El
orden global, tal y como lo conocemos, está en vilo.
En
la madrugada del jueves, Rusia lanzó una invasión masiva contra Ucrania, en una
escalada de agresiones militares que no se veían en el mundo desde 1945.
Cuando los tanques y los misiles de Rusia cruzaron hacia suelo ucraniano, mientras Naciones Unidas imploraba a Putin no iniciar el ataque, los principios del derecho y las relaciones internacionales que costaron dos guerras mundiales e innumerables vidas parecieron echados por tierra.
"Hechos
como los que estamos viendo ahora se volvieron muy extraños desde 1945",
dice a BBC Mundo Pablo de Orellana, experto en Rusia y académico de
relaciones internacionales y conflictos bélicos de la universidad King´s
College, en Londres.
"Lo
que fue una práctica a través de los siglos, invadir a tu vecino, se volvió
casi imposible en la segunda mitad del siglo XX. Salió mal. Mira lo que le pasó
a Sadam Hussein", comenta.
El
experto recuerda que anexiones violentas, desde 1945, solo ha habido tres:
Tíbet, Sahara Occidental y Crimea, la más reciente, en 2014.
"Es
muy poco para tan largo periodo de tiempo. Y casualmente, o quizás no tan
casualmente, Crimea y ahora Ucrania han sido orquestadas por la misma persona:
Vladimir Putin", dice.
Pero
¿qué ha llevado a Putin a tratar de subvertir el orden que ha regido el mundo
durante las últimas décadas? ¿Qué busca y qué hay detrás de sus decisiones?
¿Qué quiere de Ucrania y de Occidente?
Las
respuestas no están del todo claras todavía, pero De Orellana tiene claro que
sus consecuencias pueden poner en jaque al mundo tal y como lo conocemos.
"Estamos
viviendo sin dudarlo un retroceso de esas reglas y sobre todo de los derechos
iguales de los estados. Y esto, si no se responde con contundencia, puede tener
resultados catastróficos", dice.
Pese
a las advertencias y sanciones de Occidente, Putin ha lanzado finalmente una
invasión a gran escala contra Ucrania. ¿Cómo puede entenderse esta decisión?
¿Qué hay detrás?
Desde
hace años Putin buscaba imponer su presencia a nivel internacional y poco a
poco se ha ido preparando para esto. Anteriormente, ya había tomado pedazos de
territorios a otras naciones, como lo hizo con Abjasia y Osetia, en Georgia. Y
para preparar sus tropas para estas incursiones y levantar su moral, no solo
remodernizó el Ejército ruso, sino que lo llevó a campañas como la guerra de
Siria, donde fueron bien preparados para acciones posteriores.
Lo
que vemos ahora, sin embargo, es otro nivel. No ha sido como esas pequeñas
anexiones en las que Putin decía que iba a proteger a una minoría rusa en
partes de Georgia o Ucrania.
Ahora
etá buscando mucho más: controlar todo un país independiente y democrático.
Para
justificar la invasión, Putin ha utilizado todo tipo de argumentos, desde la
seguridad nacional, por la aspiración de Ucrania de unirse a la OTAN (que es
remota) hasta la existencia de un supuesto "genocidio" o de
"neonazis" en Ucrania. ¿Qué hay realmente detrás de la invasión?
Hay
dos partes en esos argumentos.
Lo
de la OTAN, como estrategia diplomática, fue genial, porque le exigió a EE.UU.
y Europa algo que ni Washington ni la OTAN pueden prometer, que es que Ucrania
no se uniría a la alianza, porque va contra sus principios.
Era
en realidad una trampa: Putin sabía que nunca se le hubiese podido dar lo que
quería. Pero le sirvió para justificar ante la opinión pública rusa la
invasión: quedar bien ante su pueblo y atribuir la culpa a Occidente.
Esta
misma mañana decía en la televisión rusa que esta era una guerra que les habían
impuesto, lo cual es un sinsentido.
El
otro punto es que Putin practica un tipo de nacionalismo
llamado de exclusividad étnica: cree firmemente que los rusos
solo estarán seguros si están bajo su control.
Para
él, Ucrania y Rusia son parte de una misma etnia, de ahí el argumento para
invadir Ucrania: proteger a esa población de habla rusa.
Ese
es un argumento similar al que utilizó Hitler en 1938 para invadir parte de
Checoslovaquia: la protección de una minoría étnica alemana.
