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Sin pretender
restar importancia al malestar que implica el tener que hacer colas para
adquirir algunos de los bienes de la canasta básica[1],
consideramos que es la inflación el principal problema que ha estado afectando
a más del 80% de la población ocupada en Venezuela, es decir, a la clase
trabajadora quienes perteneciendo a estratos socioeconómicos bajos, medios o
altos, son asalariados.
El
factor determinante de la inflación en Venezuela ha sido, históricamente, el
valor de la moneda, es decir, el tipo de cambio. Y en los casos en los que han
regido políticas con tipo de cambio fijo, el valor que ha influido sobre los
niveles de precios internos, es aquel que marca el mercado paralelo e ilegal.
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En
el gráfico se observa cómo los niveles de precios en Venezuela han seguido la
tendencia del tipo de cambio paralelo e ilegal.El hecho de que en Venezuela el
tipo de cambio del mercado ilegal determine los niveles de precios internos,
está asociado a por lo menos dos razones: en primer lugar, a la alta
dependencia a las importaciones tanto de bienes de consumo final, como de
maquinarias, repuestos, insumos, materias primas y tecnología.
Alrededor del
20% de los bienes importados se dirige al consumo final, es decir, se refiere a
los bienes listos para el consumo que no pasan por un proceso de producción interno
sino que van directamente a los mercados. El 58% corresponde a importaciones
para el consumo intermedio, las materias primas e insumos necesarios para los
procesos de producción. Y el 21% se destina a la formación bruta de capital
fijo, es decir, se refiere a las maquinarias y equipos necesarios para la
producción.
Por
lo tanto, el 79% de los bienes importados se incorporan a los procesos de
producción y forman parte de las estructuras de costos de las empresas. El
porcentaje que han representado las importaciones con respecto al total de la
producción nacional es otro indicador del peso de los bienes importados en la
economía. Desde 1999 hasta 2013, las importaciones representaron en promedio,
el 35% del PIB.
En
segundo lugar, a la alta concentración de las importaciones en pocas empresas
constituidas como monopolios u oligopolios, las cuales teniendo el poder de
marcar los precios de los bienes importados, realizan la conversión de dólares
a bolívares tomando como referencia el tipo de cambio más alto (el del mercado
ilegal) aunque los hayan adquirido a tasa preferencial.
En
Venezuela, las importaciones dependen de pocas empresas. De acuerdo con cifras
del último censo económico realizado por el Instituto Nacional de Estadística
en 2008, el total de unidades económicas a nivel nacional era 322.845. Por otra
parte, según información publicada por la Comisión de Administración de
Divisas, organismo encargado de la asignación de divisas para la importación,
entre 2004 y 2012, las divisas fueron entregadas a 10.374 empresas, es decir,
el 3% del total de unidades económicas censadas.
De
estas razones se desprende la afirmación que el tipo de cambio paralelo e
ilegal en Venezuela ha servido de marcador y de referencia para la fijación de
los precios internos de la economía. Mientras más alto sea este tipo de cambio,
más altos serán los niveles de inflación (Ver Ejemplo más abajo).
Estas condiciones,
como hemos mencionado, son históricas y estructurales. Han constituido, sin
duda, un problema y una debilidad para la economía venezolana. Debilidad que
pareciera estar siendo aprovechada por parte de quienes, conscientes de la
relación de determinación del tipo de cambio ilegal sobre la inflación, han
estado posicionando mediáticamente, a través de portales web, valores del tipo
de cambio paralelo que no guardan relación ni con las variables económicas, ni
con los niveles de reservas internacionales, ni con la cantidad de bolívares
que circulan en la economía venezolana[2].
Alterando, de esta manera, los niveles de precios en la economía e induciendo
la inflación.
No
deja de sorprender el comportamiento de este tipo de cambio paralelo e ilegal a
partir de finales de 2005, momento en que comienzan a posicionarse, con
distintos nombres, marcadores del valor de la moneda a través de portales web y
redes sociales. En el Gráfico 2 se muestran las variaciones intermensuales del
tipo de cambio ilegal desde el año 2003, momento en el que inicia el control de
cambio en Venezuela, hasta julio 2016.
El
tipo de cambio paralelo e ilegal muestra un patrón en su comportamiento.
Resalta el hecho de que las variaciones intermensuales son positivas y cada vez
mayores los meses previos a aquellos en los que se celebraron procesos electorales
o en los que el pueblo venezolano vivió momentos de alta tensión política.
Inmediatamente después del evento político o de haber acudido a las urnas
electorales, se registran variaciones que se van haciendo cada vez menores,
aunque generalmente positivas, y en algunos casos llegan a ser negativas.
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¿Habrá alguna intencionalidad
de influir sobre el comportamiento de los votantes y de los resultados
electorales por la vía de la manipulación del tipo de cambio paralelo e ilegal
y su consecuente efecto sobre la inflación?
Desde
mediados de 2012 este patrón se ha intensificado. A partir de ese momento, las
variaciones fueron, la mayoría de las veces, positivas, pero además muy
elevadas. El dólar paralelo e ilegal aumentó 10.940% entre agosto 2012 y junio 2015,
pasando de 9,42 Bs/US$ a 1.040 Bs/US$. Las variaciones más altas se registraron
los meses de octubre 2012 (momento que coincide con las elecciones
presidenciales en las que vence Hugo Chávez), diciembre del mismo año (cuando
se realizaron los comicios para elegir gobernadores en los 24 estados del
país), abril 2013 (al realizarse nuevamente elecciones presidenciales como
consecuencia del fallecimiento del presidente Hugo Chávez), diciembre 2013
(durante las elecciones municipales). A partir de finales del año 2013, el
incremento del dólar paralelo ha sido sostenido y desproporcionado hasta enero
de 2016.
