Los
expertos aseguran que en Venezuela la interferencia del gobierno en el mercado
y la producción ha llevado a un caos alimenticio
Venezuela parece ser la
excepción a los estudios que aseguran que el tiempo de hambrunas
ha terminado. Los avances tecnológicos y la producción de alimentos
han aumentado la seguridad alimentaria, explica el economista británico,
Stephen Devereux, en una entrevista en The Huffington Post.
El experto compara la
situación nacional con lo que ocurrió con países como Corea del Norte, que
tenía una gran escasez en los años 90, debido a la intervención excesiva del
gobierno en la economía.
“Venezuela parece haber
pasado de ser una economía de libre mercado a una economía controlada. Hay
una grave crisis alimentaria en Venezuela porque el gobierno interfirió en la
producción agrícola y el comercio, además del racionamiento de electricidad y
agua”.
Todas estas intervenciones
hacen que sea difícil acceder a los alimentos, no haya suficiente
producción y la gente no pueda comprar comida, añade Devereux. “Se importa
a precios de mercado negro exorbitantes que las personas no pueden permitirse,
por lo que ahora hay mucho desorden por conseguir alimentos”.
Patrones
de las hambrunas mundiales
El experto en desarrollo de
la Universidad de Sussex, en Reino Unido, explica que normalmente las hambrunas
comienzan con una interrupción en la disponibilidad o producción de alimentos.
A continuación, las
personas recurren al mercado y tratan de comprar alimentos,
pero si son demasiado pobres para comprar alimentos, o si no hay comida para
comprar, tienen un problema de escasez.
“En este punto, o bien el
gobierno tiene que intervenir y ayudar a la gente a comprar alimentos, o
subsidiar el precio de los alimentos, y si el gobierno no puede hacer eso, la comunidad internacional
tiene que intervenir“, dice.
Venezuela parece estar
siguiendo estos pasos y sin posibilidad de buscar una ayuda externa a su
problema, pues el gobierno ha rechazado en varias oportunidades envíos de
medicinas y alimentos que la Asamblea Nacional ha conseguido en las
gestiones de lo que llaman “una crisis humanitaria”.
Para Devereux, un factor
importante para la seguridad alimentaria mundial y la disminución de los
problemas alimenticios es la difusión de la democracia.
“Los gobiernos que permiten
la libertad de comercio, movimiento y la información son más propensos a evitar
hambrunas que los países con gobiernos represivos o controladores que interfieren demasiado en el
mercado o
impiden que la gente se mueva, comercie y suprime información”, explica.
Otro factor es el grado de
desarrollo del comercio y la infraestructura. Devereux considera
que las zonas más afectadas por las crisis alimentarias y el hambre se
encuentran en condiciones de “aislamiento” o son muy remotas, por lo que es difícil
hacer llegar la comida.
Aunque Venezuela no aplica a
esta condición, el limitado acceso a importaciones y el decaimiento del mercado
interno la coloca en una condición de aislamiento.
El economista asegura que, a
corto plazo, “la situación parece bastante mala”. La solución estaría en las
decisiones políticas, como permitir a las empresas cobrar precios por encima de
sus costos de producción y así potenciar los incentivos. “El gobierno tiene que
admitir que necesitan ayuda”.
Devereux afirma que
“Venezuela puede tener que pasar por un proceso de ayuda de
emergencia y de recuperación hasta
que la economía se estabilice y los cambios de política necesarios pueden
realizarse”.
Por Redacción La Razón -
Jul 2, 2016
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