Es
la misma lógica y viene de la idea de que las etnias son razas, animales luchando
por la supervivencia. Y si hay gente de otras razas en otro país, lo van a
matar, porque toda raza busca sobrevivir una a costa de las otras.
Es
por eso que le viene muy fácil y muy lógico a su propaganda asegurar que estos
rusos están en peligro porque no están protegidos por nosotros. Esa es la idea
detrás del argumento del supuesto genocidio, que es totalmente falso, pero que
es válido dentro de la lógica de Putin en la cual asumes que vas a ser
destruido si no destruyes antes tú.
¿Cómo
se puede entender la visión del mundo y de la política de Vladimir Putin?
Putin
lleva 20 años buscando reconstruir lo que él llama la esfera de influencia
exclusiva en Europa del Este. Es un gran admirador de Stalin y de esa idea
estalinista de que la Unión Soviética nunca estaría segura a menos que controle
Europa del Este, lo que obligó a los aliados a darle Europa del Este después de
la II Guerra Mundial.
Él
quiere salvar a Rusia de la misma manera que Stalin salvó a la URSS. Lo que en
Rusia llaman la Gran Guerra Patriótica es lo que conocemos como la II Guerra
Mundial. Y por eso ahora está usando de nuevo para referirse a Ucrania este
discurso de la Gran Guerra Patriótica o de llamar sin fundamento, nazis a los
ucranianos.
Putin
ha reinventado el nacionalismo ruso sobre la base de las mismas teorías
nacionalistas del zarismo y de la Unión Soviética. Es un nostálgico de ese
pasado y se ve a sí mismo como su continuador y en ese sentido, Ucrania es un
lugar especial para la continuidad entre ese pasado y la Rusia de ahora.
Ahora
quiere cambiar el gobierno en Ucrania porque le exaspera que no está bajo
control ruso. En cierto sentido es una patética demostración de debilidad, de
que no le queda otro remedio, porque ha tratado de controlar Ucrania, pero que
no ha podido.
Y
¿por qué Ucrania es tan importante para Putin?
Ucrania
es vital por varias razones. Una de ellas es geográfica: si está obsesionado
con la idea de que le van a destruir, Ucrania, al estar en gran parte llanura,
es un lugar de acceso favorable a Rusia. Es, de hecho, el lugar por donde
muchas invasiones a Rusia han pasado históricamente, desde Napoleón, hasta los
nazis.
También
es donde vive la minoría rusoparlante más grande en el exterior. También por el
simbolismo histórico: Ucrania fue la gran conquista de los nacionalistas del
1800. Pasó a manos de Catalina la Grande de manos de su gran general Potemkin.
De
hecho, fue en esa época cuando conquistaron el Dombás y le dieron el nombre de
Nueva Rusia y se volvió una colonia.
Pero
también hay un hecho político: ha dicho tantas veces a su pueblo que la
seguridad de Rusia depende de Ucrania, que no lograr controlarla, le hace
quedar mal.
Ahora,
con esta invasión, esto se vuelve más grave, porque ha caído en una clásica
trampa nacionalista. Está forzado a utilizar cualquier método para ganar porque
si no quedará deslegitimado ante su propia gente.
Y
¿qué consecuencias puede tener esto para el resto de los países?
El
impacto a nivel internacional ya lo estamos comenzando a ver, con las respuestas
de China de que Occidente está exagerando. Y es que China, como Rusia, es un
país que también busca ese revisionismo y que está mirando atentamente cuál es
la respuesta internacional, porque de ella dependerá también qué sucede si
China se lanza sobre Taiwán.
China,
como Rusia, ha declarado muy abiertamente su aspiración a gobernar Asia, sobre
todo el sudeste asiático. ¿Por qué? Porque puede hacerlo. Y Putin lo ve igual.
Cree que Occidente no le está dejando gozar los frutos del poder militar de
Rusia.
¿En
qué medida esto supone un fin del orden internacional que ha regido durante los
últimos 70 años?
Si
la comunidad internacional no logra detener esto, si no tomamos conciencia de
todo lo que está en riesgo, el actual orden internacional va a caer.
Porque
estas normas internacionales son como las reglas de una casa o entre amigos:
solo existen y son válidas en la medida que la gente las practica. Y Rusia ya
ha demostrado que no quiere hacerlo.
El
orden internacional ya estaba muy débil después de los años de Trump y esto nos
pone en una situación espantosa.
