EL rector de la Universidad de los Andes
(ULA) Profesor Mario Bonucci ha actuado con poca presteza, y le ha dado largas
a la implementación del seguro médico que ha creado FONPRULA (Fundación de los
Profesores ULA), la Seccional de Profesores Jubilados y el IPP (Instituto
de Protección al Profesor), los cuales han venido trabajando para ayudar con
este beneficio a sus agremiados y sus familiares. La fuente financiera corresponde a los
depósitos colocado en el exterior y forma parte de los activos de FONPRULA. Este dinero pertenece a todos los
profesores de la Universidad.
Desde hace más de un mes se ha
tratado de implementar este proyecto y ha tropezado con obstáculos presentados
por el rector Mario Bonucci, quien ha tratado de imponer una nueva Junta Directiva
con funcionarios incondicionales a su voluntad.
Consultando a varios profesores,
quienes han manifestado guardar su nombre en reserva, han señalado "que es
injusto ante la crisis de salud tan grave que viven los profesores, no utilizar
una pequeña parte de estos dineros para atender las emergencias de salud del
profesorado”. Otros han manifestado que el recelo del rector proviene del hecho
de no ser el autor de esta iniciativa, la cual podría traducirse en beneficios
políticos personales.
Muchos docentes critican al ciudadano
rector Mario Bonucci por su indolencia ante esta grave
situación y manifiestan que en los últimos meses han fallecido varios docentes
por no poder comprar fármacos o no ser atendidos en los centros médicos y
clínicas de las ciudades de Mérida, Táchira y Trujillo y extensiones
geográficas. Hay algunos profesores que han lamentado que la máxima autoridad
de la Universidad no actúe como líder de una institución en crisis, que debiera
contribuir a la búsqueda de alternativas ante la pavorosa crisis económica que
afecta a todos los miembros de la institución universitaria.
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