
El
Frente Amplio Venezuela Libre es necesario como espacio de encuentro amplio,
decidido, apasionado, con sentido de organización y urgencia para salvar la vida de este enfermo grave que
es Venezuela; esa conciencia superará
las diferencias y los graves errores y limitaciones políticas del pasado y del
presente con una decidida voluntad ética capaz de vencer el cinismo y de dotar
a la política de trascendencia para la reconstrucción moral del país.
Actores
para la ruta. De los actores necesarios
para este cambio, dos ya están:
1) El
clamor creciente de millones de venezolanos, de familias, de instituciones y de
empresas que agonizan. Ahora hace falta movilización y organización con visión
política unitaria.
2) La
claridad de las instituciones y gobiernos democráticos internacionales sobre la
dictadura venezolana, tragedia
humanitaria y democratización.
Pero
los otros dos factores están todavía rezagados:
1) La
unidad del liderazgo nacional lista para actuar y liberar al país de esta
tragedia socioeconómica y dictadura política.
2) La
Fuerza Armada decidida a restablecer y defender la Constitución y los derechos
humanos violados. La prisión política de cerca de 200 militares, sin respecto a
sus derechos humanos, revela que a la tiranía le queda la represión como último
recurso y que la FA quiere cambio.
El
Nacional
Caracas,
13 de junio de 2018
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