El
célebre tango “Volver” 1934, compuesto por Alfredo Le Pera, y cantado por
Carlitos Gardel puede ser algo más que la búsqueda de un dulce recuerdo.
Extrapolándolo a la política de hoy, quien sabe si será el aferramiento al
poder que nunca entendió la fuerza emergente que en 1998 liderara Chávez:
Sentir que es un soplo la
vida/Que veinte años no es nada/ Que febril la mirada, errante en las
sombras/Te busca y te nombra.
Hagamos
un juego de realidades, unas musicales como, el “Volver” de Gardel, y otras
políticas y sociales como es el caso de la acción de la ConocoPhillips de embargarle a PDVSA posesiones en el Caribe por
una deuda de 2.000 millones de dólares, lo que significaría quitarle el 16% de
su producción, quedando aun un cuantioso remanente; el regreso de las presiones
de Chile y Estados Unidos para activar el Grupo de Lima, que se reúne este
lunes en México, y oponerse a las elecciones presidenciales que el Presidente
Maduro realizará el 20 de mayo, y hasta la vuelta de Marx en el
siglo XXI.
20
años, fueron demasiados para el chavismo. Administraron un país rico y lo
llevaron a ser uno de los más pobres con una tasa de inflación que rompió todos
los récords universales, esperando que llegue a finales de año a los 5 dígitos.
La peor economía del mundo. Corrupción galopante. Impunidad. Desempleo, quiebra
del aparato productivo, escasez de alimentos, medicinas, repuestos; caos en
todos los órdenes. Servicios básicos colapsados como salud, transporte, banca,
electricidad, agua, aseo, seguridad y pare de contar. ¿Explicaciones? Una
guerra económica inexistente, al lado de una incapacidad administrativa
abismal. Allí están los hechos. Hemos superado con creces a países como Haití,
Bolivia, Paraguay o Cuba, que no es poca cosa
La
quiebra de PDVSA es otro monumento a la incapacidad, el saqueo y la desidia, lo
que fue una de las grandes petroleras nacionalizadas, ahora es un despojo. No
hubo inversiones en su campo, sus recursos fueron dedicados a otras
actividades; su tren ejecutivo muy bien formado fue despedido, para quedar en
manos de maulas cuyo único peso fue el de tener un carnet rojito que les
aseguró el pase a uno de los atracos más desparpajados de la democracia que se
conozcan. La PDVSA de hoy no es ni su sombra, con el pequeño inconveniente que
el grueso de la economía nacional depende de ella.
Las
presiones internacionales contra las elecciones del 20-M se han puesto de nuevo
a la orden del día, luego de los resultados insulsos de la VIII Cumbre
Presidencial, y la reapertura de España y Panamá que lograron darle un segundo
aire a Maduro. Más bulla que cabuya la del mundo diplomático, pero no deja de
ser una postura interesante ¿Habrá que esperar que pasa luego de su reelección
el 21-M?
Los 200
años de Marx, tras el derrumbe de los socialismos reales acontecidos entre los
80 y los 90, lo han convertido en un ser más profano. Sus teorías fueron solo
experiencias de ensayo y error cometidas en la URSS de Lenin y Stalin o en la
China de Mao. Ambas corregidas con creces y con virajes espectaculares al
capitalismo. Como dijo Horacio Tarcus en la revista Nueva Sociedad: Si el Marx de estos 200 años ya no anuncia, como ayer, la inminencia de
la revolución proletaria, nos recuerda que los costos de las crisis periódicas
del capitalismo las seguirán pagando los más débiles.
Mientras
tanto en Venezuela tenemos nuestra versión tropical, arropada en sus barbas,
que no es otra cosa que un régimen populista, fracasado, dictatorial y atroz,
que buscará relegitimarse este 20 de mayo... Y sigamos con Gardel.
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