Como una burla al pueblo
calificó el precandidato a la Gobernación de Mérida, Carlos Ramos, todo lo
ocurrido esta semana que finaliza con el depósito y canje de los billetes de
100 bolívares ordenado por el presidente Nicolás Maduro, quien
irresponsablemente no le ha temblado el pulso para, al día de hoy, quebrar y
dejar sin efectivo a toda la ciudadanía y, especialmente, a los más pobres.
Expresó que ya se siente
la protesta de los merideños en poblaciones como Tucaní, donde muchos de los
habitantes de este municipio, trabajadores del campo que viven de la venta de
sus productos y trabajan con efectivo, no han podido realizar el depósito y han
trancado la carretera Panamericana. Así se irá replicando la protesta en muchos
rincones de Mérida y Venezuela, donde existen pocas entidades bancarias, como
en los pueblos del sur de Mérida, donde sólo hay una, y están siendo afectados
productores y trabajadores del campo, quienes pierden millones al quedarse con
un billete de alta denominación sin valor.
“Estamos atravesando un
momento grave de la historia económica del país, como producto de las erráticas
políticas, primero del fallecido presidente Hugo Chávez, y acentuadas por
Nicolás Maduro, cuyo régimen pretende bancarizar ahora toda la oferta monetaria
del país, y el venezolano se pregunta, con razón, qué es lo que se traen entre
manos, mientras sufre esta gran burla y mentira, pues tampoco los bancos
cuentan con el nuevo billete de quinientos ni la moneda de cien”, acotó Ramos.
Recordó que fueron miles
los pensionados y jubilados que hicieron largas colas para sacar efectivo de
los bancos, y luego se vieron obligados a hacer otra enorme cola para
depositarlo. Pero entonces, si alguien iba a retirar efectivo nuevamente de un
cajero, estos le daban el billete de 100 bolívares. Lo que Ramos consideró una
estafa y humillación al pueblo.
Resaltó que la crisis
económica que vive el país no se resolverá con la eliminación del billete de
100 bolívares ni con la puesta en circulación de un billete de 20 mil, pues la
pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos se debe a la hiperinflación
que devora los salarios ante los altos precios de los productos. El país no
produce nada, no hay estímulo ni seguridad jurídica para los inversionistas
nacionales y mucho menos extranjeros, y los únicos que se han enriquecido son
los boliburgueses.
Consideró otra burla que
luego del plazo para el canje, sólo se pueda hacer este en las sedes del BCV en
Caracas y Maracaibo, y se preguntó cómo se le puede pedir a un campesino de los
pueblos del sur, de los llanos, de las zonas más apartadas, a los agricultores de Bailadores, a los comerciantes
de los mercados Jacinto Plaza y Soto Rosa, y todos aquellos humildes
trabajadores que sólo se manejan con dinero efectivo, que haga un viaje sólo
por un capricho de Maduro, que con esta medida le ha dado un duro golpe a los
venezolanos y a los sectores de menores recursos. (Prensa Carlos Ramos)
Leyenda: Nicolás Maduro ha
humillado al pueblo venezolano.
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