Las quince nuevas atribuciones delegadas al
Vicepresidente Ejecutivo de Venezuela,Tareck El Aissami, son una muestra más de
debilidad e incapacidad del Presidente Nicolás Maduro, y de su ineficiencia e
ineficacia en el ejercicio de la administración pública, lo que le obliga a
darle más poder y autoridad a quien le sigue en su mando con estas funciones, las
cuales no son necesarias porque, implícitamente, debe cumplirlas.
Así opina el pre candidato a la Gobernación de
Mérida, Carlos Ramos, quien considera que la Constitución y la Ley le atribuyen
al Vicepresidente, entre otras responsabilidades,“colaborar con el Presidente
de la República en la dirección de acción de gobierno”; como apoyo, es decir,
colaborador inmediato a nivel estratégico en la coordinación del proceso de
formación de las políticas públicas que orientan dicha acción del gobierno, en el
ejercicio de sus atribuciones constitucionales y legales, pero, eso no implica que
lo faculta a ejecutar atribuciones de competencia
exclusiva del Presidente, en su condición de Jefe del Ejecutivo Nacional.
Esta delegación de atribuciones claramente
establecidas como parte de las competencias del Presidente, amparado en la
constitución –continuó el ex parlamentario- formaliza un traspaso de poder que
se ha venido gestando en bajo perfil ”de hecho”; ya ejercido por el Vicepresidente Ejecutivo, condición
que le da más fuerza a la decisión de Asamblea Nacional tomada el día 29 de enero, cuando declaró el abandono de
cargo por haber descuidado sus funciones como jefe de Gobierno y por sus
responsabilidad en la crisis que atraviesa el país y, ante este deterioro de gobernabilidad, cabe
una pregunta insólita: ¿será qué tenemos en Venezuela un gobierno y dos
presidentes?.
Y prosiguió Ramos: “A pesar, que el Tribunal
Supremo, como apéndice del régimen, declare la nulidad de los actos
parlamentarios, situación absurda, porque están apegados a la
constitucionalidad, los escenarios
hablan por sí solos, y dejan sentado que el Presidente no gobierna,
mesuradamente ha abandonado el cargo, cada día es menos Presidente. Transfiriéndole
sus atribuciones a Tareck El Aissami, cabe vislumbrar a este como su sucesor, con miras a seguir
perpetuando el chavismo en el poder, situación que no permitiremos los
venezolanos, porque seguimos trabajando, uniendo esfuerzos, somos mayoría, y no vamos a desvanecer,
hasta conseguir el cambio nacional - regional
y alcanzar la verdadera expresión de la democracia en Venezuela”.
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