1. Los partidos políticos venezolanos (viejos y
nuevos) son los que han propiciado, por acción u omisión, el actual caos y
tragedia de la nación.
2. He venido señalando que una de las razones del
quiebre de Venezuela como país, es la ausencia de verdaderos partidos
políticos, tragedia que comenzó a incubarse a partir de la década de los
setenta del siglo pasado.
3. Lo que hoy existe es lo más parecido a plataformas
electorales para hacer presidente a algunas personas determinadas. No son
proyectos colectivos y con liderazgo colectivo. Son dominantemente proyectos
mesiánicos, caudillistas y hasta un poco narcisistas.
4. Son generalmente estructuras burocráticas y sin
líderes confiables, congeladas en la historia, plagadas de cuida-puestos o
busca-puestos, sin alma ni pasión, sin formación política y anémicas de pueblo.
De allí no sale nada útil en pleno siglo XXI.
5. No son auténticamente democráticos en lo interno,
pero eso sí, exigen a los demás que sean democráticos y se rasgan las
vestiduras exigiendo democracia y más democracia. Esta contradicción debilita
su mensaje y ahuyenta a los potenciales seguidores. No los hace
confiables.
6. ta ausencia de partidos verdaderos es la que impide
el despliegue de políticas de nación, es la razón por la cual es difícil crear
y desarrollar estrategias exitosas. Es la causa fundamental de la tragedia de
Venezuela. Es absoluto. Es definitivo.
7. Sin ánimo de buscar consuelo, es necesario recalcar
que esta crisis no sólo es venezolana. Los partidos políticos a escala
planetaria están sufriendo el impacto del cambio de eras históricas. Por eso
están colapsando muchas naciones.
8. Hay dos opciones: O los partidos se transforman o
serán desplazados. La dinámica de la sociedad se impondrá.
9. El cambio de las épocas históricas ha sido impulsado
por una fascinante revolución tecnológica y científica que, a su vez, ha
acelerado el cambio de los paradigmas en el funcionamiento de toda la sociedad
humana. Estos son los grandes motores de este proceso de “destrucción creativa”
(Sombart y Schumpeter) que sorprende al mundo.
10. Cada día, la sociedad opera más como red neuronal
que como una estructura vertical e inclusive horizontal. La gobernanza es el
nuevo paradigma político de la sociedad Post Capitalista. La sociedad más
educada y civilizada reclama sus propios espacios. El mega estado y los
políticos caudillos desaparecen a marcha forzada. Caos en el corral.
11. La revolución de la información ha empoderado a
todos los ciudadanos. La manipulación de la sociedad cada día es un propósito
harto difícil.
12. Las redes sociales tienen enloquecidos a quienes
han reducido la política a simples ejercicios de marketing electoral y a una
“comunicación” unidireccional basada en manipulaciones clásicas. ¿Hoy quién
manda a quién? ¿Quién gobierna a quién? ¿Quién manipula a quién? Estos cambios
son absolutos e irreversibles. Por tanto, todas las instancias orgánicas de la
sociedad, sin excepción, están forzadas a generar cambios.
13. Las relaciones utilitarias entre los dirigentes y
los militantes dinamitó las estructuras de los partidos. El compañerismo
verdadero, la relación íntegra están ausentes. Hoy se manipula y engaña. Eso
debilita.
14. El sector productivo mundial asumió el cambio como
una realidad ineludible. Pero los políticos han sido la excepción. Es el
estamento de la sociedad más rezagado a los cambios. La gran mayoría de los
partidos políticos (por tanto, sus dirigentes) en el mundo sigue anclada en los
paradigmas de la vieja era industrial, y no han dado una lectura correcta a
este proceso indetenible de cambios arrolladores.
15. Y esto es lo que está generando una implosión de
toda la estructura política mundial, con una población desesperada golpeando
las puertas de los partidos y los gobiernos, exigiendo respuestas a las nuevas
necesidades.
16. ¿Entonces Desaparecerán los partidos? Los partidos
están asociados a la existencia de los estados-nación. Son sus ductores. Aún es
prematuro presagiar la desaparición de los estados-nación, por tanto, es
prematuro anunciar la desaparición de los partidos políticos.
17. Mientras tanto, los partidos políticos tienen que
correr a generar cambios internos. Mientras más rápido y efectivo generen los
cambios, habrá mayor gobernanza y prosperidad en las naciones. Lo contrario es
el caos, y en algunos casos el infierno (tal como ocurre en Venezuela).
18. La actual crisis venezolana comenzará a superarse
realmente cuando los partidos existentes impulsen aceleradamente procesos de
cambios internos, y sin excusas autocomplacientes.
19. En los partidos políticos nunca puede haber
alternativas a la democracia interna, al libre flujo de las ideas, a las
discusiones francas y constructivas. Y hoy más que nunca. La democracia es a
los partidos y a la sociedad lo que el oxígeno para los seres vivos.
20. A quién se le ocurriría cortar el oxígeno a un
paciente que está en terapia intensiva bajo la excusa que está en estado
crítico y que hay que posponer el suministro de oxígeno para cuando esté
normalizado su estado de salud. Es sencillamente ridículo y criminal. Es
acelerar su muerte y eso es exactamente lo que hoy hacen la mayoría de los
partidos venezolanos. Siempre hay una excusa para posponer la democracia. Error
capital.
21. De no haber cambios en los partidos,
inevitablemente serán desplazados. Los pueblos no se cruzan de brazos.
Inventan. Ese tren no espera por nadie. Muchos no van a morir. Aún sobreviven
los antiquísimos partidos URD, el MEP y el Partido Comunista. Pero son
absolutamente irrelevantes en la estructura del poder. Muchos de los actuales
partidos terminarán “uerredizados”. No es justo.
22. La decisión de cambiar es gratis y genera
resultados asombrosos, inclusive a favor de quienes hoy se oponen al cambio. Es
su mejor camino a la victoria. Es el paso correcto. ¿Por qué tanta terquedad
suicida? ¿Por qué esperar a ser desplazados? Están a tiempo... pero no mucho.
Micro Análisis
@jesusSeguias
GerenciaPolítica.com
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