lunes, 9 de septiembre de 2019

La candidatura de Juan Guaidó - Rafael Simón Jiménez


No hay nada más determinante en política y en la vida, que estar “en el lugar adecuado, en el momento adecuado” y eso es esencialmente lo que le ha dado vigencia y resonancia al Presidente de la Asamblea Nacional Juan Guaido. En uno de las tantas coyunturas, en que los no pocos errores de las fuerzas democráticas habían sumido a la ciudadanía en el desconcierto y la desesperanza, su liderazgo y su activismo ha permitido insuflar nuevos bríos a un país cansado de tanto y tan terrible sufrimiento.

Amén de sus meritos y de su diligente desempeño al frente de las  riesgosas y desafiantes  tareas asumidas, ha sido la fuerza de los hechos y de la realidad la que ha determinado su rol protagónico al frente de las fuerzas del cambio. Es él quien ante  a la mayoría del país y de parte relevante de la comunidad internacional, tiene reconocimiento y respaldo, por lo que su figura resulta incuestionable a la hora, al parecer próxima en que la sociedad democrática tenga que pronunciarse electoralmente sobre el futuro de Venezuela.

La inminencia de un desenlace comicial, a la cada vez más critica y caótica realidad venezolana, obliga a movimientos, partidos y dirigentes ubicados en la plataforma del cambio, a realizar los aprestos, las tareas que permitan unir esa voluntad inmensamente mayoritaria que desde el sufrimiento diario está dispuesto a restearse con una propuesta y una candidatura que interprete ese deseo incontenible de cambio.

Es necesario entonces lanzar un fuerte aldabonazo a  la conciencia y responsabilidad de  los conductores políticos, de los jefes partidistas, de quienes  en definitiva tienen relevancia en el heterogéneo y diverso mundo opositor, para entender que el momento requiere altura de miras, compromiso con el país, sentir el padecimiento y la extrema necesidad de la gente, entender que cualquier aspiración por legitima y avalada que sea, no puede anteponerse a  la prioridad de unificar fuerzas, solidificar esfuerzos, mancomunar voluntades, desdibujar fronteras y banderías políticas canalizándolas dentro de un gran movimiento nacional que tenga dos objetivos básicos: asegurar una contundente y determinante victoria electoral que abra caminos a una transición democrática y garantizar la gobernabilidad y el éxito de la nueva gestión que tendrá la titánica tarea de reconstruir a Venezuela luego de dos décadas de rapiña, destrucción y saqueo.

Solo la división y la abstención del mundo democrático, puede fortalecer a las menguadas fuerzas que aun respaldan al régimen. Solo competencias y aspiraciones impertinentes y extemporáneas pueden junto al desanimo por el ejercicio cívico del sufragio revalorizar a los cada vez mas debilitados apoyos al gobierno. Ello obliga a toda la conciencia democrática de la nación a presentar un candidato y a realizar una gran campaña de motivación y preparación electoral que asegure no solo la masiva concurrencia a las mesas electorales, sino la construcción de una poderosa maquinaria, que neutralice el ventajismo  oficialista y que impida que se pueda escamotear un solo sufragio a favor del cambio.

En la perspectiva cada vez más probable, de un evento electoral Presidencial, sería una verdadera necedad no asumir unánimemente los valores agregados implícitos en la candidatura de Juan Guaido, cuya relevancia nacional e internacional lo convierten de antemano en un postulado imbatible.

El Presidente de la AN, jugaría el papel que en lo Nacional tuvo Jovito Villalba en 1.952 o el que hubiera jugado Rafael Caldera si la dictadura Perezjimenista se hubiera atrevido  a realizar comicios democráticos en 1,957. El papel de Walesa en Polonia, de Alfonsín en la Argentina, de Aylwin en Chile, de Mandela en Sudáfrica, que amen de las valoraciones y meritos  personales de cada uno, aparecieron  a los ojos de sus compatriotas como los líderes capaces en esa coyuntura de sacar sus países adelante.


Más temprano que tarde, y pese a la tozudez y brutalidad  del régimen que nos desgobierna, los Venezolanos seremos convocados para decidir  democráticamente el futuro de nuestra martirizada patria, y en ese momento estelar la unidad, el activismo, la movilización y la preparación electoral, serán claves junto a la candidatura de Guaido, para asegurar una gran victoria que inicie el tan esperado momento de iniciar la reconstrucción del país y el reencuentro de los venezolanos.


Lunes, 09 de Septiembre del 2019

Costadelsolfm

https://www.costadelsolfm.org/2019/09/02/rafael-simon-jimenez-la-candidatura-de-guaido/



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