viernes, 1 de noviembre de 2019

Asta: una visión actual- Por Héctor Sánchez





Alianza Social de los Trabajadores de Aragua (ASTA) es la denominación asumida por la plataforma política que tiene como objetivo fundamental contribuir al éxito de las luchas desarrolladas por los trabajadores. Está constituida por ciudadanos venezolanos y extranjeros, de manera individual y/o en representación de otras determinadas organizaciones; quienes por este medio se proponen aportar orientación política y estímular la unidad, la organización, la articulación y la movilización.


 Es una organización plenamente identificada con los intereses fundamentales de los asalariados como clase o sector social; y configura un espacio de encuentro, libre y abierto, para el análisis y el debate sobre temas relacionados con la situación del  país y los trabajadores; asimismo, para la presentación de propuestas y la búsqueda de consensos para la acción unitaria.

ASTA es una organización esencialmente política, amplia, plural, democrática y autónoma.
Es política, porque se ubica en el plano de los intereses particulares de la clase trabajadora en el marco de los factores y condiciones que caracterizan a la sociedad venezolana.
Es amplia y plural, porque reconoce y permite la participación en su seno de personas y organizaciones de diversa procedencia social y pensamiento político; es decir, no es una entidad constituida exclusivamente por trabajadores, organizaciones o dirigentes sindicales y gremiales.


Es democrática, porque además de tener las anteriores cualidades y objetivos, su funcionamiento está basado en mecanismos de participación y toma de decisiones generalmente reconocidos y aceptados como tales.
Es autónoma, porque no está sujeta a los dictados o intereses de ninguna otra entidad; sea esta pública o privada, nacional o extranjera.


Los intereses de los trabajadores son los intereses de las mayorías nacionales.- En la sociedad venezolana, como en la de cualquier otro país, se expresan los intereses propios de los distintos grupos o clases que la constituyen; los cuales, además de identificarlos y diferenciarlos entre sí, pueden ser coincidentes o contradictorios según las circunstancias; tal como ocurre actualmente, por ejemplo, en el caso de los trabajadores y el empresariado. Sus intereses son contradictorios per se; pero, en estos momentos particulares son coincidentes en su intención de producir el cambio de régimen; debiendo en consecuencia actuar como aliados para lograr el cese a la usurpación y después, como integrantes del gobierno de unidad nacional encargado de llevar a cabo un programa de transición en un clima de gobernabilidad. 

En el entendido de que el actual régimen dictatorial será sustituido por un régimen democrático, donde se busca la armonización de intereses y no la imposición de los de unos determinados factores en detrimento de otros; es fundamental entonces, que los trabajadores adquieran conciencia al respecto y luchen por concretar sus legítimas aspiraciones de participar en el ejercicio del poder; caso contrario, como ha ocurrido históricamente hasta ahora, volverán a quedar para “pagar los platos rotos” de una crisis de la que no son responsables. 

 La transición tiene que ser necesariamente un proceso de democratización; y entre todas las clases o grupos sociales, son los trabajadores los más interesados y los que están en capacidad de ser la vanguardia del pueblo, no solo en la lucha contra la usurpación; sino además, en el proceso de cambio de régimen mediante la efectiva democratización política, económica y social de nuestro país. En otras palabras, es el factor social llamado a encabezar el proceso necesario para producir un viraje profundo en nuestra sociedad; de lo contrario, solamente habremos logrado cambiar de gobierno; es decir, un cambio para que nada cambie.

ASTA no pretende convertirse en sindicato, partido político o cualquier otra organización similar.- Los trabajadores disponen de organizaciones diseñadas fundamentalmente para sus luchas reivindicativas, tales como sindicatos, federaciones y otras; pero, carecen o son muy débiles aún las organizaciones que los puedan conducir acertadamente en el fragor de la lucha política. ASTA no pretende convertirse directamente en ninguna de ellas; pero si se plantea contribuir a orientar a los trabajadores en cuanto al valor y la importancia que ambas revisten, en la relevancia que tiene su activa participación en la transformación de las organizaciones gremiales y sindicales en verdaderos instrumentos de lucha, en el impulso de los liderazgos emergentes que sustituyan progresivamente a aquellos que se mantienen desarrollando concepciones y prácticas burocráticas “tradicionales”, y en la formación o fortalecimiento de sus propias organizaciones para la lucha política. 

Estos son procesos paralelos, no concebidos como uno primero y otro después, que se cumplen en el día a día y van de la mano con la elevación del nivel de conciencia de los asalariados. Para ASTA es fundamental, en la actual coyuntura, la unidad y la articulación de estos en comandos de conflicto, intersindicales e intergremiales en cada sector y a todos los niveles (nacional, regional, municipal, etc.); pero es necesario también, dar el paso para la articulación intersectorial (salud, educación, energía, empresas básicas, etc.) y para la conformación y presentación de pliegos reivindicativos unificados que deben ser exigidos al régimen mediante la acción conjunta. Los trabajadores, como clase o factor social, deben constituirse en la vanguardia del pueblo y de la sociedad; por tanto, deben establecer las alianzas que sean necesarias con las organizaciones de otros sectores sociales incorporados a la lucha; pero sin perder su esencia y autonomía, sin dejarse absorber por ninguna de ellas. ASTA también se plantea contribuir a ello desarrollando sus propias alianzas con organizaciones de trabajadores y otros sectores sociales (el sector empresarial inclusive). ASTA no es un fin en sí misma, su fortalecimiento propio debe estar centrado en el fortalecimiento de las luchas de los trabajadores, sus organizaciones y su conciencia de clase.

ASTA es una organización democrática.- ASTA no solo lucha por la instauración de un gobierno democrático en Venezuela; también lo hace por la democratización política, económica y social del país; y por supuesto, siendo consecuente con sus principios y objetivos, por la democratización de las organizaciones de los trabajadores. Asimismo, sus propias características determinan que sus mecanismos de funcionamiento interno y externo estén basados en procedimientos generalmente reconocidos como democráticos. La toma de decisiones sobre temas trascendentes en asambleas donde todos los participantes disfrutan de iguales derechos,  la búsqueda de acuerdos en base a consensos, el respeto a la militancia de sus integrantes en otras organizaciones partidistas o no partidistas, el reconocimiento a quienes asumen responsabilidades para cumplir las funciones de coordinación, etc. son parte fundamental de los mecanismos que infunden carácter democrático a esta plataforma. Entre las muchas maneras en que esta promueve y estimula la democratización de otras organizaciones, se ubica la exigencia hecha a sus representantes en cuanto al cumplimiento cabal de su papel de voceros; es decir, de expresar los criterios de la entidad que representan y no los propios.

 ASTA se fortalece con la incorporación y la participación, tanto de militantes de base como de personalidades que detentan cargos directivos en estructuras sindicales, gremiales, vecinales, partidistas, o de cualquier otro tipo; independientemente de que estén o no estén sumadas aún a la plataforma; pues, en ambos casos, son ellos mismos los principales encargados de llevar y desarrollar las políticas de ASTA en el seno de esas otras organizaciones.


Digalo Ahi Digital

01 de Noviembre del 2019

No hay comentarios:

Publicar un comentario