La revista inicia una nueva
etapa sin desnudos tras sufrir un varapalo por culpa de las nuevas tecnologías
donde el sexo está al alcance de un 'clik'
La revista Playboy, fundada por Hugh Hefner en 1953, dejará depublicar desnudos en
sus páginas a partir de marzo del año que viene cuando estrene su rediseño. El
consejero delegado de la publicación, Scott Flanders, le llevó la propuesta a
su fundador y aún editor jefe el mes pasado a su famosa mansión y este aceptó
la que parece la única solución para el futuro de la publicación que ha pasado
de vender 5,6 millones de ejemplares en sus inicios a 800.000 ahora.
Y todo
dicen sus responsables por culpa de Internet. Tras el logo de la conejita con
pajarita, Hefner creó un imperio que aún vende todo tipo de productos por el
mundo y soporta las pérdidas anuales de la publicación. Pero hubo un tiempo en
que fue al revés, yPlayboy tiraba del negocio como escaparate
para actrices, modelos y cantantes. Jenny
McCarthy o Anna Nicole
Smith se hicieron
famosas a partir de sus portadas en la publicación. Y mujeres como Sharon Stone, Madonna, Naomi
Campbell o Drew
Barrymore aparecieron
desnudas en sus páginas en los años ochenta y noventa como una forma de
promocionar sus carreras.
“Estás a un click gratis de cualquier acto sexual
imaginable. Así que la coyuntura ha pasado”, explicó Flanders en el New
York Times.Desde aquel primer número en el que Hefner llevó a su
portada aMarilyn Monroe y en su interior, la foto desnuda que
la actriz se había hecho antes de ser un icono, el objetivo de Playboy siempre fue popularizar el sexo. Pero
la revista se ha visto ahora superada por la revolución que ellos mismos
lideraron y sus conejitas del mes no pueden ya competir con la
oferta sexual que ofrece Internet.
La publicación seguirá teniendo fotos de
mujeres en poses atrevidas y aún elegirán una conejita cada mes, pero las imágenes serán
aptas para mayores de 13 años y menos producidas, al estilo de Instagram. “Un
poco más accesibles, un poco más íntimas”, dice Flanders, para que puedan tener
cabida en las redes sociales, clave en el desarrollo actual de los medios de
comunicación. Como prueba, en agosto ya retiraron los desnudos de la web y
pasaron de cuatro millones de usuarios únicos a 16, y la edad media de sus
lectores cayó de los 47 a los 30 años.
Su intención, precisamente, es llegar a un
público objetivo de entre 18 y 30 años, hombres que viven a la ciudad “y tienen
trabajo”, dice Flanders. Y la idea para conseguirlo es reforzar los reportajes
y entrevistas en profundidad, otra de las razones por las que Playboyes
una revista de referencia desde hace 60 años.
La circulación de Playboy ha pasado de 5,6 millones de
ejemplares en 1975 a solo 800.000 copias hoy
En su primera carta editorial en 1953,
Hefner decía: “Si eres un hombre entre 18 y 80 años, Playboy está hecha para ti. Nosotros
disfrutamos mezclando cócteles con un aperitivo o dos, poniendo música de
ambiente e invitando a una conocida para charlar sobre Picasso, Nietzsche,
jazz, sexo…”. Y en esos dos ejes dirigió la revista: temas de conversación
profundo en ambientes sexuales.
En sus páginas, se han publicado
entrevistas con Martin Luther King Jr., Malcolm X, Jimmy Carter o con Lennon y Yoko Ono, solo un año antes de que muriera el ex
Beattle. Pero siempre había una mujer semidesnuda en portada, porque Hefner,
sin cuya extravagante y mediática personalidad, aún hoy a sus 89 años, es
imposible entender el éxito de Playboy, creó la revista principalmente para
“presentar a la chica de la puerta de al lado”.
Cuando el sexo ya no es tabú: el ‘reset’ de Playboy
Un
icono del erotismo tiene que desandar lo andado para sobrevivir
En los tiempos de Internet, el sexo ya no es tabú.
El erotismo, expresado en forma de desnudo femenino más o menos artístico, está
de retirada, barrido por una pornografía descarnadamente explícita que está al
alcance de cualquiera. En este nuevo escenario, la revistaPlayboy, icono
del erotismo durante más de sesenta años, se ve obligada a hacer un reset para
sobrevivir. Y, paradojas de la vida, esereset consistirá en
desandar lo andado: a partir de marzo, ya no exhibirá más mujeres desnudas en
sus páginas. Seguirá ofreciendo imágenes de actrices y modelos famosas, por
supuesto, presentadas de forma sensual y seductora, por supuesto, pero
vestidas.
