Cuando analizamos la situación que
está viviendo en Venezuela, y estamos hablando del primer trimestre del año
2018, lo primero que vale la pena señalar es que no tenemos sorpresas, desde el
punto de vista de los indicadores socioeconómicos y los distintos datos que se
han venido dando y analizando. Ahora bien, cuando se va a tratar de interpretar
lo que está padeciendo la sociedad venezolana, existen sentimientos de apatía y
de indiferencia, lo cual es parte del país en crisis que se ha venido
desdibujando y que por supuesto está golpeando a todos los hogares en Venezuela
sin distingo alguno.
Al respecto José Antonio Rivas Leone,
coordinador del Consejo de Publicaciones de la ULA, señaló que: “Esta mezcla de
indiferencia y apatía además se conjuga con la situación de diáspora y de éxodo
pues si algo ha definido al venezolano tradicionalmente, ha sido que es una
persona muy gregaria, nacionalista y arraigada con el territorio, el venezolano
solo salía del país a prepararse, para estudiar o a alguna consulta médica, si
tenía los recursos, de resto nunca se vio como un extranjero. Todo esto es
parte de la situación de deterioro que el país viene registrando y el cual hoy
por hoy, no le ofrece un presente a su población y la salida del país, termina
siendo una suerte de aliciente, ya que cualquier cambio va a ser positivo con
respeto a lo que el país hoy está ofreciendo”.
Esta es una situación que no tiene
antecedentes, no solo porque se mezclan elementos de orden económico, tales
como la mayor caída del producto interno bruto en la historia de la República
de Venezuela, la mayor hiperinflación registrada no solo en la historia
económica del país sino en América Latina, lo cual se traduce en desempleo,
improductividad, desnutrición, miseria, pérdida de expectativas y destrucción
del poder adquisitivo. “No podemos negar la realidad y está golpeando a los
venezolanos diariamente, porque no solo se expresa en un deterioro de su
calidad de vida, sino que está afectando necesidades elementales de su grupo
familiar, lo cual trae grandes problemas. Hoy somos protagonistas de este
momento que estamos atravesando los venezolanos, de esta etapa muy particular
en la cual estamos pidiéndole al alto gobierno y a la oposición que detallen el
nivel de crisis que el país tiene y los que estamos a la buena de Dios, ya que
no hay expectativas de ningún lado, nos ha tocado hacer un proceso de rediseño
de las cosas más elementales para poder sobrevivir”, agregó el profesor Rivas
Leone.
La solución del país no pasa por cada
venezolano, ya que no tenemos esa capacidad por no ser decisores y ejecutores
de una determinada medida y sería muy distinto si pudiéramos plantear un
proceso de cambio o transición, lo que implicaría un proyecto de país y este no
va cambiar en la medida en que el gobierno se mantenga en el poder. “Si bien es
cierto que estamos requiriendo elecciones y procesos de cambio, pues estos
deben tener algunas características, tal como un dirigente que sea coherente
con lo que dice y hace, necesitamos institucionalidad, estado de derecho, entre
otras muchas cosas, ya que los países que crecen y se desarrollan en toda
América Latina y el resto del mundo, se basan en reglas de juego como la
democracia, procedimientos, respeto por la minoría, respeto a la iniciativa
privada, entre muchas cosas más. Necesitamos un proyecto de país que permita
devolverle alternativas de crecimiento y posibilidades, no solo para crecer,
sino para que Venezuela vuelva a recuperar el sitial que tuvo, donde fue
sinónimo y ejemplo de calidad de vida, de democracia, de desarrollo, de
estabilidad, de tratado de derechos humanos, entre otros. El país hoy no es
atractivo, está en una transición y en ese día después, nos va a tocar trabajar
mucho y crear las condiciones para que regrese no solo todo ese capital
financiero y económico, sino fundamentalmente su capital humano, el cual es la
principal riqueza que una nación tiene”, dijo finalmente Rivas Leone. Golfredo
Lobo / Prensa ULA / CNP 14.293
Foto
José Antonio Rivas Leone, Coordinador
del Consejo de Publicaciones de la ULA. (Foto Ramón Pico)
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