martes, 22 de enero de 2019

Estrechar las manos por una Venezuela libre - Jonatan Alzuru



Con la consigna “no torcer el brazo, sino estrechar las manos”, nuestro pueblo se reconcilia, estrechas sus manos, su ímpetu, sus energías para derrocar a la tiranía. Con el lema “Cese a la usurpación”, el Presidente Encargado, constitucionalmente, Juan Guaidó, capitaliza el esfuerzo de tantos dirigentes sindicales, estudiantiles, profesorales, religioso, intelectuales, movimientos políticos que durante estos años han trabajado, sin descanso, para la articulación de las fuerzas políticas que se oponen al despotismo.


Los dos lemas resumen la política central que se debate en todos los cabildos abiertos en el país. Los cabildos han sido una fuerza que como una bola de nieve se incrementa al pasar de las horas y los días.  El gran cabildo de Venezuela será el 23 de enero. Día glorioso para trazar la ruta, que nuestro pueblo articulado con todos los países que nos apoyan, que nos guiará para desplazar del poder a esa cúpula que oprime, de forma brutal. a nuestra sociedad.

Venezuela se rencontrará en un Gran Cabildo el 23 de enero, con la música patria, con la sonrisa de esa mujer hermosa del norte de la América del Sur, quien iniciará sus dolores de parto y todos celebraremos, el nuevo estado, la nueva sociedad, donde el único centro será la reconstrucción de nuestras instituciones, la reconstrucción del sistema educativo; la reconstrucción del sistema productivo, de la salud, de nuestra gloriosa Fuerzas Armadas…  y en nuestra tierra abonada, lloverá café, como canta Juan Luis Guerra, para que nuestros niños jueguen en el campo…  

Dos lemas resumen una estrategia política: “no torcer brazos, sino estrechar manos” y “Cese a la usurpación” y un gran cabildo el 23 de enero que hará posible el grito: “Venezuela Libre”.

El gran cabildo de Venezuela del 23 de enero no es el día final; es el comienzo del final de la tiranía.  Nuestro Presidente, Juan Guaidó, de forma inteligente, nos ha indicado que no se trata de una lucha de un día para otro; que será, más bien, como una música que irá aumentado, in crescendo, que culminará con un Gloria… “Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzó”.

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