miércoles, 14 de marzo de 2018

Realpolitik - Luis Montilla



Término venido del alemán, para referirse a la “política de la realidad”. Es la política o diplomacia basada en intereses prácticos y acciones concretas, sin detenerse mucho en consideraciones teóricas o filosóficas para el accionar político. Término muy cercano a lo que se conoce como realismo filosófico y el pragmatismo. Desde la Teoría Social y la Ciencia Política, se ha entendido el término de la realpolitik, para abogar por el avance en los intereses de un país de acuerdo con las circunstancias actuales de su entorno, en lugar de seguir principios teóricos, filosóficos o morales. 


Se ha considerado a Nicolás Maquiavelo, como uno de los principales precursores de estas ideas para entender la política. Maquiavelo sostenía en su conocida obra “El Príncipe”,  que la única preocupación de un príncipe (o gobernante) debería ser la de conquistar y retener el poder, para así conseguir el beneficio para su Estado, promulgando que las consideraciones éticas o religiosas eran inútiles para tales fines. Tema que traemos para la discusión y el debate, motivados por unas reflexiones escritas y aparecidas en las redes sociales por el ex rector, ex alcalde de la ciudad de Mérida e importante figura pública Léster Rodríguez, que tituló: “El contexto”. Donde expone, que el Gobierno implantó con mucho éxito en la psique del venezolano la desconfianza.

Que instituciones como la iglesia, las universidades, la sociedad civil, etc. no confían en los partidos políticos ni en su dirección, pero que estos a su vez no confían en los anteriores, desde donde también se manifiestan y acentúan fuertes divisiones. Nadie confía en nadie y solo defienden su verdad parcial como un dogma religioso, alejándonos del camino del encuentro, reconciliación y unidad como la ruta a la solución. Agrega también, que el Gobierno ha utilizado a las fuerzas armadas y a todos los cuerpos de seguridad del Estado, como a civiles armados, para instalar en la psique de los venezolanos el miedo, a través de la represión, asesinato, desapariciones, encarcelamiento, etc. Además que no salen con protestas, manifestaciones, “guarimbas” ni ningún tipo de lucha democrática en las calles, que eso es un fracaso, y que la única vía posible es la electoral.

Elecciones no competitivas, ya que manejan a discreción el registro electoral, centros de votación, fechas de las elecciones que escogen a conveniencia, miembros de mesa, transmisión de datos, entre otros. Encontrándonos con una oposición fragmentada y dividida, sin credibilidad, sin una candidatura unitaria, que logre entusiasmar masivamente al electorado, y con la debilidad que implica el éxodo de millones de jóvenes en busca de un futuro mejor, que no podrán votar. Ahora cambian la fecha de las elecciones y la convierten en una “megaelección”, para obligar a los partidos y sus intereses naturales de la lucha por el poder, a participar para legitimar el proceso. Es la hora de la unidad de propósitos.

 ¿Será la hora de la realpolitik?

7 de Marzo 2018

Por: Luis Montilla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario