La actual
situación económica y de servicios públicos por la que está atravesando
Venezuela ha llevado al Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales
(IIES) de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (Faces) de la
Universidad de los Andes, a hacer una
reflexión, a partir de las investigaciones que realizan, las cuales indican que
la economía ha venido en descenso desde finales del año 2013, como consecuencia
de políticas económicas erróneas que han asfixiado el aparato productivo
nacional privado.
La profesora
Christi Rangel, directora del IIES, explicó que a esta situación se le suma un
gasto público excesivo, mal orientado, el cual se afianzó en los años de la
bonanza, principalmente en las importaciones, lo cual llevó a afectar a la
producción interna. Dijo que luego de que se produjo una fuerte disminución en
la cantidad de divisas disponibles para ejercer el gasto, se disminuyó también
la posibilidad de realizar importaciones por parte de los empresarios, por lo
que se quedaron sin insumos para llevar a cabo sus actividades económicas. Hay
que agregar también que la decisión de incremento de salarios, sin acuerdos
entre las tres partes involucradas, han sido unilaterales, es decir han sido
tomadas sólo por el Ejecutivo, lo cual ha afectando la estructura de costos de
las empresas, por lo que en el año 2019 encontramos un aparato productivo
mermado y afectado, afectación que aumenta todavía más en virtud de la grave
situación del suministro eléctrico que coarta o disminuye toda posibilidad de
producción.
“No hay manera de
que un país progrese sin sus servicios básicos, específicamente la
electricidad. Hemos visto cómo en el transcurso del mes de marzo las posibilidades
de producción se redujeron a un 10 por ciento, porque los días efectivos de
trabajo se limitaron a 10 o 12 días, para un empresario que labora o produce 26
días al mes, es decir, se redujo a menos de la mitad. Ya teníamos una economía
afectada y la provisión de electricidad o crisis eléctrica, generó pérdidas
cuantiosas sin mencionar el caso de las empresas que necesitan energía para el
mantenimiento de sus insumos, como por ejemplo las relacionadas con productos
lácteos o cárnicos. Ya tenemos una oferta restringida, hoy tenemos este
problema que empeora el panorama de producción económica, así que debemos
esperar para el mes de abril y mayo una menor oferta de productos nacionales,
porque se alteró totalmente la producción”, resaltó la profesora Rangel.
En el caso del
estado Zulia, señaló que se afectaron zonas de almacenamiento de insumos para
largo plazo, lo cual limita su producción, por lo que se ve que no hay salida
con el actual régimen que garantice un escenario económico viable y que estimule
la actividad productiva, más aún cuando de las declaraciones del nuevo Ministro
de Energía Eléctrica se desprende que habrá más racionamiento, pero además sin
cumplir planificaciones, lo cual no permite la organización de las actividades
para que se lleven adelante las actividades económicas.
“Urge
necesariamente un cambio de rumbo en el acontecer económico, urge la
recuperación del sistema eléctrico, urge la rendición de cuentas y que nos den
información real de lo que está ocurriendo en el país, en su aparato productivo
y que el poder Ejecutivo deje de financiar su gasto desordenado, distribuido a
través de bonos sin selectividad, así como una gasolina regalada la cual, aún
con fronteras cerradas, sale masivamente por las trochas, entonces el gasto no
es que hay que recortarlo, en realidad necesitamos más gastos pero en salud,
educación, insumos, en mejores salarios para quienes están trabajando. Debemos
reorientar este gasto público, eliminando subsidios innecesarios, cobrando como
debe cobrarse el suministro eléctrico, de agua, de gas, quitarle el subsidio a
los servicios y focalizar las ayudas económicas a los más necesitados y el pago
de salarios dignos que estimule el trabajo, la producción y estabilizar la
actividad económica”, enfatizó la profesora Rangel.
Desde el IIES se
tiene la propuesta en relación con este cambio de rumbo, ya que cualquier
gobierno necesita un contrapeso, necesita controles, así como garantizar el
acceso a la información. La mayoría de los países de América Latina están anotados
en la Alianza de Gobierno Abierto propuesta por la Organización de las Naciones
Unidas (ONU), en el año 2011, la cual implica asumir compromisos para la
transparencia, rendición de cuentas, acceso a la información, canales de
participación ciudadana, canales de colaboración entre empresarios, sociedad
civil y el Estado.
“Venezuela
necesita que tengamos un sistema de gobierno más equilibrado, con colaboración
entre el sector público y el sector privado, pero una colaboración que nazca de
la mutua confianza y que el gobierno permita a los ciudadanos conocer lo que se
está haciendo con la administración de sus fondos y cómo está diseñando sus
políticas para que los expertos de la sociedad civil y del sector privado
apoyen al sector público en esa promoción de políticas públicas. Los recursos
se debe administrar de la mejor manera, Venezuela necesita reorientar sus
gastos hacia la eficiencia, hacia las verdaderas necesidades, dejar de tener
los subsidios, focalizar las inversiones en el sector eléctrico y en el
suministro de agua potable y de gas, que son fundamentales para el desarrollo
económico, porque sino no va haber salida en el caso venezolano”, dijo para
concluir la profesora Rangel. Golfredo Lobo / Prensa ULA / CNP 14.293
Foto
Christi Rangel, directora
del IIESS de la Faces (Foto Lander Altuve)
No hay comentarios:
Publicar un comentario