La ausencia de estadísticas oficiales que permitan
identificar el rumbo de la economía nacional, ha llevado a que la toma de
decisiones, por parte de los agentes económicos venezolanos, esté condicionada
por la evolución de indicadores macroeconómicos no oficiales que se pueden
encontrar en páginas web o redes sociales, como por ejemplo la archiconocida
Dólar Today, cuyos indicadores, a pesar que por ley no existen, son utilizados
para explicar los recurrentes aumentos de precios de las mercancías elaboradas
por las empresas, solicitar frecuentes incrementos de sueldos por parte de los
trabajadores y justificar las últimas medidas de política económica implementadas
por el gobierno venezolano.
Sin embargo en los últimos días hemos notado cómo
esos indicadores no oficiales del tipo de cambio han estado estables o han ido
a la baja y sin embargo los precios continúan aumentando, ante todo lo
expresado, consultamos a Alberto Hurtado, profesor e investigador del Instituto
de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Facultad de Ciencias Económicas
y Sociales de la ULA (Faces) quien señaló que: “En este marco, ha tomado un
papel preponderante la relación entre el indicador no oficial del tipo de
cambio en el mercado paralelo y la inflación. Así, cada vez que se incrementa
el tipo de cambio en el mercado paralelo, los precios de los bienes y servicios
que se venden en Venezuela aumentan; mientras que lo contrario nunca ocurre, es
decir, ante la disminución en la tasa de cambio paralela no disminuye el valor de
los productos en el mercado. Esta rigidez a la baja de los precios se debe a
los componentes inerciales de la inflación venezolana”.
Explicó el profesor Hurtado que la inercia
inflacionaria, es aquella situación en donde la tasa de inflación muestra una
evolución que no puede ser explicada exclusivamente por factores monetarios o
fiscales. Corresponde al persistente incremento de los precios de las mercancías
como resultado de la existencia de contratos escalonados a largo plazo; el
recurrente uso de la indización salarial, para intentar ajustar hacia el pasado
el poder de compra de los trabajadores; las predecibles políticas laborales
futuras, donde se insiste en ajustes hacia el futuro y se incentiva a los
ciudadanos a prevenir los efectos de dichos cambios; la falta de credibilidad
en la gestión gubernamental en economía y la existencia de problemas para la
coordinación de los agentes económicos.
Entonces, ante este estado de cosas, señala el
profesor Hurtado que para comprender por qué en Venezuela los precios de los
bienes y servicios no dejan de subir es fundamental reconocer el impacto que
tiene el uso de contratos escalonados de largo plazo en las empresas del sector
privado que desean conservar a sus trabajadores, por lo cual realizan esfuerzos
para garantizar, tanto ajustes hacia el pasado como ajustes hacia el futuro en
cada contratación colectiva intentando preservar el poder de compra de sus empleados.
Igualmente se debe tomar en cuenta el uso recurrente de la indización salarial
en la política laboral del gobierno venezolano, en este sentido, de manera
persistente, se incorporan los niveles pasados de inflación a los salarios
corrientes de los trabajadores y en las estructuras de costos de las empresas,
haciendo que la inflación del período inmediatamente anterior se mantenga en la
economía. Otro factor es la mínima credibilidad en el compromiso gubernamental
de reducir el déficit público, controlar la oferta monetaria y garantizar la
estabilidad de precios, aspecto que se toma en cuenta al momento de definir el
valor de los bienes y servicios en el mercado; y, por último, la ausencia de un
mecanismo que permita la coordinación entre los agentes económicos, lo cual
hace que en cada ajuste de precios prive la incertidumbre acerca de las
decisiones que toman los distintos sectores productivos.
Finalmente, resaltó el profesor Hurtado que estos
procesos no monetarios obligan a las empresas a tomar cada día mayores costos
de producción, fuerzan a los consumidores a enfrentar recurrentes aumentos en
los precios de los bienes y servicios y llevan a la economía a una situación
donde se exacerba la usura y la especulación. “Para eliminar esta inercia inflacionaria
se deben poner en práctica medidas que eliminen la indización salarial, permitan
un acuerdo amplio en precios y salarios, devuelvan la autonomía al ente emisor
y recuperen el funcionamiento de los mercados”. Golfredo Lobo / Prensa ULA /
CNP 14.293
Foto
Alberto Hurtado, profesor e investigador del
Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Facultad de Ciencias
Económicas y Sociales de la ULA (Faces) (Foto Golfredo Lobo)
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