En sesión del Consejo Universitario
de la Universidad de Los Andes se tocaron diversos temas de relevancia, entre
ellos, lo atinente a los servicios de los comedores universitarios de Mérida
que se encuentran paralizados debido a la falta de insumos, insuficiencia de
recursos, alto costo de los alimentos y desabastecimiento, problemática que preocupa
a los representantes de este cuerpo por lo que se tomaron medidas a fin de
solventar esta situación en el menor tiempo posible y poder cubrir el servicio
de alimentación a la comunidad estudiantil.
En este sentido, el profesor
Manuel Aranguren, Vicerrector Administrativo de esta casa de estudios, destacó
que en estos instantes los comedores universitarios atraviesan una situación sumamente
grave debido a que no se consiguen los insumos de parte de los proveedores a
precios asequibles para la universidad, además de que no contamos con
suficientes recursos para cubrir la necesidad alimentaria de los estudiantes.
“Yo llevé a la OPSU una
solicitud de 265 millones de bolívares y llegaron solamente a la universidad 24
millones. Si no tenemos disponibilidad presupuestaria no podemos contratar el
servicio de ningún proveedor de Mérida porque los recursos no nos rinden,
además, la Ley de Contrataciones tampoco lo permite”.
Todo eso tenemos que tomarlo
en cuenta y los representantes de los grupos de estudiantes de la universidad
deben tener una visión del problema que se está presentando con los comedores y
con el reinicio de actividades docentes. Se nos hace muy difícil adquirir los
insumos y si los queremos obtener y pudiéramos realizar una compra directa, los
precios altos del mercado no lo permiten. El único camino que nos queda es
abrir los comedores con los pocos recursos que tenemos y con un personal
asignado para ello, siguiendo los trámites programados por Servicios Generales,
precisó.
Pueden
alcanzar recursos hasta mediados de octubre
Por su parte, el profesor
Alí Rosario, director de Servicios Generales de la ULA, explicó los pormenores
del caso, considerando que, “podríamos utilizar los recursos que mande la OPSU con
los costos que estamos manejando hasta que alcancen como hemos hecho siempre.
Le informamos a la OPSU cuáles son los recursos que necesitamos y en la medida
que vayan llegando seguimos trabajando. Si no llegan más recursos pues
simplemente se suspende el servicio, pero no tiene sentido suspenderlo ahora,
teniendo ya los recursos en la universidad.”
“El costo de la bandeja
calculada por la OPSU es de 94 bolívares, pero este organismo dice que esto es simplemente
un lineamiento de cálculo que ellos hicieron, por lo tanto, no lo veo de
ninguna manera que sea de acatamiento obligatorio, porque ellos saben que
nosotros con 94 bolívares no podemos operar, esperando que ellos en el mes que
viene puedan reconsiderar y calcular a otro precio. Seguiremos a la espera y si
no trabajaremos con lo que vaya llegando. Yo pienso que esa debería ser la
decisión a tomar”, señaló.
En las demás sedes, agregó
el profesor Rosario, se ha previsto y se ha solicitado también a la Comisión de
Contrataciones de la ULA, cumpliendo con la Ley de Contrataciones Públicas, que
se abran concursos para contratar los servicios en los núcleos de El Vigía, Tovar,
extensiones de Medicina, Barinas, Valera y Guanare, pero no tiene sentido que se
abran esos concursos y que después nadie oferte por debajo de 94 bolívares, quedando
la universidad sin poder contratar ni poner a funcionar los comedores.
“Deberíamos hacer esos
concursos ajustados a lo establecido en la ley. Si los precios son justos y
están acordes con nuestros cálculos, pues se contratan los servicios como dice
la ley hasta donde alcancen los recursos. Les establecemos condiciones en las
que se indiquen que el contrato se va a hacer mientras haya disponibilidad
presupuestaria. En la medida que lleguen más recursos, el contrato seguirá ejecutándose
hasta que finalice el año. Es la única salida que le podemos dar a este
problema sin necesidad de que tengamos que suspender el servicio del comedor y
podamos reiniciarlo con los recursos que tenemos”
Dijo que los recursos
existentes en estos momentos para el comedor pueden alcanzar hasta mediados de
octubre, sin embargo, en Mérida no se ha iniciado el servicio debido a las
trabas legales de las contrataciones y al conflicto laboral que vive
actualmente la Universidad de Los Andes.
La Ley de Contrataciones
Públicas nos obliga por el monto a contratar a realizar concursos aquí en
Mérida y en las sedes de las extensiones y núcleos que no están contratados Si
hacemos esos concursos y después los precios superan los 94 bolívares en ese lapso,
entonces no estamos haciendo nada, además, el problema del desabastecimiento
nos afecta notablemente por lo que tendríamos que trabajar con los alimentos
que se consigan y nos veríamos obligados a modificar los menús, tomando en
consideración las ofertas que hagan los proveedores, puntualizó.
Por otra parte, se refirió a
los contratos que tienen los núcleos de Táchira y Trujillo, pues ya ellos están
solicitando una reconsideración de precios, tal como lo establece la Ley de
Contrataciones Públicas, la cual está por encima de los 94 bolívares que dice
la OPSU, corriendo el riesgo de paralizar también los servicios de los
comedores en esta región en caso de que las empresas contratistas no acepten
las condiciones.
Finalmente, sugirió el
profesor Rosario que si queremos abrir el comedor de Mérida lo antes posible,
podríamos hacer compras directas, previa autorización del Consejo
Universitario, tal como lo indica la Ley de Contrataciones Públicas, es decir,
buscar proveedores que tengan los insumos, y de esta manera abrir el comedor el
próximo lunes 5 de octubre, si no se haría el proceso de concurso con las
empresas ofertantes y se abriría el comedor el próximo martes 13 de octubre.
Surgieron
propuestas
Al terminar las preguntas y las
exposiciones, los miembros del cuerpo votaron a favor de varias propuestas,
entre ellas: solicitar al ministro de Educación Universitaria el suministro
directo de los productos cárnicos y los demás insumos regulados, requeridos por
los comedores auto administrados, y en su defecto, si no puede, pues que
autorice la compra directa de los insumos; vista la limitación establecida por
la OPSU y comunicación 947, según la cual el costo de la bandeja no deberá
acceder de 94 bolívares, solicitar a esa oficina de planificación la
autorización para elevar el costo de la bandeja en los comedores que lo hayan
hecho o vayan a hacer la respectiva solicitud de incremento; solicitar al
Gobernador del Estado que la red de distribución de alimentos le venda los
insumos a la ULA y pedir que se declare en crisis el comedor universitario en
todas sus sedes debido a la insuficiencia presupuestaria y la falta de insumos
y llevar esta declaración ante el ministro y la OPSU.
Posteriormente se nombró una
comisión de trabajo a fin de estudiar el caso en los diferentes comedores de
Mérida y buscar una solución a este problema que preocupa a todos los
universitarios, en especial a la comunidad estudiantil.
Prensa Vicerrectorado Administrativo ULA. RDF / CNP: 6032
Fotoleyenda:
Observamos
a los miembros del Consejo Universitario en plena sesión donde se trató el
problema de los comedores. Foto: Carlos Castro.
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