Llama
la atención, que luego de los comicios para elegir los Diputados a la Asamblea
Nacional el 6 de diciembre de 2015, comenzó a descender la velocidad de
variación del tipo de cambio paralelo a pesar de la importante disminución de
los precios del barril de petróleo, principal ingreso en divisas en Venezuela.
En este contexto de caída del precio del crudo, era de esperar, por el
contrario, un aumento del tipo de cambio paralelo. Eso no ocurrió. Lo que si se
evidenció fue un comportamiento similar al patrón histórico, es decir, un alza
importante en los momentos pre y electorales y una disminución de la velocidad
de las variaciones luego de los comicios.
Podría
pensarse que estas variaciones del dólar paralelo e ilegal responden a las
expectativas al alza del tipo de cambio en procesos electorales. Sin embargo, y
si así fuese, por qué no se evidenció este fenómeno durante el Referendo
Revocatorio de agosto de 2004, o las elecciones Regionales de octubre de 2004,
o las Municipales de agosto de 2005. Durante el período 2003-2005 ya se
encontraba vigente la política de tipo de cambio fijo, no obstante, las
variaciones del dólar paralelo que se registraron entre esos años coinciden
exclusivamente con las devaluaciones. ¿Será quizás porque en ese momento no
estaban posicionados mediáticamente los portales web que han tenido el poder de
incidir sobre la publicación de un tipo de cambio paralelo e ilegal?
La causa del problema no ha
sido el control de cambio, sino la brecha entre el tipo de cambio controlado y
el paralelo e ilegal que hemos estado observando, muy especialmente desde
agosto de 2012.
Brecha que se hace
cada vez mayor en momentos electorales y políticos, consecuencia de las
manipulaciones mediáticas del dólar paralelo.
Si
el problema no ha sido el control de cambio, pues liberar el mercado cambiario
en Venezuela no es la solución. Entre otras razones porque el 99% del total de
las divisas que ingresan al país corresponden a las exportaciones petroleras.
Las divisas son propiedad de todos los venezolanos por el hecho de habitar
sobre tierras que cubren la mayor reserva de petróleo del Planeta. Liberar el
mercado cambiario traerá como consecuencia la apropiación por parte de unos
pocos de dichas reservas, quienes históricamente han concentrado las grandes
riquezas y capitales. Estos pocos harán uso de las divisas de acuerdo con sus
intereses individuales. Es por esta razón, que en Venezuela, las divisas deben
ser administradas y asignadas de manera controlada por el Estado, atendiendo a
los intereses de todos los venezolanos. En este marco, el Estado debe
establecer mecanismos transparentes en la asignación y sobre todo ejercer mayor
control al momento de la liquidación y de la solicitud de rendición de cuentas
a los importadores.
La manipulación del
tipo de cambio paralelo e ilegal pareciera estar actuando como un arma que de
manera masiva ha hecho daño a un pueblo entero en el marco de la guerra no
convencional. Estrategias de este tipo, posiblemente han sido probadas y usadas
en otros contextos. Al respecto, sería interesante hacer un análisis similar
del comportamiento del dólar blue en Argentina desde el año 2011, y
analizar si existe relación entre los valores de este dólar y las elecciones
legislativas, bianuales o presidenciales.
Para
finalizar, y con el anhelo de equivocarnos, alertamos que ante próximos eventos
electorales o de mayor tensión política en Venezuela, el dólar paralelo e
ilegal, de mantener el patrón histórico en su comportamiento, podría iniciar
una nueva escalada, repercutiendo sobre la inflación y consecuente pérdida del
poder adquisitivo de los venezolanos.
Para
controlar la inflación en Venezuela se hacen necesarias acciones políticas que
garanticen que los enemigos del pueblo depongan la manipulación del dólar
paralelo e ilegal.
Ejemplo. Si el importador de
repuestos para vehículos de transporte pagó 100,00 US$ por el producto en el
mercado internacional y el tipo de cambio paralelo e ilegal es 1.100,00 Bs/US$,
colocará el repuesto en el mercado nacional en 110.000,00 Bs., aunque los
dólares los haya recibido, de parte del Gobierno a tasa preferencial de 10,00
Bs/US$, siendo lo correcto vender el repuesto en 1.000,00 Bs. La diferencia de
precios será cada vez mayor dependiendo de la brecha entre el tipo de cambio
paralelo y el preferencial. Los repuestos de vehículos para transporte forman
parte de las estructuras de costos de la mayoría de los procesos productivos,
por no decir todos. De allí, y aguas abajo, se modifican todos los precios
internos de la economía. Al igual que los repuestos, las maquinarias, los
insumos y la materia prima, en su gran mayoría importados por monopolios u
oligopolios, tienen un peso importante en las estructuras de costos de
producción nacional.
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Referencias
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[1] Curcio, P. (2015) Desabastecimiento
e Inflación en Venezuela.http://idea.gob.ve/admin/img_noticias/desa.pdf y Curcio, P. (2015). La
Mano Visible del Mercado (II). Guerra Económica en Venezuela (2012-2016).
¿Control de precios o boicot en el suministro? https://es.scribd.com/doc/310376048/La-Mano-Visible-Del-Mercado-II
[2] Para más detalles, ver Gráfico 3 del
trabajo de Curcio, P. (2015). La Mano Visible del Mercado (I). Guerra Económica
en Venezuela (2012-2016). Manipulación del tipo de cambio e inflación inducida. https://es.scribd.com/doc/307118877/La-Mano-Visible-Del-Mercado-i-Trabajo-completo.
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