El
problema de este orden internacional es que no ha sido llevado con coherencia.
Piensa, por ejemplo, la guerra de Irak y otros tantos eventos en los cuales
potencias occidentales cambiaron los gobiernos de otros países a la fuerza:
Afganistán, o tantos en América Latina.
El
hecho de que Occidente haya creado excepciones para sí mismo del mismo orden,
ya fue debilitando mucho este orden, durante la Guerra Fría y aún más en los
años 90.
Muchísimos
nacionalistas occidentales, desde Orban, Trump o Salvini, cada uno a su manera,
llevan exigiendo las mismas excepciones y la destrucción total de las reglas
internacionales.
Por
eso, las viejas izquierdas, por ejemplo, miran ahora a Putin como el mesías que
tiene el coraje de destruir esas reglas e ir a la guerra.
Es
el caso de países latinoamericanos, como Cuba, Nicaragua o Venezuela. ¿Cómo se
explica ese apoyo de gobiernos que se presentan como de izquierda a un
nacionalista de derecha como Putin? ¿Es solo una cuestión económica o de hacer
contrapeso político a EE.UU.?
Ha
sido muy interesante cómo Putin ha logrado usar a la vieja izquierda occidental
al punto que a veces da la impresión que no se han enterado que la Rusia de hoy
no es la Unión Soviética y que aunque estos países se declaran comunistas, la
Rusia de hoy no lo es.
Lo
cual es particularmente trágico porque Putin no es un comunista. Me parece
obsceno que logre jugársela a viejos comunistas.
En
América Latina, lo que sucede es que Rusia ha sabido meterse en ese espacio
político que estaba vacío y ha logrado repetir su eco en esos países, ya no
solo con RT en español, sino con la propia Telesur, la cadena de televisión que
apoya Venezuela y que reproduce los patrones de la maquinaria de propaganda
rusa.
¿Cómo
se puede entender que en pleno siglo XXI, un país lance una invasión a gran
escala contra otro basado en mitos y reescrituras históricas del pasado? ¿Es
esto acaso una nueva forma de imperialismo?
Putin
es la expresión de una mentalidad imperialista de nuevo orden que busca
destruir los cimientos del orden mundial actual. Es por así llamarlo, un
´imperialismo posimperialista´. Es un tipo de imperialismo sin dudas, pero va
mucho más allá.
Lo
que está promoviendo es una reversión total de la historia y de los los
acuerdos y tratados que tanto costaron, desde un punto de vista histórico y
humano.
Cronología: ¿cómo
llegamos a este punto?
Noviembre de 2021
Imágenes satelitales sugieren que Rusia está enviando tropas hacia
su frontera con Ucrania. Moscú niega estar preparando una invasión y acusa a la
OTAN de aumentar su actividad en la región.
Diciembre de 2021
Rusia dice que la crisis solo puede resolverse si Occidente acepta
una lista de demandas, incluida la garantía de que Ucrania nunca se unirá a la
OTAN.
17 de enero de 2022
Tropas rusas comienzan a llegar a Bielorrusia para realizar
ejercicios militares conjuntos. El presidente bielorruso Alexander Lukashenko
minimiza su importancia. Dice que son “ejercicios regulares”.
24 de enero
La OTAN dice que sus fuerzas están preparadas y que se están
enviando más barcos y aviones de combate a la región. El secretario general del
organismo, Jens Stoltenberg, dice que la OTAN “continuará tomando todas las
medidas necesarias para proteger y defender a todos los aliados”.
26 de enero
Estados Unidos responde a las demandas de Rusia. Rechaza descartar
que Ucrania se una a la OTAN en el futuro. En respuesta, el presidente Putin
acusa a Occidente de ignorar las preocupaciones de Rusia.
15 de febrero
Rusia dice que algunas de sus tropas se están retirando de las
áreas cercanas a la frontera con Ucrania, pero la OTAN asegura que no hay
evidencia de una retirada.
22 de febrero
El presidente Putin reconoce la independencia de dos regiones
separatistas respaldadas por Rusia en el este de Ucrania. Dice que enviará
tropas para respaldarlas.
24 de febrero
Putin anuncia que está en marcha una “operación militar
especial" de tropas rusas en Ucrania. Kiev dice que es una "invasión
a gran escala”.
Lioman Lima - @liomanlima
BBC News Mundo
25 febrero 2022
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