La droga estimulante del sistema nervioso central (SNC)
más consumida mundialmente es la cafeína, presente en el café, té, bebidas
gaseosas y chocolate, entre otras. En los países desarrollados, cerca del 80%
de la población consume diariamente al menos una bebida cafeinada.
Los efectos de la cafeína sobre el SNC, el sistema
cardiovascular y los procesos metabólicos dependen de la cantidad consumida.
Una a tres tazas de café/día, que equivalen de 85 a 250 mgr, producen una
sensación de alerta, disminución de la fatigabilidad y facilidad en el flujo
del pensamiento.
Dosis altas, mayor de seis tazas diarias (más de 500
mgr), puede resultar en ansiedad, intranquilidad, temor e insomnio. Dosis
mayores causan el síndrome hiper adrenérgico con el resultado de convulsiones e
inestabilidad del sistema cardiovascular.
Los estudios científicos han demostrado que la cafeína
estimula los centros respiratorios y vasomotores del cerebro, actúa como un
antagonista adenosínico que conduce a vasodilatación periférica y
estimulación del SNC. Además contribuye a la producción de sustancias como las
catecolaminas que aumentan la contractilidad del corazón, dilata los
bronquios y las arterias periféricas.
Se ha demostrado el aumento de la secreción gástrica y
la motilidad del intestino, la glicemia en sangre, la filtración
glomerular (efecto diurético) e hipokalemia (disminución de potasio).
La eliminación de la cafeína está disminuida en las
enfermedades hepáticas, en las embarazadas y en los niños. Pero
paradójicamente, la eliminación aumenta en los fumadores. Cuando el
fumador abandona el hábito, la concentración de cafeína aumenta al doble o más
a nivel sanguíneo. Pacientes con hipertiroidismo pueden simular una
intoxicación con cafeína.
Dentro de los síntomas o signos cerebrales por exceso
de cafeína incluyen cefalea, irritabilidad, temblor fino, confusión y psicosis.
En el área cardiovascular, palpitaciones, aumento de la frecuencia cardíaca,
pre cordialgia (dolor de pecho) e hipotensión arterial.
Toda esta gama de manifestaciones clínicas cuando el
consumo de cafeína es excesivo debe considerarse seriamente, pues, así como el
consumo moderado es aceptable, el exceso conlleva a riesgos que pueden
significar el compromiso del funcionamiento de órganos vitales como el cerebro,
corazón y riñón. Qué se consideraría como consumo racional de cafeína
diariamente, no excederse de 4 tazas diarias. La motivación del presente
artículo de opinión deriva de la preocupación habitual de los pacientes en
nuestra consulta cardiológica.
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