lunes, 29 de agosto de 2016

Así mueren los dictadores - Mario Valdez


General Pinochet, la justicia y crímenes de lesa humanidad
26 Agosto, 2016

“Pobre Pinochet, debe estar preso”

Fue la exclamación del presidente Salvador Allende cuando en la mañana del 11 de septiembre de 1973 se está desarrollando el golpe de estado en su contra. Manda por todos los medios a localizar a su Comandante del Ejercito Augusto Pinochet, y los edecanes y periodistas que acompañaban al presidente le dicen, “Presidente, Pinochet no aparece por ningún lado”.Lo que ignoraba Allende era que Pinochet estaba dirigiendo el complot. Ya había dado la orden, “si a las 11 am, no hay rendición total, ataquen la Moneda por tierra y aire, porque ese gallo no se va a entregar”. El general Carvajal le dice “se rindió Allende”, y Pinochet le responde: “Que lo metan en un cajón y lo embarquen en un avión, junto con la familia. Que el entierro lo hagan en otra parte, en Cuba. Este hasta para morir tuvo problemas. Cuando el avión vaya en el aire lo vuelas”.


El presidente Salvador Allende resistió y defendió su gobierno. A las 14 y 20 decidió suicidarse, agarró su fusil AK 47, se lo puso en la barbilla, disparó y se explotó la bóveda craneana. Murió instantáneamente. El fusil se lo había regalado Fidel Castro.

Antecedentes de un golpe de estado

El 29 de junio de 1973, se da un levantamiento de tanques militares que rodean el Palacio de La Moneda. Ese hecho, conocido como el tanquetazo, fue considerado como un pre golpe y sirvió para que los conjurados calibraran al general Carlos Prats, quien era el comandante del Ejército y leal defensor de la constitución chilena. Presionado y tratado de cobarde por las esposas de los otros oficiales, Prats renunció a la Comandancia del Ejército. Chile estaba viviendo la peor crisis económica en su historia, no había comida, medicinas, los programas sociales ya no funcionaban, la unidad popular y los partidos de izquierda que ganaron las elecciones con Allende estaban divididos y radicalizados. Toda esa situación de caos fue un caldo de cultivo para que los enemigos del gobierno socialista de Salvador Allende, tanto internos como externos, dieran el golpe de Estado.

El 23 de agosto de 1973, el presidente Allende había designado al general Augusto Pinochet como Comandante del Ejército Chileno, era su hombre de confianza, nadie hasta el sol de hoy, ha asegurado que Pinochet estaba en el plan con los conjurados. Pero dio el golpe.

“Otra sería la historia”

El 25 de noviembre de 1915, en Valparaíso, Santiago de Chile, nace Augusto José Pinochet Ugarte, el primogénito de los seis hijos de Augusto Alejandro Pinochet Vera y Avelina Ugarte Martínez. A los cuatro años de edad un vehículo le pasó la rueda por la pierna izquierda, un diagnostico medico oportuno impidió que se la amputaran. Los estudios los comenzó en el Colegio San Rafael, luego en el Instituto Rafael de Ariztía de Quillota, después pasa al Colegio de los Sagrados Corazones de Valparaíso.

El 11 de marzo de 1933 ingresa a la Escuela Militar del Libertador Bernardo O’Higgins en Santiago de Chile. El 30 de enero de 1943 contrajo matrimonio con María Lucía Hiriart Rodríguez, padre de cinco hijos. Comentan los curiosos “Gracias a Dios que a ese muchachito no le amputaron la pierna, otra sería la historia”.

Pinochet recibe a Fidel Castro

En noviembre de 1971, el presidente Salvador Allende designa al general Augusto Pinochet como representante de la delegación de la visita de Fidel Castro a Chile. El 10 de noviembre aterriza en el aeropuerto de Antofagasta el líder de la revolución cubana, en una gira que duró 23 días en el país austral. Visitó las fábricas, universidades, las minas, recorrió el país de norte a sur, se reunió con los partidos políticos de la unidad popular. Siempre estuvo acompañado por el general Pinochet y los dirigentes Luis Corvalán y Carlos Altamirano (MIR y partido comunista). Es recordado el famoso discurso de despedida en el Estadio Nacional de Santiago (que dos años después fue escenario de los linchamientos masivos cometidos por los golpistas, miles de muertos y desaparecidos, le cortaron las manos al cantautor Víctor Jara).

La justicia universal

El 10 de octubre de 1998 sucedió un acontecimiento histórico en el campo del derecho y de la política internacional cuando el juez de la Audiencia Nacional de España, Baltasar Garzón, dictó una orden de detención y extradición contra el general Augusto Pinochet por su presunta implicación en los delitos de genocidio, terrorismo internacional, torturas y desaparición de personas (delitos de Lesa Humanidad), por hechos ocurridos en Chile durante la dictadura bajo su mando desde 1973 hasta 1988, donde perdieron la vida y desaparecieron 79 españoles. El general Pinochet se encontraba en Londres, Inglaterra, operándose una hernia discal. El juicio en España se inicio en agosto de 1996.

El largo brazo de la justicia detiene a Pinochet

Seis días después, a la media noche del 16 de octubre, los agentes de Scotland Yard ingresan a la clínica Privada London, donde se encontraba convaleciente el general Augusto Pinochet, de 82 años de edad, Senador vitalicio ante el Parlamento de Chile y con pasaporte diplomático. Apoyado en el principio de la jurisdicción universal, fue detenido y puesto a la orden de la justicia española. Para el largo brazo de la justicia no fue impedimento su avanzada edad, su rango ni su investidura diplomática, se le dio el tratamiento penal que reciben los genocidas, los autores de crímenes contra la humanidad, se impuso la justicia.

El 29 de octubre, con una fuerte custodia policial, el general Pinochet fue trasladado a un hospital psiquiátrico en el norte de Londres. Ante la Cámara de los Lores, le llovieron nuevas denuncias de familiares de asesinados, detenidos y desaparecidos. Una de las más emblemáticas fue la de Isabel Allende, prima del ex presidente derrocado Salvador Allende. El gobierno de Suiza se hizo parte y presentó una nueva orden de detención dictada por un tribunal suizo en 1977, por la desaparición de Alexis Jaccard contra el general Pinochet, solicitando también su extradición. Igualmente lo hizo el gobierno francés, que denunció secuestro y tortura sufrida por ciudadanos franceses en esa oprobiosa dictadura. Los bienes y las cuentas millonarias bancarias del general Pinochet fueron embargados en Suiza, Luxemburgo y otros países, por órdenes de embargo dictadas por el juez Garzón. Seis años después aparecieron cuentas secretas millonarias en los bancos de Estados Unidos.

Así mueren los dictadores

El 11 de enero de 2000, el dictador Pinochet cumplió 503 días bajo arresto domiciliario en Londres por su delicado estado de salud (aparecía públicamente en una silla de ruedas), el ministro del Interior británico, Jack Straw, dijo, Pinochet “no está en condiciones para ser juzgado”, y rechazó las solicitudes de extradición a España. En este juicio se reconoció la tortura como crimen internacional.
El 3 de marzo de 2000, aterrizó en Santiago de Chile. Falleció el 10 de diciembre de 2005, recibió todas las protestas mundiales de repudio, no tuvo descanso, le presentaron más de 300 acusaciones en Chile por crímenes de Lesa Humanidad. Así mueren los dictadores.

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