Cuando Hugh Hefner creó la revista en 1953, el
desnudo femenino era una provocación. La revista tenía un fuerte componente de
ruptura con una sociedad remilgada y puritana que en Estados Unidos estaba ya
en declive y que en Europa saltaría definitivamente por los aires con la
revolución cultural de mayo del 68. Playboy se convirtió en el
símbolo de la revolución sexual de los felices sesenta, pero una revolución
destinada exclusivamente a los hombres y con mirada de hombre. A las
feministas, que preconizaban otro tipo de revolución sexual, nunca les gustó,
porque no dejaba de ser una liberación basada en la utilización del cuerpo de
la mujer como objeto de deseo. Y como objeto de comercio. Pero el mercado demostró
que la fórmula, basada en una atrevida combinación de desnudos y artículos en
profundidad, tenía recorrido.
Su apuesta por una nueva forma de entretenimiento
para hombres, basada en “una filosofía y un modo de entender la vida”,
conectó muy bien con el prototipo de masculinidad expansiva que estaba
triunfando. Esos hombres seguros de sí mismos, inteligentes, ambiciosos,
consumidores compulsivos de éxito, que aman la cultura o por lo menos practican
un cierto esnobismo, y que buscan en las mujeres el amor, pero sobre todo un
cuerpo bello del que disfrutar. Una masculinidad y unas relaciones como las que
tan magistralmente describe James Salter en su novela Todo lo que hay.
Sus lectores tenían coartada: además de conejitas, en la revista
había también artículos interesantes, de modo que los 50.000 ejemplares de la
tirada inicial pronto quedaron atrás. En 1972 llegó a 7 millones de ejemplares.
Y el merchandising que generaba se convirtió en una máquina de
hacer beneficios.
Pero poco a poco el erotismo ha dejado de ser un gancho. La sensibilidad
ha cambiado. Y aunque sigue vendiendo 800.000 ejemplares, se impone un viraje.
El sexo ya no es un tabú que romper. Ya no hay misterio. El péndulo está
oscilando hacia el otro lado. Se ha banalizado tanto el sexo, el desnudo se ha
vuelto tan omnipresente y tan prosaico, que más bien hay necesidad de poner un
velo, de acentuar lo que el sexo puede tener de descubrimiento, de aventura
sentimental. Vuelve cierto aire de romanticismo como reacción a unos patrones
sexuales excesivamente fríos y cosificadores. En este nuevo contexto, insinuar,
sugerir, estimular la imaginación, puede resultar más atractivo que mostrar. En
eso parece estar ahora Playboy. Veremos cómo le va.
La edición de
Playboy México sí publicará desnudos
La
edición mexicana se resiste a seguir los pasos a la matriz estadounidense, que
decidió dejar de mostrar mujeres sin ropa
Portada de Playboy
En Estados Unidos pueden ponerles la ropa que
quieran, porque en México se la van a quitar. Aunque la revista
estadounidense Playboyha decidido cambiar de rumbo porque los
desnudos están al alcance de un click, la edición
mexicana ha desmentido rápidamente que en sus fronteras se vaya a acatar esa
iniciativa. "¡Esperen talento nacional e internacional como siempre lo
quisieron ver!", ha señaladola revista. El que manda en México es el
mercado, según su director, y ahí continuarán con la misma línea editorial que
hace 62 años.
La revista, fundada por Hugh Hefner en 1953, está
en un proceso de adaptación a la nueva era. Este miércoles se han reunido los
directores de las 26 ediciones que existen en todo el mundo para decidir cómo
adaptarse a las nuevas tecnologías, a un público más jóven con una manera de acceder
a la información diferente a la de los años de su creación. "En esta nueva
etapa para la publicación se ha destacado el tema de los desnudos, pero habrá
muchos cambios en los contenidos", ha explicado Alfredo Cedillo, el
director de la edición mexicana, en una entrevista a Radiofórmula.
"Aunque el desnudo ha perdido su capacidad de
sorprender, las celebridades y modelos que aparecen en nuestra revista no están
al alcance de cualquiera en la red. Playboy sigue teniendo glamour. La mayoría
de actrices y famosas que quieren posar para la publicación no lo hacen por el
dinero, sino por la marca", ha apuntado Cedillo.
Los cambios en la matriz estadounidense no parece
que vayan a afectar por igual al resto de ediciones. Según el director, tienen
libertad para seguir manteniendo los desnudos integrales aunque otros no lo
hagan y además pretenden hacer cambios editoriales. "Integraremos
nuevas plumas, nuevos contenidos, nuevas entrevistas... Nuestro objetivo
principal es rejuvenecer la marca. Nuestros contenidos estarán pensados en las
nuevas generaciones", adelanta el director mexicano.
La agenda de celebridades que posarán desnudas en las páginas de Playboy
México están llenas hasta mediados del año que viene y no piensan decirles que
no. La edición, con más de 13 años de experiencia en México, quiere mejorar los
contenidos para ofrecer así un valor agregado al contenido erótico que se
ofrece gratuitamente en Internet.
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