En
rechazo total a los sistemáticos ataques de colectivos armados afectos al gobierno
regional y nacional contra las instalaciones, bienes y la comunidad de la
Universidad de Los Andes, se pronunció el ex diputado Carlos Ramos, ante los
hechos ocurridos el jueves 7 de julio en las instalaciones del Núcleo
Universitario “Rafael Rangel”, NURR-ULA, de Trujillo.
Nuevamente,
denunció, la violencia auspiciada y permitida por el régimen de Nicolás Maduro
se ensaña contra la bicentenaria institución, que no se ha rendido ni se
rendirá ante las pretensiones de tomarla, asaltarla y violentar su autonomía,
para convertirla, como otras instancias del país, en un brazo ideológico y
político del chavismo, un aparato educativo de adoctrinamiento y pensamiento
único, totalmente contrario a la esencia misma de la academia.
El
pre candidato a la gobernación de Mérida se refirió a lo sucedido y denunciado
por el Vicerrector del NURR-ULA, profesor Hebert Lobo, quien se vio obligado a
suspender actividades académicas y administrativas hasta nuevo aviso, ante la
violenta arremetida de colectivos motorizados armados, quienes entraron en la
institución de estudios superiores, y atacaron a la comunidad universitaria,
quemaron vehículos, y saquearon parte de la comida que estaba destinada a los
alumnos. Ramos se hizo eco de las denuncias del profesor Hebert Lobo, quien
responsabilizó de los hechos al gobernador de Trujillo, Henry Rangel Silva, al
negar protección a los universitarios y sus
instalaciones.
El
ex parlamentario recordó los repetidos ataques a la ULA, como el ocurrido
recientemente en el edificio del rectorado, donde los colectivos entraron a la
fuerza para sabotear e impedir una manifestación pacífica que allí se
realizaba, o los actos violentos de la tarde del viernes 1 de julio, donde
ocasionaron asaltaron personas y locales, y culminó con el cobarde ataque a los
jóvenes seminaristas.
Mientras
el régimen permite estos desmanes, subrayó Ramos, les niega el presupuesto
justo a nuestras casas de estudio, al extremo que la ULA se ha visto impedida
de ofrecer un buen servicio de comedor a sus estudiantes, disminuyendo las
raciones y la calidad, afectando a los jóvenes de menores recursos, que son la
mayoría.
Ramos
se unió al clamor de los ulandinos y merideños para que cesen los ataques a la
máxima casa de estudios, por parte del régimen, y llamó a todos a defenderla de
quienes quieren destruirla como academia libre, democrática y autónoma,
cercándola económicamente y sembrando el terror y la violencia. (Prensa Carlos
Ramos)
Leyenda: Gobierno
niega presupuesto a las universidades
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